El titular de Avipar, Winston Ortiz, señaló que la industria oleaginosa quiere vender a $us 342 la tonelada de soya   

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25 de enero de 2018, 4:00 AM
25 de enero de 2018, 4:00 AM

La posición de los sectores de Cochabamba es la de querer mantener el actual sistema de control de cupos y precios, lo que provocaría un desequilibrio entre los actores de la cadena productiva oleaginosa. Los sectores avícolas y lecheros reciben la harina de soya a un precio diferenciado, que genera un subsidio, indicó Guillermo Ribera, presidente de la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia (Caniob). 
El dirigente respondió de esa manera a los productores cochabambinos, que ayer se declararon en emergencia rechazando la supuesta intención de las industrias oleaginosas de elevar el precio del grano de soya un 26%.


Cabe recordar que actualmente el mercado interno de la harina de soya y cascarilla se encuentra regulado por el Ejecutivo, mediante una resolución biministerial que, a su vez, firma convenios con las industrias, determinando los cupos y precios, que las empresas deben cumplir.


“Durante el transcurso de las diferentes reuniones sostenidas en las últimas semanas con los distintos sectores y el Gobierno, las industrias representadas por la Caniob expresaron su voluntad de llegar a consensos y acuerdos con los eslabones de la cadena productiva oleaginosa, para poder establecer mecanismos para la liberación del mercado para el grano de soya y sus subproductos”, manifestó Ribera.


Las industrias oleaginosas compran todo el grano de soya que se produce en el país. A pesar de ello, la producción primaria es insuficiente para cubrir la capacidad instalada de molienda, generando un déficit de alrededor de 1,9 millones de toneladas de grano, según la Caniob.


Con posiciones distintas


El presidente de la Asociación de Avicultores de Pollos Parrilleros (Avipar), Winston Ortiz, explicó que el desacuerdo por el tema de precios se originó por un aumento que hizo la industria de $us 260 a $us 304 la tonelada de soya, luego de una reunión.


“Hicimos notar que era un precio elevado y demostramos con una metodología que usaba el Gobierno, que es la más real, tomando en cuenta los precios internacionales en la bolsa de Chicago, que el precio debía ser $us 281 por tonelada”, dijo Ortiz.  


Luego de haber llegado a un acuerdo (con un precio de $us 281), en la reunión del martes, la industria (aceiteras, CAO, Anapo, Cadex y Capo) presentó un nuevo costo, esta vez de $us  342 por tonelada, que no es favorable para los avicultores, sostuvo Ortiz.  


Por su parte, el presidente de la Asociación Nacional de Avicultores (ANA), Ricardo Alandia, manifestó que la harina de soya valía $us 264 la tonelada según la banda de precios hasta diciembre, porque el precio del grano de soya de verano siempre es más barato que en invierno, debido a que se siembra menos grano y para semilla.


A decir de Alandia, para que se promulgue el decreto de libre exportación de soya, el presidente Morales pidió que haya un consenso entre privados para fijar el precio de la harina de soya. 


“Nosotros dijimos podemos ponernos de acuerdo, lo que había que hacer era mejorar el mecanismo que nos permita fijar el precio justo para cada semestre. ANA había negociado con la industria y llegamos a un precio de $us 304. Eso era negoción interna, no el decreto”, sostuvo Alandia.