El artista polaco del diseño inaugura mañana, en las cinco salas del espacio cruceño, la muestra Helado de achachairú. Kaja tiene reconocimiento mundial por su trabajo

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6 de diciembre de 2017, 4:00 AM
6 de diciembre de 2017, 4:00 AM

Ryszard Kaja es uno de los mejores artistas en cuanto a diseños de pósters  del mundo. Pero también es un reconocido diseñador de escenografías y de vestuario. Y claro, además es pintor

Kaja es polaco y  adicto al achachairú, fruta que conoció hace cuatro años cuando vino por primera vez a Bolivia para participar de la Bienal del Cartel (BICeBé). Este año nuevamente llegó a la bienal paceña y ahora está en Santa Cruz, donde mañana inaugurará una exposición de sus pósters que ha titulado simplemente Helado de achachairú, para ‘homenajear’  a esta fruta.

Las cinco salas de Manzana 1 Espacio de Arte acogerán la obra de Kaja. La apertura de la muestra será a las 20:00.

Niveles de diseño

Kaja dijo que le tiene mucho aprecio a Bolivia, y para él, que proviene de Polonia, donde el diseño de afiches y carteles tiene una calidad excepcional, y que ha participado en muchas otras bienales, la BICeBé es “una de las mejores del mundo”. “No quiero ser solo cortés”, aclara el artista y agrega: “pero es grandiosa. Los mejores artistas del m undo envian sus trabajos a la BICeBé”. 

Ahora, cuando se le pregunta sobre cómo ve el nivel del diseño boliviano, cambia la cara y dice “Esta vez no voy a poder ser cortés”. Para Kaja, la calidad del póster boliviano no es muy buena. “Hay muy buenos artistas, este año vi hermosos trabajos bolivianos. Pero en general, el arte boliviano tiene miedo de ser impactante, tiene miedo de sorprender. Es bastante conservador”, arguye el polaco.

“Yo creo que si tenés una bienal tan buena, y podés ver pósters muy agresivos, o si en tu país hay galerías como Manzana 1, quizás paso a paso la gente se dará cuenta que el arte algunas veces no necesita ser solamente ‘tierno’. Ese es el problema con lo que pasa en Bolivia”, piensa Kaja.

Estilo propio

Ryszard Kaja se considera un hombre simple. Recuerda haber finalizado la carrera de Arte y no poder encontrar un lugar donde expresarse. “Intenté muchas cosas, uno de mis planes fue trabajar en el teatro. Una vez allí me di cuenta que no sabía nada sobre eso. Después, alguien me propuso que hiciera un diseño de escenografía para una ópera. Y aunque me sentí un poco perdido, gracias al apoyo de mi padre, que también hacía escenografía (y póster), poco a poco me fui metiendo más en el mundo del teatro. Y por 20 años estuve trabajando en la ópera y el ballet”, menciona Kaja. 

Después de todos esos años en esa labor, donde se volvió un hombre exitoso, Kaja decidió que era suficiente e intentó con los carteles, y como tenía muchos contactos con el mundo de la ópera y el ballet le empezaron a pedir que haga diseños. “Eso fue muy bueno para mí, porque el principal problema de los diseñadores gráficos es que no le ofrezcan trabajo”, indica.

El artista luego lanza una reflexión sobre su trabajo: “Creo, que en mi mentalidad, soy más un pintor, y los póster y el diseño de escenografías son parte de mis cuadros”. 

Y aunque menciona esto, Kaja no se considera un pintor especial, solo le gusta pintar, no es un artista ‘avant garde’. “Durante muchos años 
la gente me decía que era demasiado conservador con lo que hacía, que era muy tradicional, y yo les decía que estaban en lo cierto. Y ahora, que soy viejo y gordo, he 
empezado a ser famoso”, 
bromea.

Kaja señala que uno siempre debe hacerse preguntas en la vida: ¿Ser o tener? “En el teatro yo era muy exitoso. Tenía dinero, era muy popular, me estaba haciendo cada vez más popular, y en un momento reconocí que es triste ser tan ‘reconocido’”, sonríe. “Gané muchos premios pero en un momento me sentí muy aburrido”, cuenta.

En la muestra Helado de achachairú se verán trabajos de las distintas etapas de Kaja, que se siente contento de poder estar en Santa Cruz.