El periodista paceño Sergio Mendoza recibirá hoy el V Premio Nacional de Crónica Periodística Pedro Rivero Mercado, en una ceremonia en el edificio de EL DEBER

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7 de junio de 2018, 7:00 AM
7 de junio de 2018, 7:00 AM

“Con la piel mojada es una crónica que tiene la enorme virtud de descubrirnos un mundo paralelo de amor y deseo homosexual en la mítica ciudad de El Alto. Se trata de un texto revelador y auténtico acerca de un lugar escondido en aquella ciudad, que tuvo un protagonismo político clave en la primera década del siglo XXI de la historia de Bolivia”, así explicaba el jurado del V Premio de Crónica Periodística Pedro Rivero Mercado la elección del trabajo del periodista Sergio Mendoza como ganador de esta edición. 

Ese jurado estuvo integrado por Claudia Bowles, Liliana Colanzi y Wilmer Urrelo, y hoy, a las 9:30, Mendoza recibirá el premio en una ceremonia en las instalaciones del edificio de EL DEBER. Allí, el autor de Con la piel mojada. Seis días en un sauna gay recibirá un monto de Bs 30.000, que estaban estipulados para el ganador.

La crónica ganadora se publicará este sábado 9 de junio en el suplemento Brújula. 

También mañana,  a las 17:30, Mendoza participará de un diálogo en la Feria del Libro, con Roberto Navia, en el salón Gabriel René Moreno. Un encuentro sobre la crónica que será moderado por la docente Martha Paz.

¿Cómo ves la situación del periodismo actualmente en Bolivia? ¿Cuáles crees que son los retos que enfrenta?
Creo que está difícil. Considero que actualmente el periodismo, los periodistas, enfrentan muchos retos, el principal de ellos quizás sea la asfixia económica que ejerce el Gobierno hacia algunos medios considerados “opositores”. Últimamente hemos visto cómo algunos medios han recurrido a una nueva estrategia para mantenerse a flote, como es pedir donaciones de su audiencia. Creo que a este paso la situación estará cada vez más difícil mientras se manejen los recursos del Estado de una forma arbitraria y dañina hacia la libre información. 

Al mismo tiempo está (como otro problema) la represión hacia algunos periodistas por todas las vías posibles: por redes sociales, en discursos oficiales, en momentos de la cobertura diaria, en acciones dirigidas directamente contra nosotros simplemente por hacer nuestro trabajo. 

Esto sin hablar de los retos que vienen del periodismo en sí, como el tener que lidiar cada vez más con la inmediatez, la parcialidad de muchos colegas o la no suficiente incursión en áreas como la crónica y la investigación.

¿Cómo ha sido tu trabajo en estos años en el periodismo? ¿Qué destacás del trabajo día a día que se hace en el diario donde trabajás?
Ha sido una de las mejores etapas de mi vida. Aprendí muchísimo no solo del trabajo diario, que realmente te abre los ojos a tu propia realidad, sino también de las personas con las que trabajé y las que conocí tanto dentro como fuera del periódico, gente que realmente inspira. 

En Página Siete tuve la suerte de trabajar con gente admirable que llegaron a ser mucho más que solo compañeros de trabajo, para mí se convirtieron en una familia, y creo que eso es importante en un equipo que tiene que batallar seguido.
De ellos, de mis compañeros, destaco su entrega y amor por el trabajo que realizan, la pasión y el coraje por escarbar detrás de las historias y tratar de llegar a la verdad detrás de los hechos. 

¿Cuáles son tus referentes del periodismo tanto en Bolivia como fuera del país?

Mirá que en ese sentido vivo como que en el pasado. En Bolivia me fascinó el trabajo que hizo como periodista Luis Espinal, el compromiso con la sociedad y su entrega, que le costó hasta la vida. Actualmente admiro a muchos periodistas en Bolivia, sobre todo por su calidad de escritura y el amor que le ponen. Puedo mencionar a Roberto Navia, Cecilia Lanza, Liliana Carrillo.  

A escala internacional estoy en las mismas (en el pasado). Me encanta Hunter S. Thompson, un escritor que impulsó el género Gonzo en el periodismo y que murió en 2005. También Rodolfo Walsh, el argentino que desde sus reportajes peleó contra la dictadura militar en su país. Creo que de ambos destaco su esencia, la locura y el compromiso que para mí hacen al periodismo. 

¿Por qué escogiste este tema para tu crónica? ¿Cómo te llegó?
Un amigo me contó sobre el sauna y me lo describió como un lugar increíble, literalmente increíble. No podía creer que hubiera un sitio con tanta libertad sexual y desde ese momento me dije que tenía que escribir sobre este sitio. Fue algo así como un compromiso conmigo mismo. 

¿Cómo ves el tratamiento que se hace en los medios a la temática homosexual?
Considero que en los últimos años se encontró un mejor enfoque: informar como se hace con todo, con respeto hacia las personas. Creo que el tratamiento a la temática homosexual debe hacerse en el marco del respeto y no de la morbosidad o el sensacionalismo. Es un sector de la sociedad que aún la tiene difícil por los prejuicios y la “ceguera moral” que se mantienen en muchas personas. 

¿Qué representa la ciudad de El Alto en el imaginario paceño? 

Considero que es un lugar donde todo es posible, tanto en aspectos positivos como negativos. No obstante, si nos enfocamos más en lo positivo es una ciudad de lucha, de adopción constante de nuevas tendencias, como lo es en este caso un sauna gay. 

¿Qué significa este premio para tu carrera y cuáles son tus planes con el periodismo en el futuro?

Es el mayor reconocimiento que recibo en los años que llevo en el periodismo. Es un premio de bastante prestigio que significa muchísimo para mí, sobre todo me motiva a mantenerme en la batalla de observar y contar de la mejor manera posible lo que ocurre a nuestro alrededor. 

Para mí fue increíble enterarme que había sido elegido  ganador. Recibí felicitaciones de todas partes y sentí el cariño de las personas que constantemente están a mi lado, en la sala de redacción o en las calles durante la reportería. 

En el futuro quiero enfocarme en dos cosas: periodismo de investigación y crónica. Considero que ambos forman parte de la cara bella del periodismo, de la que para mí más vale la pena. Tengo un sueño que prefiero no divulgar, sino solo trabajarlo hasta que se haga realidad. 

Los anteriores ganadores

Este premio nacional de crónica se entrega desde 2014, gracias al impulso del director del Diario Mayor en ese entonces, don Pedro Rivero Mercado. El primer ganador fue precisamente Roberto Navia, con el trabajo Tribus de la Inquisición, que tocaba el tema de los linchamientos.

En 2015, el vencedor fue Fadrique Iglesias, con la crónica Policarpio Calizaya, el costurero que corría hasta sacarse el cuerpo, un perfil de quien fuera uno de los mejores atletas de Bolivia.

En 2016, el ganador fue Santiago Espinoza con Werner Herzog estuvo aquí, sobre su encuentro con el director cuando vino a filmar una película a Bolivia. Y el año pasado venció Cleidy Torres, con Mamita Adela, veneración al sufrimiento, que ponía la mirada en los feminicidios.

Perfil

Periodista con garra
Sergio Mendoza se graduó de Comunicación Social en la Universidad Católica de La Paz, hace cinco años que trabaja en Página Siete, de La Paz, en la sección de Seguridad.