Esta noche, en la fraternidad Haraganes, el escritor presentará Clotilde, la señora de Eldorado, una historia de amor y pertenencia con el sello de Editorial La Hoguera

El Deber logo
22 de mayo de 2018, 4:10 AM
22 de mayo de 2018, 4:10 AM

Lo femenino y lo cruceño son dos elementos relevantes en la reciente apuesta del historiador y novelista Alcides Parejas Moreno, la obra Clotilde, la señora de Eldorado, con la que completa la saga de la protagonista. 

Esta noche, a partir de las ocho, el autor portachueleño presentará su octava novela y tercera del ciclo, con un vino de honor en la sede social de los Haraganes, ubicada en la calle Ñuflo de Chávez esquina Chuquisaca.

Con los comentarios de René Hohenstein, Ruber Carvalho y Susana Seleme, se desencadenará un diálogo en torno al último trabajo de Parejas, que lleva el sello de su editorial de siempre, La Hoguera.

La primera obra de la saga fue La francesita (2009), con seis reediciones, convertida en un libro bastante leído en secundaria a escala nacional y que incluso fue llevado a las tablas en 2013 por Casateatro.

Relata con profunda sensibilidad el romance añejo de Alcides d'Orbigny, el peregrino investigador francés que visitó el oriente boliviano, con Clotilde, cruceña que sufrió toda su vida por el trashumante caballero. La francesita muestra estampas sociales, religiosas, políticas y culturales de la época.

La segunda parte llegó junto a Mi nombre es Clotilde (2011), con cuatro reediciones que mueven a enamorarse de Santa Cruz, desde Portachuelo hasta Moxos, y que hará que el lector desentrañe la identidad cruceña.

Y por último, en Clotilde, la señora de Eldorado (2018), Parejas se centra en el hijo de Alcides d’Orbigny y en Clotilde; narra la vida de una viuda joven que para aplacar penas decide hacer un largo viaje a Buenos Aires. Intranquila en tierras lejanas, ella se da cuenta de que pertenece a su tierra natal. En esta tercera parte de la saga, Alcides Parejas reflexiona sobre el papel de la mujer en la historia nacional, el centralismo político y la importancia de una comunicación física y espiritual necesaria con los nacidos en Bolivia.