El proyecto es tan importante para el sector cañero, afirma uno de sus dirigentes, que de no avanzar, como se estableció, compromete la expansión de la frontera agrícola cañera el próximo año con miras a la producción de azúcar y sus derivados

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17 de agosto de 2019, 6:00 AM
17 de agosto de 2019, 6:00 AM

El proceso de introducción de la gasolina formulada con aditivo vegetal (etanol) al mercado es más lento de lo previsto, admitió Cristian Choque, gerente de comercialización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

Esa situación, según el ejecutivo, incide en la compra de los volúmenes acordados con los ingenios sucroalcoholeros. Además, la estatal no cuenta con depósitos para albergar el alcohol anhidro.

Para subsanar eso, de acuerdo con Choque, pondrán en marcha este mes una nueva infraestructura de almacenamiento en la planta de Senkata de La Paz, otra en la refinería Palmasola de Santa Cruz, en septiembre y otra en la distrital de YPFB en Oruro, en octubre.

Estas acciones permitirán ampliar en más de 43 millones de litros la capacidad de almacenamiento destinada a combustibles líquidos, entre ellos el etanol, manifestó el ejecutivo. Una fuente ligada a los ingenios señaló que, durante mayo, junio y julio, YPFB adquirió un promedio mensual de tres millones de litros de alcohol anhidro.

La cifra, es muy lejana a los más de diez millones que debía adquirir la estatal por mes, para alcanzar los 150 millones de litros acordados para esta gestión.

La misma fuente indicó que hasta el 15 de agosto, YPFB había retirado tres millones de litros de etanol de los ingenios, por lo que estima que hasta finales del mes, adquiera el doble de alcohol comprado en julio. Y para septiembre, esperan que los volúmenes se tripliquen. El lento avance del etanol preocupa a los cañeros.

“Tenemos la confianza de que el proyecto despegue, aunque sea con el 60% u 80% de lo establecido en un principio. Esperamos que se cumpla, porque hemos destinado materia prima para hacer alcohol”, expresó Óscar Alberto Arnez, titular de la Comisión Nacional de Productores Cañeros de Bolivia.

El proyecto es tan importante para los cañeros, que de no avanzar como se estableció, compromete la expansión de la frontera agrícola cañera del próximo año con miras a la producción de azúcar y sus derivados, manifestó el dirigente de los agricultores. Para la zafra 2019 se sembraron 159.000 hectáreas de caña, 9.000 más de las cultivadas en 2018.

Eso, con el objetivo de cumplir con YPFB, según los cañeros.

Una tarea compleja

La introducción del etanol a las estaciones de servicio, sostuvo Choque, es una tarea compleja de coordinación con varios sectores como la asociación de surtidores, los transportistas, las plantas de almacenaje, los ingenios productores y la Agencia Nacional de Hidrocarburos.

Por su parte, Lili Fiorilo, presidenta de la Asociación Nacional de Surtidores de Bolivia, indicó que en las estaciones de servicio existe la buena predisposición de continuar comercializando este nuevo producto, cubriendo inicialmente el eje troncal, para luego continuar de forma gradual con el resto del país.

Según datos del Ministerio de Hidrocarburos, las ventas de la gasolina Súper Etanol 92 superaron a junio de 2019 los 21,1 millones de litros, mientras que las de la Especial 87 rebasaron los 61,1 millones de litros.