En el país la oferta es de 333.744 toneladas. Pero la demanda llega a 530.000. El saldo se cubre con la importación formal e informal. Las plagas desanimaron, pero los agricultores esperan tener un mejor año 

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25 de febrero de 2018, 4:00 AM
25 de febrero de 2018, 4:00 AM

Benjamín Fernández se saca sus abarcas y de un brinco pasa un charco de fango del camino que lleva a su campo de arroz. Son cinco hectáreas de espigas doradas que están listas para su cosecha. “Espero que este año dé ‘bonito’, porque venimos fracasando desde hace tres años”, dice el productor de la localidad de Yapacaní.

Ese municipio tiene una larga tradición arrocera, pero  las enfermedades, el  mal tiempo, el bajo rendimiento de los suelos y hasta el contrabando mermó la producción de la localidad. “Ya mi padre decidió no sembrar más el próximo año”, dijo Martín  Reynoso, otro productor de la región.

De acuerdo con datos de la dirección de Desarrollo Agropecuario de Yapacaní, los rendimientos cayeron de 5 a 2,8 toneladas por hectárea. En esa zona, de forma anual, se producen cerca de 40.000 hectáreas del cereal.

“Tenemos mayor superficie, pero todos nos ganan en rendimiento”, dijo Antonio Sempértegui, director de esa unidad municipal.

Expertos consultados indicaron que la realidad de Yapacaní es un reflejo de lo que pasa en varias zonas productoras, con excepción de San Juan de Yapacaní; que usa el sistema de producción a riego  que mejora el rendimiento.

Por los factores mencionados,  la producción nacional no cubre la demanda interna del país.

Cifras del  Centro de Investigación Agrícola Tropical (CIAT) señalan que en  la gestión 2016-2017 se produjeron  333.744 toneladas del alimento, pero la demanda nacional fue de 530.000 toneladas.

El saldo del requerimiento se cubre con las importaciones y el contrabando, aseguran productores.

Las compras legales del exterior en 2017, según datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), fueron 22.519 toneladas. 

“El contrabando cubre el déficit de la producción arrocera nacional”, coincidió Luis Alberto Alpire, secretario de Desarrollo Productivo de Santa Cruz.

Agricultores como Fernández son los más  afectados. “Nos está matando el precio, y no podemos vender barato”, aseguró.

En el mercado, el quintal de arroz brasileño está entre Bs 270 y 290, pero el nacional está a Bs 300. Desde la Aduana se indicó que debido a las actividades que cumplen sus autoridades en otras regiones, brindarán información respecto al tema esta semana. 

 

Mejorar rendimiento

Juana Viruez, experta del CIAT,  señaló que el mayor problema del cultivo es la actual producción en secano (sin riego).

“Los países que usan riego, como Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Chile hay excedentes, los que trabajan en secano les falta. Este es el caso del país”, afirmó.

Agregó que el CIAT trabaja en la mejora de los rendimientos del cereal mediante nuevas variedades de semillas. Además transfiriere tecnología y capacita a los productores en el manejo agronómico de sus suelos.

La productora y agrónoma, Salomé Tupa, acotó que el sistema secano es muy dependiente del cambio climático, por lo que es necesario buscar nuevos sistemas. 

Detalló que otros  problemas del sector son que solo un 25% de los productores usa semillas certificadas y pocos acceden al crédito.

Además, agregó que en la zona de San Pedro algunos agricultores dejaron la actividad y vendieron sus parcelas, o simplemente han migrado al cultivo de soya.

Otras expertos en agronomía,  indicaron  que otro factor que reduce los rendimientos del arroz es el mal manejos de los suelos.

En el  municipio de Yapacaní indicaron que trabajan en programas de apoyo a los agricultores. “Si no adoptamos otras tecnologías, la producción desaparecerá”, señaló Sempértegui.