Situación. Los diarios son los más castigados en el Gobierno del presidente Morales con 13 leyes, sanciones y acoso tributario

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9 de diciembre de 2018, 4:00 AM
9 de diciembre de 2018, 4:00 AM

Un estado de fragilidad financiera debido a la exclusión de la publicidad estatal, la obligación de difundir avisos gubernamentales sin pago por el servicio y la elevación de costos de materiales y salarios, impedirá el pago del doble aguinaldo en el sector, anunció la Asociación Nacional de la Prensa de Bolivia (ANP) que representa a los principales medios impresos.

A diferencia de sectores privados que recibieron estímulo a sus actividades empresariales, los diarios bolivianos enfrentan la mayor presión financiera derivada de una baja en ventas, constantes multas por supuestas faltas tributarias y sanciones de entidades recaudadoras de la seguridad social y del Ministerio de Trabajo por temas relacionados a caprichosas normas de seguridad industrial.

Las presiones del Gobierno y los legisladores del partido oficialista se expresaron en leyes y decretos que provocan pérdidas a los diarios de manera sistemática, mientras se ahuyenta a los anunciadores privados con advertencias de procesos tributarios por publicar avisos en medios independientes. Durante la aplicación del primer doble aguinaldo, en 2013, la mayoría de los diarios obtuvieron préstamos de bancos comerciales y hasta el momento varias empresas continúan pagando intereses y capital por dicha obligación, señala la ANP que resume en un informe las dificultades de sus asociados.

Diarios pagan en especie

Las presiones financieras expresadas en 13 leyes aprobadas por la bancada oficialista y promulgadas por el Poder Ejecutivo, impusieron medidas arbitrarias como la publicación de avisos de gran dimensión sin pago alguno a los medios impresos.

Cada periódico debe destinar grandes espacios en páginas preferenciales, a colores para cumplir las 13 leyes y rechazar las solicitudes de anunciadores privados que eligen páginas exclusivas por su valor comercial.

El resultado inmediato es la pérdida del ingreso y del cliente que desiste de realizar anuncios en el medio. Las pérdidas son incalculables desde octubre de 2010 cuando el Gobierno impuso la primera medida de los avisos gratuitos en la Ley Contra el Racismo, y desde entonces 12 leyes más se sucedieron en una permanente confiscación de recursos.

Los avisos gratuitos se convirtieron en un tributo en especie, propio de la época colonial. Al margen de los diarios, ningún otro sector es castigado con este tipo de obligación, describe la ANP. La publicación de avisos gratuitos se asemeja a un aporte en panes, en el caso hipotético de un panificador; y de vehículos a favor del Estado, en un caso simulado en el sector automotriz. Esta modalidad fue eliminada al haberse creado el impuesto como mecanismo para el aporte de los ciudadanos al Estado, pero en el caso de los medios de información bolivianos continúa vigente.

Los entes sindicales de trabajadores de la prensa han guardado silencio con respecto a las presiones que sufren los medios privados, y olvidaron que la defensa del empleo es fundamental para la estabilidad salarial y las fuentes laborales, agrega la ANP.

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