El gerente del sistema Coca Cola en Bolivia conversó con EL DEBER sobre su trabajo y su vida personal. Es paceño pero vive en Santa Cruz, ciudad en la que destaca el espíritu innovador y que la gente está dispuesta a asumir más riesgos

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5 de agosto de 2018, 4:00 AM
5 de agosto de 2018, 4:00 AM

Pide una Coca Cola cero para combinar con un café en una mesa de la terraza del hotel Los Tajibos en un Desayuno con…EL DEBER. Lo primero que también consume cuando llega a su oficina, entre las 7:30 y 7:45, es una gaseosa de su marca en la que ha trabajado 14 años. Habitualmente toma tres botellas de la bebida sin azúcar por jornada, también consume varias veces Vital, la que define como “la mejor agua de Bolivia”. Es Guillermo Gonzales Quint-Reina, el administrador de empresas nacido en La Paz hace 50 años y que gerenta el sistema Coca Cola Bolivia desde Santa Cruz hace poco más de dos años.

Su jornada arranca en el gimnasio de 5:30 a 6:30, desayuna huevos duros como proteínas, va a su oficina donde comienza leyendo EL DEBER, almuerza allí ensalada con pollo o un sándwich y trabaja generalmente hasta las 19 horas.

Es hijo de un coronel, también de nombre Guillermo, quien tuvo con su madre seis hijos. Él es el quinto, de tres varones y tres damas, entre los que hay arquitectos, ingenieros y biólogas. El bachillerato lo obtuvo en 1987 con la promoción “Pumas” en el colegio jesuita San Ignacio de Loyola, del barrio de Següencoma. Cursó la carrera de administración de empresas en la Universidad Católica Boliviana. Entre sus docentes recuerda a Alexandro Blacutt, Adhemar Guzmán y Alfonso Ibáñez, con quien cursó la materia de estrategia. También le hubiera gustado estudiar agronomía. Está casado desde hace 24 años con Milena Garafulic, con quien tiene dos hijos: Guillermo, de 18 años, que estudiará ingeniería mecánica en EEUU, y Marco Antonio, de 17 años.

En su primer empleo ganó un sueldo de Bs 1.000 y fue en Multiplan del BBA, que era una empresa que daba créditos. Apenas terminó el último semestre y su tesis de universidad formó parte de La Boliviana de Seguros como asistente del gerente general. También trabajó en un proyecto del Banco Mundial para el desarrollo de la parte administrativa de la Caja Nacional de Salud. Durante cinco años gestionó en Santa Cruz el diario El Nuevo Día. “Fue un gran desafío competir con EL DEBER y gerentar una empresa con más de 150 personas en un sector difícil, pero aprendí muchas cosas, sobre todo resiliencia y sentido de justicia”.

Antes de esa etapa había cursado un MBA en el Incae de Costa Rica y después de gestionar el diario incursionó en proyectos agroindustriales para finalmente llegar a Coca Cola. “Le di mi currículum a una amiga que trabajaba en la empresa y me contrató Juan Ortega Landa, que era gerente. En ese momento entré como administrador de un distrito. Veía la parte comercial de las plantas que no eran del área troncal; es decir, Oruro, Sucre y Beni. En una siguiente etapa estuve como segundo de la compañía en Bolivia y me quedé como ejecutivo cuando mi jefe se fue a Argentina. Estuve un año y medio y me fui a la parte comercial de Coca Cola Perú durante cuatro años, con la invitación de un boliviano, Humberto Zogbi. Los dos últimos años veía Paraguay, Bolivia y Uruguay. Me picó el bichito de aprender y me fui con Coca Cola a Centroamérica. Estuve a cargo los dos primeros años de Guatemala y Nicaragua. A los dos años hicieron una reestructuración y me quedé a cargo del desarrollo de nuevas bebidas para seis países de Centroamérica. Aprendí que los bolivianos podemos triunfar en cualquier lugar. Bolivia es un mercado más pequeño, pero complejo por sus distintas realidades y contextos. Hacer negocios aquí es una buena escuela”.

