El nuevo titular de la entidad fue elegido el pasado fin de semana para dirigir al sector pecuario hasta el año 2020

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27 de febrero de 2018, 4:00 AM
27 de febrero de 2018, 4:00 AM

Admite que está ante el  reto más importante de su carrera dirigencial. Con voz firme, Óscar Ciro Pereyra, nuevo presidente de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), habló sobre los nuevos retos que encarará en los próximos dos años al frente de una de las instituciones más importantes de Santa Cruz. Consolidar la exportación de carne es el  principal objetivo del administrador de empresas y ganadero de cuna. “Vengo de una familia de más de 80 años de tradición”,  afirma.

 

 ¿Estar a la cabeza de Fegasacruz es uno de sus mayores retos que asume?

Sin duda,  yo creo que todo ganadero tiene las expectativas de dirigir una institución como Fegasacruz. Los retos son muy grandes y tenemos la predisposición para todos los proyectos que se vienen desarrollando en el sector ganadero.

 ¿Cuáles son estos proyectos de los que habla?

Vamos a trabajar mucho en la exportación de la carne. Tenemos que desarrollar un programa sanitario, que sea auditable. Esto significa que debemos trabajar con todas las instituciones que hacen parte del sector ganadero: la CAO, Senasag, Gobernación, en fin, todas ellas. Porque creemos que debemos tener un plan sanitario auditable, porque si no, no hay exportación de carne.

 ¿A qué se refiere con tener un plan auditable, acaso el que hay no es bueno?

Existe un plan sanitario bueno, pero las exigencias internacionales para pretender exportar carne son mayores. En eso es lo que debemos trabajar como sector para adecuarnos a esas exigencias internacionales.

 El abigeato preocupa al sector ¿Cómo encarará su directiva este fenómeno?

En este tema pasa de todo. Comenzando por el tema normativo: el control del faenado, porque si no hay un control es mucho más fácil delinquir. Existen los controles, pero hay mucho faenado clandestino. Por eso, vamos a entrar en contacto con las alcaldías de cada sector. Al ser un producto de consumo masivo, su origen debe ser más controlado. En especial, en municipios como Buena Vista, Montero, Portachuelo, toda la zona norte, en donde este fenómeno es más constante.