13 de enero de 2023, 4:00 AM
13 de enero de 2023, 4:00 AM


Luis Arce, presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, anunció el día miércoles 11 del presente mes (Ref.: Página Siete), que “lanzará una campaña para lograr la desclasificación de la hoja de coca como estupefaciente”.

De acuerdo a la prensa (Ibid), dijo también que (sic) “la injusticia que se comete con ‘nuestra’ hoja de coca. El año 1961 se la ingresa en la lista de la Convención de Estupefacientes. Se prohibía el acullico (No es cierto – nota propia)… y en nuestro Gobierno logramos despenalizar el acullico en nuestro país (la verdad es que nunca estuvo prohibido el acullico “en nuestro país” ni en el Perú – nota propia).

Todo el proceso de desafiliación y re-afiliación de la Convención de Viena que realizó el Gobierno de Evo Morales, solo ratificó lo que ya constaba en la Convención de Viena de 1961 (firmada en Nueva York), es decir que el uso de la hoja de coca no estaba penalizado en los países donde se diera el llamado “consumo tradicional”.

Como ya es tradición en el MAS, Arce dijo también que “ahí no queda la batalla que tenemos que librar, porque el objetivo es lograr definitivamente la desclasificación de la lista de la Convención de 1961 de la coca como estupefaciente y lograr la libre comercialización de la coca y sus derivados”. Lo de la “batalla” es tema a ser considerado, obviamente, porque sin importar qué tipo de batalla se llevará a cabo (ojalá no sea violenta), va a implicar un gasto que saldrá del dinero de los contribuyentes del país y ya vimos a dónde fue a parar el dinero que se gastó en la “batalla” por el mar y por el Silala. Entre otras cosas, su canciller deberá hacer un lobby internacional entre todos los países firmantes de la Convención de Viena… y a ver si lo hace bien y sale victorioso.

Según Página Siete, el presidente “hizo referencia a las bondades del arbusto” que se cultiva en los Yungas de La Paz y el trópico cochabambino “y sus beneficios para la salud, hasta la ‘lectura’ de la hoja de coca”, sin dejar de lado la industrialización de la misma (que aquí, entre nosotros, sabemos que fracasó, por lo menos hasta ahora).

A todo esto, hay que recordar que las supuestas propiedades “alimenticias” de la hoja de coca atribuidas al vegetal por su contenido de proteínas, carbohidratos, aminoácidos, vitaminas y minerales (y auméntenle los que gusten) también lo tienen el pasto que comen las vacas o cualquier sustancia orgánica en mayor o menor proporción, sin las desventajas que implica el contenido de cocaína, nicotina y otros alcaloides no muy “ventajosos para la salud” que contiene la llamada “hoja sagrada”.
Lo que preocupa es que la mencionada “batalla” implica “lograr la libre comercialización de la coca y sus derivados”, es decir ¿también de la cocaína?, porque la cocaína es nomás derivado de la hoja de coca, así como la heroína es derivado del opio; o a cuáles “derivados” se habrá referido ¿no? Un “derivado” que se me ocurre es el del efecto anestésico que tiene la cocaína, pero el cual ya hace unos años que fue sustituido por la xilocaína y la lidocaína que no tienen los efectos colaterales que tiene esta droga.

Lo de la “lectura”… tengo la impresión que se refirió al proceso de leer (lecturar dicen algunos masistas) la suerte, el futuro, el mal de amores, el destino… en fin, parte de los usos y costumbres originarios andinos de muy difícil comprensión en otros países y otras culturas…
Así y todo, ¿se atreven a calcular una cifra de lo que costará esta “batalla?”

Tags