Negocio. Lo trascendente de la operación es la apertura de mercado para 17 especies maderables no tradicionales  que en Bolivia registran bajo valor comercial. Cuba irrumpe   en el portafolio de mercados de exportación del sector. Zafra maderera genera expectativa

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24 de junio de 2018, 4:00 AM
24 de junio de 2018, 4:00 AM

Los oscuros nubarrones que hicieron sombra al complejo productivo forestal de Santa Cruz empiezan a disiparse. Operadores primarios e industriales de este sector cerraron una operación de comercio exterior con empresarios de Cuba y tres países asiáticos –China, Vietnam y Malasia– por valor de $us 30 millones. La exportación, en volumen, representa 60.000 metros cúbicos de madera, en mayor proporción aserrada, que desembarcará en industrias de muebles de dichos países.  

A decir del presidente de la Cámara Forestal de Bolivia (CFB), Diego Justiniano, la operación de intercambio comercial a Cuba y a los mercados asiáticos se concretó en el marco de las estrategias de promoción y búsqueda de nuevos mercados y visitas de negocio que encabezó en esos países y que fueron comprometidas en su plan de gestión, en febrero, cuando asumió la presidencia de la institución.  

 Aclaró que lo trascendente de la negociación con dichos países es la apertura de mercados para 17 especies maderables alternativas, no tradicionales, que en el mercado interno alcanzan bajo valor comercial. La inclusión de Cuba al portafolio de destinos para la oferta exportable forestal es otra variable sobresaliente. 

El producto maderable que se venderá al exterior corresponde a la producción de 2017, que se estima ronda 100.000 metros cúbicos acumulada en aserraderos y unidades de transformación. 

“El propósito de la exportación es desahogar las instalaciones productivas con miras a la zafra maderera 2018 prevista para julio e incentivar una mayor producción de especies maderables alternativas entre los actores del sector que cuentan con planes de aprovechamiento del bosque”, indicó Justiniano, al agregar que los principales beneficiarios de la exportación son las comunidades indígenas y campesinas.  

Gobierno de regulación  
Desde la dirección ejecutiva nacional de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierras (ABT), Rolf Köhler calificó de positiva la exportación tomando en cuenta que se trata de excedentes de la producción forestal de 2017. 

Cree que esta operación aliviará la economía del sector forestal y ayudará a disminuirse la saturación de madera en el mercado nacional y en las unidades de transformación para que los productivos alcancen mejores precios en la relación comercial con los usuarios. “La única forma para que este sector salga de la crisis pasa por un fuerte proceso de industrialización, búsqueda y explotación de nuevos mercados de exportación”, dijo Köhler. 

Detalló que la ABT, en su política pública de apoyo al sector forestal maderable, viene promoviendo la desburocratización y la simplificación de instrumentos de gestión que se otorgan al sector e incrementó más del 1.600% el valor de los Certificados Forestales de Origen (CEFO) para la importación de muebles de melamínicos para promover las exportaciones forestales nacionales y disminuir las importaciones. “La internación de este tipo de mercancía, principalmente de Brasil, decreció un 50%”, dijo. 

En la actualidad, el sector forestal maderable de bosques genera un movimiento económico por ventas en el mercado nacional y exportación por más de $us 299 millones anuales y genera, al menos, 122.000 empleos. 

Según la ABT, de darse un crecimiento de 9 a 17 millones de hectáreas bajo manejo con planes forestales –Bolivia dispone de 52 millones de hectáreas de bosques– y la incursión del sector forestal en plantaciones forestales comerciales en 247.000 hectáreas en Santa Cruz se generarían divisas por más de $us 2.000 millones anuales para el país en la próxima década.

Desde la perspectiva del coordinador de la Asociación Forestal Indígena Nacional (AFIN), Neil Aponte, la noticia de exportación de especies maderables alternativas es muy relevante para las más de 300 comunidades indígenas del norte de La Paz, Pando, Beni, Santa Cruz,
Cochabamba y Tarija, que cuentan con planes de manejo del bosque y que en los últimos años han sufrido un deterioro de su economía por la crisis global y forestal en el país. 

En su criterio, la diversificación de mercados externos mejora los precios para el primer eslabón de la cadena –productores–, venidos a menos por el flojo desempeño de construcción de obras civiles públicas y privadas y el reemplazo de madera por cerchas metálicas, melamínicos y tableros de aglomerados. 

Vistazo sectorial  

Para la gerenta técnica del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), María Esther Peña, los países asiáticos representan un mercado potencial enorme por su densidad poblacional y su economía emergente. Para la madera, China representa un mercado importante, dado que cerca del 20% de las exportaciones se dirigen a este país ; también se exporta a la India y a Vietnam. 

A juicio de Peña, el negocio se da  gracias a un trabajo público-privado y cree que las ventas externas de 17 nuevas especies madereras a China, Malasia, Vietnam y por primera vez a Cuba traerán grandes beneficios para el sector y la economía nacional, ya que generará divisas para el país, empleos e incentivos para aumentar la inversión. 

Zafra maderera 
Sector mantiene prudente optimismo


Con datos de la CFB, este año se prevé dar inicio a la zafra maderera el próximo mes, siempre y cuando, a decir del gerente general , Jorge Ávila, el clima y las condiciones técnicas y legales continúen siendo favorables como en los últimos años; se proyecta un aprovechamiento de 1,8 millones de pies cúbicos de madera. En 2017 cerró con 1,3 millones de pies cúbicos.

Ávila aseguró que las expectativas de repunte de la economía forestal este año son prudentes pese a las perspectivas de producción. En el ámbito de la regulación sectorial indicó que los mecanismos burocráticos fueron superados en casi un 100% y que hoy la dinámica productiva está en buenos términos desde el punto de vista de la gestión pública. “No hay motivos para que la producción no fluya de manera adecuada”, puntualizó  Ávila. 

Aclaró que la reactivación del sector está condicionada al freno de las importaciones, tomando en cuenta que el 85% de la producción de madera se destina al mercado interno y un 15% tiene destino a mercados de exportación. “Se debe regular de mejor manera la internación de productos maderables”, sentenció. 

Ávila destacó el ingreso de Cuba al portafolio de mercados emergentes para el sector forestal. Según él, la hotelería de este país se presenta con alto potencial de negocio para explorar. 

 

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