El séptimo capítulo de la serie del cantante muestra a un sospechoso potencial del desaparecimiento de Marcela Basteri

El Deber logo
4 de junio de 2018, 11:48 AM
4 de junio de 2018, 11:48 AM

"Me has robado, me has explotado, me has engañado, de la misma forma que engañaste a mi madre. Hiciste todo para separarnos", fueron las últimas palabras que Luis Miguel (Diego Boneta) le dijo a su padre Luisito Rey (Óscar Jaenada) a pocos minutos de finalizar el séptimo capítulo de Luis Miguel la serie y en el que se comienza a formar el rompecabezas del misterio de la desaparición de la madre del cantante, Marcela Basteri.

Los capítulos que emite Netflix cada domingo han ido desvelando, con cuentagotas, los motivos que habría podido tener Marcela para separarse de su pareja y de sus tres hijos, Luis Miguel, Alejandro y Sergio. 

Luis Miguel viaja a  Monzone (Italia) para descifrar, junto a Alehandro, el paradero de su madre. Al llegar, se encuentra con su abuelo, que agoniza, y con su tía Adua, quien le cuenta que luego de su paso por Argentina, sus padres viajaron a Las Matas (Madrid), por lo que el cantante decide ir a España para sacarle información a su abuela paterna, Matilde, que ahora cuida del pequeño Sergio.

Según muestra la serie, la madre de Luis Miguel recibió la noticia de su tercer embarazo en uno de los peores momentos de su relación con Luis Rey. Era 1982 y a Marcela le celebraron su cumpleaños por partida doble: primero con una lujosa casa, un obsequio de su esposo, aunque pagada con dinero de su hijo, y después, con la visita sorpresa de su madrastra, Cata.

En un arranque de frustración, Marcela le expresa a Cata lo arrepentida que estaba de haberse escapado con Luis por la forma en que éste explota a su hijo. En pleno desahogo, la mujer no puede más y se desmaya. Al acudir al hospital, el médico le explica el motivo: tiene un embarazo de ocho semanas. Se trata de Sergio.

Años más tarde, en su visita a España, Luismi descubre que la postal que supuestamente le había mandado su madre desde Monzone, la envió en realidad su abuela Matilde. Al enfrentarla, ésta le explica que lo hizo por petición de Luis Rey, quien de esa forma quería tranquilizar a su hijo haciéndole creer que su madre se encontraba bien.

Sobre el paradero de Marcela, el Sol no tiene nada claro tras su paso por Europa: lo único que sabe es que sus padres llegaron a Las Matas; que ambos planeaban viajar a Chile, a donde finalmente sólo llegó Luis Rey; que a su madre se le veía nerviosa y angustiada; que, a petición de su padre, fue Carmen, y no la propia Marcela, quien llevó al pequeño Sergio a casa de Matilde.

Lo único que Luis Miguel tiene claro es que su padre, el villano indiscutible de esta biopic, fue el último en ver a su madre.