Tiene más de 700 artículos de 23 empresas nacionales. El sector privado pide que no se subvencionen los precios

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2 de agosto de 2019, 4:00 AM
2 de agosto de 2019, 4:00 AM

Un nuevo actor ingresa a la dura competencia que hay entre los supermercados en Santa Cruz.

Se trata de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), que abrió su primer establecimiento en la ciudad, con productos de la canasta familiar con el sello “hecho en Bolivia”; es decir, que esta iniciativa estatal busca incrementar el consumo de productos de las empresas nacionales.

Fabiola Cruz, gerente de comercialización de Emapa, informó que son más de 20 las empresas que ofertan más de 700 productos alimenticios, bebidas, textiles, entre otros, en este ‘Súper Emapa’ y a bajos precios. Por ejemplo, el quintal de arroz viene con descuento de entre Bs 3 y 5.

Otra característica de este supermercado es que cuenta con personal capacitado para apoyar en el uso de la Billetera Móvil y que así los clientes puedan comprar los productos que corresponden al doble aguinaldo con su ‘yapita’ respectiva (se entrega un kilo de arroz adicional si se accede al quintal del producto).

“Los clientes pueden conseguir azúcar, palmito, fideos, especias y todos los alimentos procesados de industria nacional. No contamos con productos importados”, aclaró Cruz. Este nuevo supermercado de la estatal se suma a los dos de La Paz y a los de Cochabamba y Sucre.

No se descarta abrir un nuevo establecimiento en Santa Cruz, pero de mayores dimensiones, lo que dependerá de la respuesta del público. El Súper Emapa está ubicado en la avenida Piraí, entre el tercer y cuarto anillo. Atenderá de lunes a sábado de 7:30 a 22:00.

Privados se manifiestan

Por su parte, Sergio Weise, presidente de la Asociación Boliviana de Supermercados, comentó que toda competencia y ampliación de los servicios es buena y positiva, porque beneficia al consumidor final.

Sin embargo, hace notar que al tratarse de una empresa pública, esperan que la misma no se maneje con precios subvencionados, porque ello puede generar una distorsión del mercado. “Al tener precios subsidiados provoca una competencia que no es ecuánime”, afirmó el dirigente del sector.