Análisis. La titular de la administración aduanera deja entrever que el Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando restó operatividad a la institución. Ve necesidad de cambios normativos

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3 de febrero de 2019, 4:00 AM
3 de febrero de 2019, 4:00 AM

La presidenta de la Aduana Nacional de Bolivia hace una radiografía de 2018, a la que calificó de positiva por las buenas recaudaciones que se lograron. Admitió que el talón de Aquiles es el control del contrabando; empero, dijo que ahora esa tarea es reforzada con el viceministerio del área. Está nueve años en el cargo y sostiene que se necesita hacer cambios sobre la marcha a la Ley de Aduanas y modernizarla.

 En el tema de recaudación, ¿cuáles fueron los resultados en 2018?, ¿mejoraron, se mantuvieron o decayeron?

En 2018 estábamos con menos del 1% y hemos logrado revertir los indicadores al gestar, desde septiembre, las aduanas especializadas, donde se hace el control de mercancías, específicamente de la zona Franca de Iquique (Zofri) en Chile. Se ajustó el tema del valor, tuvimos conflictos sociales, pero al final se logró revertir los primeros indicios. En 2018 logramos un incremento total del 5,3% en la recaudación y este se tradujo en Bs 746 millones. Esperemos seguir con esta tendencia. Solamente en el primer mes estamos con 31% de recaudaciones más comparado con igual periodo de 2018, que fue una gestión positiva.

¿Cuáles fueron las fortalezas y las debilidades en 2018?

La debilidad o el mayor problema que enfrentó la Aduana Nacional de Bolivia fue el contrabando, especialmente en la frontera. Entiendo que ahora se está mejorando más con el Ejército, con un viceministerio al mando. Nuestra mayor fortaleza, en algún momento, fue la Unidad de Control Aduanero (UCA). Teníamos una mayor movilidad. Hoy solo contamos con puntos de control. Pero hay que seguir mejorando, y nos referimos a los controles. Hablamos de una Aduana automatizada. No tenemos todos nuestros equipamientos para seguir moviéndonos en el tema de control.

El sector privado se queja mucho de este problema, ¿cómo mejorar el rol de la Aduana en la lucha contra el contrabando?

Buscamos el equilibrio para que el empresario tenga una mejor percepción de la Aduana y garantizarle que su mercadería salga lo más rápido. Implementaremos controles y esto implica luchar contra el contrabando, porque ellos dicen que hay mucho. Pero les estamos ayudando con el tema de la valoración de productos chinos como los que llegan de Zofri, que generalmente tienen precios subvaluados. Haremos una mejor gestión de riesgo, estamos proponiendo tener un mismo origen, jugar con algunas variables. Tenemos varias alianzas, entre ellas está la Unidad de Investigación Financiera (UIF) y la ASFI, con las cuales podemos identificar un mejor perfil, porque estamos viendo que hay personas que actúan como palos blancos, hacen importaciones sin tener la capacidad económica. Identificamos heladeros, porteros que importan hasta $us 1 millón. Lo que hacemos inmediatamente es reportarlo a la UIF.

El presidente anunció una lucha contra el contrabando en 25 frentes. ¿Cómo apoyará la Aduana esta iniciativa?

Vamos a intervenir en el segundo cordón de seguridad. El primero corresponde al Ministerio de Defensa. Ellos están destruyendo los caminos clandestinos. Y nosotros estamos con 18 puntos de control en carreteras autorizadas. Estamos en puntos emblemáticos como Guaqui-Puente Español. Ahora el desafío mayor está en los allanamientos en ciudades. Es un trabajo que haremos de forma más directa.

Estamos entrando a controlar a través de denuncias. Operamos con orden de un juez y un fiscal. Hacemos seguimiento de los camiones, es decir, si un camión que es detectado o no pasó por los puntos de control intermedios, seguro es contrabando. Decomisamos, establecemos un acta, los dueños pueden presentar documentos. Después de una sentencia ejecutoriada, el producto pasa al Ministerio de la Presidencia y luego se procede a rematarlo.

¿Cómo es la relación con el sector privado?

Es una relación positiva. En todo lo que avanzó la Aduana fue en comunicación con el sector privado. Estamos en casi todos los departamentos, excepto Pando y Beni, donde cada mes se realizan mesas de trabajo para intercambiar información, escucharnos y atender las quejas. Pero la Aduana es solo operativa, no normativa, y esa es una de las limitantes. Usted me preguntaba cuál era la debilidad de la Aduana, le diría el poco personal que tenemos. Trabajamos 24/7, operamos de noche en turnos cerrando tránsitos y lo que hacemos es compensar con descansos. Es como si trabajara en un aeropuerto, y es un sacrificio muy grande. Los datos que logramos de alguna manera van a permitir al Gobierno evaluar, porque necesitamos más ítems para seguir trabajando. Con las aduanas automatizadas vamos a liberar esos ítems para grupos de respuestas inmediatas.

¿Cómo está el proceso de modernización tecnológica?

Se tiene una mejor visión en el uso de medios no intrusivos como los escáneres, que están en los aeropuertos. Tenemos para camiones, uno está en Lagunas, a cinco kilómetros de Tambo Quemado. Dos en Puerto Suárez y otro en Patacamaya. La idea es mejorar. Incrementamos la información anticipada para poder identificar si la persona es de riesgo o no.

Está nueve años a cargo de la institución, ¿en qué avanzó y qué está pendiente?

Hallamos una Aduana con una intervención política fuerte, y el presidente Evo Morales dice no a la politización. Y empezamos a trabajar en ese paraguas, ¿qué se ha rescatado?: el factor humano. La gente que no fue usada técnicamente logró ocupar cargos de gerente regional, jefe de unidad, ya por un tema de capacidad. Incluso ya hay gente formada para asumir la presidencia de la Aduana. ¿Qué tenemos pendiente? La revisión de la Ley General de Aduanas, porque data de 1994; es muy antigua, hay que modernizarla, porque no tenemos algunas declaraciones que hoy se usan en otros países, como declaraciones anticipadas que nos permitan hacer una mejor evaluación. Todavía no podemos obtener información adelantada de Migración. Este es un trabajo de largo aliento, entiendo que se está trabajando y veremos en el tiempo que eso podría ayudar mucho. Hay que actualizarla en temas de corrupción y que los despachos aduaneros se hagan de forma más ágil.

PERFIL

Es auditora financiera de profesión, especialista tributaria, con maestrías en Auditoría y Control Financiero; Planificación y Estrategia Nacional en Seguridad con especialización en Defensa y Desarrollo y maestría en Ciencias Económicas Internacionales e Integración. Realizó diplomados en Economía del Sector Público y Gestión de Proyectos del Banco Mundial. Hizo cursos de especialización del BID.

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