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26 de enero de 2023, 8:30 AM
26 de enero de 2023, 8:30 AM

El Ministerio de Educación intenta improvisar una malla curricular repleta de errores, creyendo interpretar bien lo dicho por Marx de que todo fenómeno social está dentro de la política.

Las debilidades de tal propuesta son: 1. Nunca se aplicó el Art. 83 de la Ley de Educación (Evaluación de la Calidad Educativa). 2. El anterior currículo no era el adecuado, por eso se lo quiere modificar. 3. Las nuevas asignaturas no apuntan a la calidad educativa y surgen de vacuas opiniones sin base científica. 4. La educación actual no responde a las necesidades de la sociedad. 5. Los textos de estudio se los regala a los alumnos para que obedezcan sin pensar.

Un buen cambio educativo parte del diagnóstico, sigue con el planteamiento del problema para luego elaborar una hipótesis de trabajo. A continuación, la tesis tiene que apuntar forzosamente a las bases, a los fines y a los objetivos de la educación (Cap. II. Art. 3, 4 y 5 de la Ley 070).

En Cuba el juego de ajedrez es parte del currículo escolar. Allá creen que su práctica ayuda a la capacidad de pensar. El pensar es un proceso elaborador del pensamiento que es su producto. De los pensamientos enlazados coherentemente se infiere uno nuevo en lógica conclusión, surgiendo así el razonamiento.

Pero jugar ajedrez no es la panacea de la genialidad. Se tendría que estudiar el enfoque de Fischer, de Capablanca o de Spassky para aplicarlo didácticamente en la educación. No es suficiente que el maestro aprenda el movimiento de las fichas y lo trasmita mecánicamente a sus alumnos para transformarlos en genios constructores de robots exportables.

Áreas sensibles como la educación sexual, la despatriarcalización en la familia, los enfoques políticos y otros requieren de un análisis detenido y discutido para que los programas sean consensuados con todas las entidades dedicadas a la educación y con las fuerzas vivas de la sociedad. Solo así la propuesta será sólida y válida. Increíblemente la infraestructura, la carga horaria, la secuencia lógica y psicológica de los temas parece no importarle al ministerio.

Veamos un ejemplo: un texto de Estudios Sociales da una visión política en forma unilateral de un hecho pasado que generó dos visiones: fue golpe o fue fraude. Imponer solo un punto de vista es negar la libertad y el derecho de los alumnos. Se adoctrina cuando se inclina hacia una sola posibilidad intentando persuadir al lector sobre la verdad de ese hecho. El objetivo es que él crea en la subjetividad del texto. Creer es fácil; pensar es difícil.

El adoctrinamiento es el asesino natural de la educación crítica. Hay que educar para que el alumno dude y piense, no para que obedezca y repita como un tarechi el dictado político.

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