Tienen más de 3.000 empleados

En el sistema Coca Cola trabajan aquí más de 3.300 personas y genera en total con los empleos indirectos alrededor de 15.000 a escala nacional. Las ventas alcanzan 150 millones de cajas unitarias y Bolivia es el cuarto país de la región, integrada también por Argentina, Chile, Perú, Paraguay y Uruguay. “Hemos tenido un crecimiento muy vigoroso en los últimos diez años y no tan vigoroso en los últimos dos. Para mantenerlo apostamos a la innovación, con nuevas categorías de bebidas, alimentos y hemos incorporado Ades. Los hábitos de consumo han cambiado de manera acelerada. Coca Cola se caracteriza por conocer muy bien al consumidor. Tenemos estudios cada mes que nos dicen cómo está el ánimo del consumidor o con qué frecuencia cambia, su predisposición al gasto o al ahorro. El boliviano está ahora propenso al ahorro. Su estado es de cautela. No está pesimista, pero tampoco optimista”.

Guillermo Gonzales hace notar que Coca Cola se está transformando en una compañía total de bebidas, invirtiendo mucho en la marca emblema y en bebidas gaseosas, jugos y aguas. Acaban de hacer una inversión importante en una fábrica para hacer jugos con Embol.

Sobre sus competidores, opina que las empresas líderes deben ayudar a subir el nivel de la industria y la compañía está más activa que antes. “La red troncal es donde hay más consumo. Santa Cruz es la plaza de mayor crecimiento y donde la gente está más dispuesta a asumir riesgos e innovaciones”.

Su sello es la cercanía

Sobre su estilo gerencial lo define así: “Algo que me distingue en el equipo es la determinación. Estoy dispuesto a tomar riesgos y hacer cosas nuevas. La otra cosa es la cercanía con la gente y la política de puertas abiertas. Mi principal virtud es que podemos tener diálogos transparentes. Es mejor decir las cosas como son. La gente conoce las cifras y prioridades de la empresa. Estamos hablando mucho de cultura, de la sombra del líder, que la gente tenga mucha curiosidad, empoderarla, que tome decisiones e integrar la diversidad de pensamientos, de género, de edades. El progreso antes que la perfección. Si se busca la perfección no se toman decisiones ni se avanza. El liderazgo en ciertos niveles es lo que hace que la compañía funcione bien o mal. Un grupo de personas puede hacer que la organización entera rinda, que esté motivada, enfocada y con objetivos claros”.

En su estructura el trabajo es matricial. Cuenta con un gerente de marketing y una gerencia técnica que también ve otros países, una responsable de relaciones públicas y una financiera. La parte de soporte viene de Argentina y Chile. “Tengo tres tipos de rutina con mi equipo directo. Todos los lunes en la tarde revisamos la evolución de los principales indicadores de negocios y ventas, lo que nos permite corregir en el corto plazo lo que está yendo mal. Después tenemos reuniones trimestrales para asegurarnos que las prioridades estén en forma. Y tenemos las reuniones de directorio del área de la región para dar un reporte una vez al mes a Argentina sobre cómo está Bolivia”.


Dice que quisiera jubilarse en Coca Cola porque le encanta, adelanta que también le gustaría en el futuro encarar un emprendimiento propio. “Me gusta lo que hago, pero hay que estar abiertos. El agro me gustaría y en Bolivia hay muchas oportunidades. Santa Cruz es un departamento espectacular”.


Vacaciona una semana por año y su plato preferido es el asado con ensalada y la sopa de maní. Cocina paella y acostumbra hacer vida social, sobre todo con sus amigos con los que cena los fines de semana. “El deporte es parte de mi vida. Fui futbolista de la selección de mi colegio”. Es hincha de The Strongest.