Los músicos franceses Richard Monsegú y Sébastien Tron presentan hoy, en la Alianza Francesa, su proyecto Ondosonic. El dúo crea composiciones basadas en sus experiencias culturales

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12 de junio de 2019, 4:00 AM
12 de junio de 2019, 4:00 AM

No es una simple fusión de géneros. El trabajo musical de los franceses de Antiquarks va más allá, a los orígenes de los sonidos que utilizan en la creación de sus temas que los han llevado a recorrer el mundo y que hoy, por segunda vez, los trae a Bolivia. Richard Monsegú y Sébastien Tron se presentarán esta noche, a las 20:30, en la Alianza Francesa (calle 24 de Septiembre # 36, entre Bolívar y Sucre).

Las trayectorias del antropólogo (Monsegú) y del físico (Tron) se remontan al 2005, cuando comienzan este proyecto, en el que utilizan diversos instrumentos para sus presentaciones, como la zanfoña electroacústica, batería, pedal bajo y teclado, proponiendo un paisaje de sonidos exóticos, hipnóticos y vertiginosos, y acompañado por un canto “transformista y mágico” entre un francés coloquial, español y lenguaje inventado.

“He trabajado con la música en diferentes culturas orales. Toqué con gitanos, africanos y otros grupos, porque en Francia tenemos una tradición de acoger extranjeros que genera mestizajes. Hay muchas culturas que viven juntas en barrios populares en las grandes ciudades. Esa es una manera de alimentarse, de nutrirse sobre la filosofía de cada grupo cultural. Tengo todo eso guardado en mi alma y en mi cuerpo”, explicó Monsegú, que remonta sus inicios en la música a su niñez, cuando escuchaba temas de diversos géneros, como el afroamericano, funk, rock, jazz, entre otros.

El nuevo espectáculo

Ondosonic es presentado como una propuesta entre lo etno-rock y el afro-jazz, que encierra un groove primitivo, un sonido bruto, como un sello de las propuestas progresivas que plantean una fusión de instrumentos acústicos, eléctricos y electrónicos.

“La gente verá un fenómeno, viajará en el tiempo a través de los sonidos, porque tenemos temas diferentes, como la invasión de América, la Inquisición, entre otros. Hablamos de eso con pequeños mensajes, no lo hacemos para que la gente piense diferente, sino para que lo haga con alegría, porque las cosas serias no son tan serias con humor”, explicó Monsegú sobre la presentación que tendrán hoy y a la que se podrá acceder sin costo alguno.

Una experiencia distinta

Antiquarks ya conoce Bolivia. En 2018 estuvo de gira por diferentes ciudades, pero en la mente de ambos les queda la aventura de visitar poblaciones alejadas en el Chaco tarijeño.

“Tocamos con y para las comunidades indígenas y campesinas durante cuatro días. Estuvimos acompañados de músicos bolivianos. En ocho horas cruzamos la selva, los caminos con rocas, fue una aventura increíble”, comentaron Monsegú y Tron antes de abordar el avión que los trajo ayer desde La Paz hasta la capital cruceña.

Sobre la posibilidad de crear fusiones con la música boliviana, Montsegú aseguró que lo que Antiquarks propone es la creación de sonidos y no así la imitación, creación que va acompañada de la experiencia que tengan ambos músicos, pero que no niegan la probabilidad que lo hagan.

Sin conquista

En resumen, Monsegú ratifica que la música que propone Antiquarks para el mundo es para compartirla y no para llegar y conquistar. “Cada uno tiene su manera de tocar los instrumentos y nosotros lo hacemos con mucha alegría”.