Puentes sin visión de futuro
El año 2006 la consultora SID contratada por el Gobierno Municipal entregó el estudio para crear el Centro Cívico Administrativo para Santa Cruz, el mismo que era parte del PLOT recién aprobado y que se levantaría en terrenos ocupados por el aeropuerto El Trompillo, el cual debía salir como parte del compromiso asumido cuando se construyó Viru Viru.
La consultora descubrió que con la salida del aeropuerto quedaban libres centenares de hectáreas, muchas de ellas municipales y que podían convertirse a uso urbano para erigir allí el Centro Cívico Administrativo y Cultural de Santa Cruz, el mismo que daría cabida al teatro municipal, el edificio central del gobierno municipal, la gobernación, grandes parques, paseos, etc. que cambiarían a la ciudad. Era un proyecto visionario y un salto enorme para Santa Cruz.
Se opusieron Aerosur, que seguía usando ese aeropuerto ilegalmente, “porque le quedaba cerca” y los dueños de avionetas, varias de las cuales sabemos que están dedicadas a negocios “non sanctos”. Los militares vieron con buenos ojos irse, siempre que se les construya otro aeropuerto militar más alejado, pues consideraban que por seguridad no debían estar en áreas densamente pobladas. El dinero para ello salía de la venta de parte de los terrenos.
Descartado el proyecto y consolidado el aeropuerto de El Trompillo, no sé a quién se le ocurrió construir un túnel debajo del 4º anillo, cuando era obvio que el 4º anillo se podría abrir perfectamente sin túneles, pues quedaban 2.000 mts de pista, suficientes para los aviones que lo utilizaban. Para casos muy especiales, el ing. Vaca Díez, oficial mayor de Obras públicas, propuso que el 4º anillo tenga barreras para cerrar el tráfico en caso necesario, como vimos que se hace en muchas áreas urbanas. Sin embargo, el innecesario puente siguió adelante hasta su concreción.
Ahora, en lugar de retomar la idea del Centro Cívico y sacar el aeropuerto, se propone esta vez hacer un túnel para el tercer anillo, siempre para mantener un aeropuerto que no tiene razón de ser y que es un peligro para la ciudad. Además, se podría abrir el tercer anillo sin túneles, quedando una pista de más o menos 1.500 metros lineales, suficientes para las avionetas.
Cabe además hacer notar que ni este túnel ni el puente del Plan 3.000 forman parte de los grandes ejes troncales que se deben habilitar para el BRT metropolitano, como se ha hecho correctamente en las salidas hacia Cotoca y a La Guardia. Esa debería ser la prioridad, pero como siempre, las decisiones que se toman son siempre las menos urgentes y las menos importantes. Definitivamente la lógica política no coincide con la lógica técnica y racional.
