Audiovisual. Tribus de la Inquisición fue nominado al premio en la categoría mejor cortometraje documental. El 3 de febrero será la gala de premiación de los académicos españoles

El Deber logo
14 de diciembre de 2017, 6:36 AM
14 de diciembre de 2017, 6:36 AM

Los gritos de dolor en las imágenes del linchamiento que hubo en Ivirgarzama en junio de 2013 son desgarradores. La historia de este acontecimiento, que marcó la abismal frontera entre lo que es justicia comunitaria y lo que muchos catalogan como un acto de barbarie, cruel, inhumano y  sin piedad, son exhibidos en Tribus de la Inquisición, el documental dirigido por la española Mabel Lozano, que ha sido nominado para los Premios Goya 2018.

“Soy madre y para mí fue muy fácil meterme en la piel de Isabel (mamá de Roberto Antezana, uno de los fallecidos) y pensar: qué dolor, qué impotencia estar viendo cómo queman vivos a tus hijos y no poder hacer nada. Esa impotencia de ver que sufren las personas que más quieres”, relata Lozano, al confesar que lloró al enterarse que el trabajo basado en la crónica del periodista de EL DEBER Roberto Navia comienza a calar hondo entre los académicos del cine español.

La cinta compite en la categoría mejor cortometraje documental junto con otros tres trabajos: Los desheredados, Primavera rosa en México y The Fourth Kingdom. El ganador se conocerá en la gala que se realizará el 3 de febrero en el Palacio Municipal de Congresos, con los humoristas Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla como presentadores.

Lo que se viene

Desde el lunes 18 las cintas que son nominadas a los Goya serán exhibidas para que la ciudadanía conozca los trabajos que compiten en los premios más importantes del cine español.

“Es muy importante que lo     vean, porque esto no es algo que solo ocurre en Bolivia, sino en muchos países. Debemos confiar en la justicia y no hacerlo por mano propia. Si la gente no lo hace es porque hay un problema gravísimo”, añade Lozano, quien al recibir la noticia pensó en Isabel, Melquiades (padre de Roberto) y todas las familias que de una u otra manera sufrieron con este tormentoso desenlace.

“He pensado mucho en Roberto que murió esa noche. Esto es en su memoria, para que no hayan más Robertos, para que esto no vuelva a ocurrir”, sentencia.

Por su parte, Navia adelanta que se encuentra en plena edición narrativa de una novela de no ficción con seguimiento a la historia y nuevas revelaciones.

"Estamos muy emocionados con esta gran noticia. Mi esposa que formó parte de este trabajo, el equipo de Roberto Dotti, que trabajó en cámaras y en sonido directo. Hicimos de los linchamientos un tema universal. Es un motivo para celebrar, pero también para que este problema no se quede solo en Bolivia. EL DEBER ha sido parte importantísima para que consigamos lo que tenemos hasta ahora. Es una gran noticia para el país y para la investigación periodística", indicó Navia.