22 de noviembre de 2021, 5:00 AM
22 de noviembre de 2021, 5:00 AM

Un país confrontado y sin paz es lo que se vive en el primer año de gobierno de Luis Arce y el MAS. Y es que, fuera de cualquier presunción de la derecha desestabilizadora atribuido a las protestas de sectores ciudadanos, queda claro que estamos ante un gobierno controlador, abusivo e hipercentralista, cuyas acciones siempre están dirigidas a concentrar el poder total y eliminar la oposición, antes de hacer gestión para todos. Esto se traduce en: acciones arbitrarias de un gobierno autoritario, para lograr el totalitarismo.

Ante ello, revisemos algunos hechos: las llamadas “leyes malditas”, instrumentos que camuflan normas represivas, como la 1386 que habilita a poder reglamentar para presumir culpabilidades y restringir los mas elementales derechos y libertades; o la 342 que destroza la autonomía al someter las decisiones de entidades autónomas a la visión del nivel central. El exceso y abuso de la fuerza policial contra ciudadanos que protestan en el paro multisectorial, utilizando y escoltando grupos irregulares trasladados por si fuera poco, en vehículos incautados bajo control de DIRCABI.

A su vez, el avasallamiento sistemático de tierras por los interculturales afines al MAS, con el agravante de utilización de armas de fuego, toma de rehenes y lesiones graves a periodistas y policías, bajo la desidia del Ministerio de Gobierno y Ministerio Público; y finalmente las declaraciones públicas de autoridades como el presidente del Estado que dijo a sus afines: “…unidos nos tiemblan, nos tienen miedo..”, o del vicepresidente incitando a la violencia: “tenemos hacernos respetar… que levantarnos en todo el país”; del viceministro de Rég. Interior ante los grupos irregulares para desbloquear “no se los identificará porque no hay denuncia, ni personas afectadas..”, o del vocero presidencial justificando que también existen grupos irregulares de la unión juvenil en camionetas.

Pero antes entendamos algo: si el órgano judicial funcionara impartiendo justicia, nos habríamos ahorrado tanto problema que surge desde la vulneración a los resultados del 21F; y si el Poder Legislativo no hubiera eliminado inconstitucionalmente los 2/3, no existiera su total desnaturalización y sometimiento actual al ejecutivo, trasladando el debate a las calles por su franca inoperancia. Es así que, los ilegales hechos expuestos y las irresponsables declaraciones de gobernantes ineptos para justificarlos nos llevan a concluir que “definitivamente estos no dan la talla y el cargo les quedó grande, resultando inconcebible que estas barbaridades estén ocurriendo en un Estado Constitucional de Derecho, ya que de respetarse aquel “estuvieran destituidos e investigados desde el director de Dircabi, hasta el ministro de Gobierno”. Aquí queremos llegar, en sentido de que el presidente, lo es solo para su partido que representa a la mitad del país y las demás autoridades lo son para aplicar la ley solo a los opositores, beneficiando y midiendo con otra vara a sus partidarios, sin comprender que ganar las elecciones no les da derecho para actuar contra la CPE, ni de aprobar leyes con el fin de someter la voluntad de los ciudadanos bajo pena extorsiva de utilizarlas en su contra cuando les parezca. Ante tanta idiotez, debieran tomar ejemplo de la Csutcb quien aún siendo afín al MAS, expresó con sensatez a través su Ejecutivo en su repliegue de Potosí, que “los hermanos campesinos nos han cuestionado y han manifestado que no se puede arrear a la gente como ganado para que se enfrenten entre hermanos bolivianos, tiene que haber diálogo..”, así como pidió al Ministro de Obras Públicas que no amenace a nombre de los campesinos y que sea responsable, ya que es ministro de todos los bolivianos, no de un solo sector. (Los Tiempos 11/11/2021)

No podemos seguir así; llegó la hora de colocar en la mesa de debate, si son las personas quienes no dan la talla para gobernar con sabiduría y prudencia obedeciendo la Constitución en vez de solo buscar mas poder; o si es el centralista sistema unitario como forma de Estado el que ha fracasado definitivamente, al ser aprovechado para confrontar y someter al contrario, atentando contra la paz y el vivir bien de los bolivianos.

Raúl Parada H.  Abogado Constitucionalista

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