La obra es protagonizada por dos referentes de la actuación en el vecino país. Débora Falabella y Yara de Novaes estarán hoy en la Casa de la Cultura

El Deber logo
4 de mayo de 2019, 4:00 AM
4 de mayo de 2019, 4:00 AM

Por primera vez la multipremiada obra cruza las fronteras de Brasil, y por primera vez sus protagonistas visitan Bolivia.

Lo harán como parte de la agenda de la duodécima versión del Festival Internacional de Teatro (Fitcruz). Ayer arribaron al país las actrices Débora Falabella (con papeles en Avenida Brasil, El Clon y otras grandes producciones) y Yara de Novaes (actriz y directora), integrantes de Grupo 3, para poner en escena Contracciones, escrita por el dramaturgo inglés Mike Bartlett, en dos funciones, el sábado 4 y el domingo 5 de mayo, a las 22:00, ambas en la Casa de la Cultura, y recomendadas para mayores de 14 años, y con una duración de 75 minutos.

La obra también se presentará en La Paz el 10 de mayo, a las 19:30, en el Teatro Municipal Alberto Saavedra Pérez, gracias a la coproducción de Grupo 3 y Teatro Punto Bo. La trama de Contracciones gira en torno a la prohibición que deja explícita una gerente a una funcionaria sobre relaciones sentimentales y sexuales entre colegas.

¿Cómo ha evolucionado la puesta en escena de la obra?
Yara: En teatro, cualquier función es única, hay un cambio casi imperceptible en casi todas las funciones, en los cinco años que hacemos Contracciones, nos encontramos con públicos diversos por todo Brasil. Es como si hubiésemos profundizado más en nuestros personajes, en el tema y el diálogo con el público, pero no necesariamente en cambios muy visibles, sino más para adentro, más profundos. Débora: La obra es contemporá- nea y Brasil está pasando por un cambio muy grande, entonces la obra toma otro valor respecto a hace dos años, está más potente.

¿Tiene que ver con que hay relación de poder en la obra?
Yara: Sí, cuenta acerca de una empresa que subyuga a sus funcionarios, hablamos del capitalismo, del mundo actual, y es también una metáfora de todas las relaciones de opresión. Esto acontece en una oficina, y esta oficina es un símbolo que puede servir para cualquier relación de opresión.

¿Relacionan esa opresión con el contexto político brasileño?
Débora: No sabemos lo que pasará, pero puedo presentir que estamos en ese camino con el cine, con el teatro. Tengo amigos en Argentina que están trabajando muy poco, estamos con un gobierno que no da importancia a los artistas, porque sabe nuestra importancia para la cultura y la educación. Ellos no quieren esto para la mayoría de la población

¿Es una obra dramática o de humor negro?
Débora: Es de humor ácido. La gente se identifica con lo que sucede allí y ese es el poder de la obra, porque las personas se ríen, recuerdan lo que les pasa.

¿Es difícil hacer humor?
Yara: No es una comedia, como género, pero hay humor, que es una herramienta muy buena para reflexionar, distanciarse y ser más críticos. Cuando reímos de algo también destruimos algo, un estatus, comenzamos a cuestionar aquello. La risa se da para que la gente pueda tener un pensamiento político y crítico.

¿Qué les atrae de la dramaturgia de Mike Bartlett?
Yara: Él tiene un diálogo muy directo con el público, es un dramaturgo de la estirpe de Shakespeare, de estirpe inglesa, que en su dramaturgia coloca en escena lo que ocurre hoy. Al hablar de una gerente y una funcionaria opresora está hablando no solo de lo que sucede en una oficina, sino del mundo entero. De esas relaciones que desvirtúan la compasión y el respeto por el prójimo, como el capital, al que le agrada la plata y destruye.

Más allá de la autoría de Bartlett ¿que da cada una de ustedes a Contracciones?
Yara: Mi personaje es terrible. Los actores precisamos tener una conducta amoral respecto a los personajes, hay que verlos en 360 grados. Hay mucho de mí en ese personaje, pero disiento de las razones de ella, mas la abrazo como ser humano. Débora: Mi personaje soporta cosas que yo no soportaría, pero también la comprendo.