El mandatario anticipó el descubrimiento de un megacampo de gas, pero esto no se dio. El pozo llegó a los 7.860 metros y se extenderá a los 8.000; solo se halló una formación con vestigios de hidrocarburos. Un exministro critica política exploratoria

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12 de enero de 2019, 6:00 AM
12 de enero de 2019, 6:00 AM

El presidente Evo Morales mostró ayer dos rostros al público. Uno de optimismo y otro cauto. Estas expresiones se dieron en escenarios diferentes. El primero fue en Palcoma, en La Paz. Allí Morales llegó para entregar una cancha. En este acto, casi eufórico anticipó el hallazgo de un megacampo de gas, en pleno Chaco tarijeño, fruto de la perforación del pozo Boyuy X2. Pero esto no se dio.

Ya en el segundo escenario, Tarija, el jefe de Estado anunció, después de la inspección del pozo, de forma moderada, que la perforación del proyecto llegó a 7.860 metros, hasta la formación Humampampa, en donde se encontró areniscas con vestigios de gas. No hubo la buena nueva que tanto se esperaba.

De hecho Evo lució preocupado. No es para menos, en la víspera se conoció que dos entidades del Estado brasileño, la Agencia Nacional de Petróleo (ANP) y el Ministerio de Minas y Energía, observaron la capacidad del país como proveedor de gas y recomendaron al Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE) reducir el volumen de gas que importan desde Bolivia.

“Hay mucha incertidumbre por los volúmenes a incorporar a las reservas de Bolivia, siendo un obstáculo para la renovación del contrato de suministro”, afirmó un estudio encargado por el ministerio brasileño, y que la ANP usó para recomendar reducir los volúmenes de importación.

Tras concluir la inspección técnica al pozo Boyuy X2, el presidente interino de YPFB, Óscar Barriga, evitó hablar sobre las dudas que surgen desde Brasil.

Barriga y el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, se dirigieron a un ambiente de la plataforma del pozo para almorzar. No hablaron con la prensa.

La caída de la producción de gas natural y de las exportaciones a Brasil y Argentina son una “papa” caliente para el Gobierno.

No se halló nada

El exministro de Hidrocarburos Guillermo Tórrez sostuvo que llegar hasta la formación Humampampa y alcanzar una profundidad considerada como algo inédito por el Gobierno, no garantiza el hallazgo de gas.

Explicó que a nivel geológico es difícil encontrar gas a estos niveles, y que se requieren de estudios adicionales para determinar la existencia real del carburante.

Cuestionó la política exploratoria de YPFB, a la que consideró “como un fracaso, “y sostuvo que el país no está en condiciones de lograr un contrato de largo plazo.Además, dijo que se lograrán contratos pequeños, y que desde 2019 los ductos que transportan gas a Brasil operarán a un 30%.

Sobre Boyuy, el experto en hidrocarburos Álvaro Ríos explicó que desde hace tres semanas se sabía que se había sobrepasado los 7.000 m de profundidad.

Coincidió con Tórrez en que no hay descubrimiento porque se tienen que hacer pruebas en el pozo para verificar si existen reservas en caudales comerciales.

“Había mucha expectativa. Se buscaban tres niveles productores con cerca de 3 TCF, pero por la geología no se dio”, explicó Ríos.

El gerente de Exploración de Repsol, Víctor Goitia, confirmó a EL DEBER que en febrero se alcanzarán los 8.000 metros de profundidad y que se harán pruebas de producción para saber si Boyuy tiene volúmenes comerciales de gas natural. Este pozo tuvo una inversión de $us 110 millones.

“En mayo tendremos los resultados”, prometió el ejecutivo. Hasta esta fecha, se sabrá si Boyuy es un megacampo, o no.

La cifra

10,7
TRILLONES DE PIES CÚBICOS

Son las reservas probadas de gas de Bolivia. Según expertos, el país necesita 4 TCF para cubrir sus mercados

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