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16 de abril de 2024, 4:00 AM
16 de abril de 2024, 4:00 AM

Eduardo F. Chumacero Carranza

Hasta ahora las estructuras curriculares en el sistema educativo  presentan  las asignaturas de una manera aislada (currículo colección) y cada profesor trabaja su “materia” también de forma aislada. Este es un problema esencial en el fracaso de lo que se hace en educación.  Veamos porqué es así. 

Si el  mundo natural, el mundo social y el mundo tecnológico constituyen un todo, que no está fragmentado, entonces,  la enseñanza y el aprendizaje también deben reflejar esa realidad  integrada. Proceder de otra manera es un absurdo.  Por ejemplo  en el basquetbol, si cada jugador tratara de  encestar  prescindiendo de sus compañeros, el resultado sería un desastre.

La escuela, el colegio, la universidad son las únicas instituciones en las que no se trabaja de un modo integrado, sino que cada quien  va por  su propio lado. Es decir, se hace  exactamente al revés de lo que debería hacerse: cada profesor  toma un trocito de la totalidad (asignatura)  y cree que eso es lo más importante; del resto no le interesa. La repercusión es negativa   en el  aprendizaje  estudiantil, pues no permite ni el conocimiento ni  la comprensión ni la utilización  cabal  ni de  la ciencia ni del arte, ni de la cultura, ni de la tecnología.  Consiguientemente hay que dejar de hacer lo que siempre se ha hecho  porque no ha funcionado.

Es preciso que las asignaturas que sean planificadas de  manera interdisciplinaria para que sean significativas y funcionales. Ya hubo intentos de este tipo en  la década de los 70, en la ley 1565 y en la ley Avelino Siñani, Elizardo Pérez, pero no se logró su consolidación debido, posiblemente,    a que no hubo la suficiente claridad ni en los planificadores ni en los ejecutores.

Propongo una integración más flexible que la planteada en la ley 070 a través de una organización en cuatro campos: MUNDO NATURAL (biología, química…), que debiera  desarrollar experiencias con relación a  los seres vivos y al entorno que los posibilita; MUNDO SOCIAL (lenguajes, ciencias sociales, filosofía… ), a través de experiencias relacionadas a la vida de relación del ser humano; MUNDO TECNOLÓGICO (matemáticas, física…) para posibilitar experiencias respecto al cálculo, a la medición, a la construcción; MUNDO   ARTÍSTICO Y DEPORTIVO  (educación física,  música, artes plásticas y viso-auditivas…), con experiencias que desarrollen la sensibilidad, el juego, la  psicomotricidad. Desde luego que esta esquematización no es rígida, sino flexible porque de hecho un campo requiere o puede complementar a los  otros campos.

La gran dificultad para la realización de este enfoque radica en cómo se lo concretiza para que no quede en  nada. Sólo existe una manera: trabajar sobre la base de proyectos y de competencias. Aspectos que desarrollaré en un próximo comentario.

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