Los empresarios consideran que el próximo año se van a mantener similares condiciones económicas. El Gobierno anticipa inversiones por $us 5.000 millones

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18 de diciembre de 2017, 14:08 PM
18 de diciembre de 2017, 14:08 PM

A dos semanas de que concluya esta gestión,  los sectores productivos consideran que en 2018 la economía boliviana seguirá en desaceleración; es decir, crecerá, pero a menor ritmo. En este sentido, esperan que el Gobierno aplique medidas contracíclicas efectivas y de largo plazo que garanticen condiciones de desarrollo económico verdaderamente sostenibles.

Horacio Villegas, presidente de la Cámara Nacional de Industrias, alertó que de no tomarse medidas efectivas y oportunas, la desaceleración económica puede llegar a traducirse en un impacto negativo de proporciones importantes sobre la inversión, la producción industrial y la generación de empleo productivo y formal.

El presidente de los industriales mencionó que en 2017 el sector industrial manufacturero experimentó los efectos negativos de las resoluciones de incremento del 3% a la tarifa eléctrica y el incremento de hasta el 48% a la tarifa de gas natural.

Asimismo, la baja ejecución presupuestaria en 2017 afectó en gran manera a los constructores, pero tienen propuestas para el próximo año. Rodrigo Crespo, titular de la Cámara de la Construcción de Santa Cruz, indicó que el sector espera que se reviertan las tendencias de desaceleración que se están produciendo.

“Es fundamental trabajar para atender la agenda sectorial, que se mejoren los niveles de ejecución de la inversión pública y que se prioricen proyectos con altos efectos multiplicadores que permitan el crecimiento de la economía y sobre todo el empleo de los bolivianos”, enfatizó.

Crespo plantea el desarrollo de iniciativas basadas en el modelo de las Alianzas Público Privadas, al igual que buscar soluciones a los cuellos de botella que frenan o perjudican el desempeño de los agentes privados. 

El analista económico Carlos Schlink dijo que hay condiciones para que crezca la construcción en la próxima gestión. “Se espera una expansión de la actividad por el comportamiento de la banca, el déficit habitacional en el país, el crecimiento demográfico y la migración”, agregó.

Sin embargo, para los agropecuarios el panorama no es tan alentador. Estiman un crecimiento del 3% para la campaña de verano, considerada la más importante del año. Freddy Suárez, dirigente de la Cámara Agropecuaria del Oriente, afirmó que mientras no exista certidumbre el productor no invertirá y por lo tanto, no habrá crecimiento.

Entre las propuestas cree que el sector productivo necesita un puerto propio para exportar sus excedentes, mejora en las carreteras, seguridad jurídica de las tierras para invertir, lucha contra el contrabando, uso de semillas mejoradas y libre exportación.

En la misma línea, los exportadores creen que Bolivia debe aprovechar las oportunidades y para ello se requieren políticas de reactivación económica y venta externa sin restricciones. Oswaldo Barriga, presidente de la Cámara de Exportadores de Santa Cruz, dijo que llegó el momento de trabajar de manera intensa en la oferta exportable y el acceso a nuevos mercados. “Hay que trabajar en aquellas políticas que hoy le ponen una camisa de fuerza a las exportaciones”, enfatizó. 

Prevén más inversión
La ministra de Planificación, Mariana Prado, dijo que la inversión pública para la próxima gestión está estimada en $us 6.200 millones, cifra que está prevista en el Presupuesto General del Estado y un crecimiento económico del 4,7% respecto al Producto Interno Bruto.

 El Gobierno anticipó la ejecución de grandes proyectos de infraestructura para lo cual se prevé que el país se endeude en cerca de $us 5.000 millones.