El Gobierno invirtió Bs 7,9 millones en el proyecto, ubicado en El Tinto, población del municipio de Pailón, distante a 180 km al este del departamento de Santa Cruz

El Deber logo
25 de agosto de 2019, 13:00 PM
25 de agosto de 2019, 13:00 PM

A más de tres años de haberse extendido las actas de recepción provisional y definitiva, datan del 12 de febrero y 28 de abril de 2016, respectivamente, el despegue de operaciones del centro de confinamiento de ganado bovino del Programa de Desarrollo Sostenible de la Ganadería Bovina en Bolivia, que depende del Ministerio de Desarrollo Rural y Agropecuario, sigue postergado.

El Gobierno invirtió Bs 7,9 millones en el proyecto, ubicado en El Tinto, población del municipio de Pailón, distante a 180 km al este del departamento de Santa Cruz.

En una incursión de fiscalización a dicho centro, cumplida por el senador de Unidad Demócrata, Carlos Pablo Klinsky, se advirtió descuido en la infraestructura del recinto destinada para el arribo y el engorde de ganado. Una parte de los corrales de confinamiento está cubierta de montones de tierra, al parecer, para nivelar el terreno.

El piso de cemento, que divide los comederos, presenta rajaduras y parte de los fardos de pasto producidos y acopiados en 2018 presentan una capa de hongos. Más de un tractor de la maquinaria expone desperfectos y piezas fuera de su lugar de funcionamiento.

La planta procesadora de alimento balanceado está inconclusa y justo ese día (lunes) dos terneros ‘mataban’ el hambre en unas bolsas y loma de sorgo amontonado en un ambiente techado. En el lugar, un hombre dijo desconocer el origen de los dos bovinos, pero refirió que el centro cuenta con 14 reproductores de alto valor genética. No se divisó a los bovinos.

Inspección y cuestionamiento

En la fiscalización, Klinsky cuestionó la postergación del proyecto mencionando que a tres años de su entrega, el centro no ha engordado ni una sola res y presenta signos de deterioro, tanto en sus instalaciones como en la maquinaria que alberga. “El millonario centro de confinamiento fue entregado en julio de 2016 y, según las estimaciones del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, debió iniciar operaciones en diciembre de ese año”, puntualizó.

El parlamentario, que en julio de 2018 presentó una denuncia por este caso, aludió un estado de abandono del centro que fue anunciada como un ‘proyecto estrella’ del Gobierno para engordar 4.500 bovinos de forma anual.

Objetó el deterioro de la infraestructura -corrales deteriorados, pisos partidos y alambrado suelto-, el estado de abandono y partes desarmadas de la maquinaria como tractores y cosechadoras, la pudrición de fardos de pastura amontonados a la intemperie, la instalación pendiente de electricidad en todo el predio y las obras inconclusas de la planta para el procesamiento de alimento balanceado. “Lo peor es que no hay una sola señal de que en el predio hubiera ingresado una sola res para engorde”, dijo.

Klinsky calificó al centro como un ‘elefante blanco más’ de la administración de Evo Morales, ya que a pesar del tiempo transcurrido y de que, según el propio ministro de Desarrollo Rural, César Cocarico, ya se ha realizado en sus predios la cosecha de maíz y sorgo para el engorde de ganado vacuno, hasta la fecha no entra en funcionamiento, ocasionando daños a la economía nacional.

El 6 de julio del año pasado, Klinsky retó al ministro Cocarico a presentarse en el centro de confinamiento para verificar el estado de abandono y deterioro, la autoridad suspendió una visita programada, aduciendo que no se prestaría a un show político.

En esa oportunidad, se justificó el retraso de la obra a la demora en la construcción de la planta de alimento y el Gobierno se puso un plazo tres meses para su entrega final y puesta en funcionamiento.

“Más de nueve meses después del plazo que se puso el ministro, el centro de confinamiento sigue paralizado y deteriorándose", manifestó Klinsky.

Descargo gubernamental

Desde el Viceministerio de Desarrollo Rural y Agropecuario explicaron que la primera fase de construcción del centro de confinamiento -habilitación de caseta de seguridad, oficinas administrativas, bloques de dormitorios y comedor, galpón para almacenamiento de insumos agropecuarios, de alimentos, maquinarias, corrales y sistema de agua- se entregó el 28 de abril de 2016.

Hablan de que en la segunda fase se concretó el tendido eléctrico, para lo cual se contrató una empresa para realizar, aprobar el proyecto ante las instancias competentes y ejecutar la construcción de la red eléctrica trifásica desde El Tinto hasta el predio, distante 7 km. La fecha de entrega definitiva fue el 13 de julio de 2018 y la Institución Pública Desconcentrada Soberanía Alimentaria (Ipdsa) gestionó ante la CRE la ampliación de la red eléctrica trifásica desde Tunas hasta El Tinto, distante 23 km, contando con energía eléctrica trifásica en octubre de 2018.

La tercera fase del proyecto incluye la construcción de la planta procesadora de alimento balanceado, la misma que, según manifiestan, a la fecha cuenta con un avance físico del 88%. Dieron cuenta de que la empresa contratada incumplió con los plazos establecidos y se rescindió el contrato, aplicando las multas correspondientes. El funcionamiento de la planta demora y condiciona el despegue de operaciones del confinamiento. Se contrató una empresa para concluir la implementación de este proyecto.

Con respecto a la observación de deterioro de maquinarias, hicieron notar que se encuentran en óptimas condiciones de funcionamiento y que los únicos percances que sufren constantemente son pinchaduras de llantas, debido a la vegetación existente en la zona. Hacen notar que son subsanadas por el personal del programa.

Del tema de infraestructura del centro aluden que se encuentra en buenas condiciones, a pesar de las circunstancias desfavorables que se presentan en la zona, donde se tienen temporadas marcadas con intensas precipitaciones pluviales y fuertes vientos que han superado los 100 km/h.

Denotan que en 2018 se elaboraron fardos de pasto en los predios con maquinaria y personal del programa, el mismo que ha sido el soporte de alimentación complementaria para los 14 toros reproductores de alta calidad genética del centro. “Los rollos tienden a formar una capa de hongos en la parte superficial, la misma que es retirada, antes de ingresar al equipo desensilador, que tritura el fardo, se agrega sales minerales y posteriormente, lo distribuye homogéneamente a los comederos de los animales bovinos”, explican.

De los terneros ‘devorando’ sorgo, manifiestan que el ganado bovino local (toros, vacas y terneros) están al acecho para ingresar a los predios, debido a la abundante pastura, heno y grano almacenado con que cuenta el centro.

El próximo mes, según aclaran, se realizará la colecta de semen de los reproductores para mejorar la productividad del hato ganadero de pequeños y medianos productores ganaderos. Este trabajo será realizado con la articulación con universidades, asociaciones de ganaderos y municipios.

Lectura sectorial

Desde la Cámara Agropecuaria del Oriente, señalaron que no fueron invitados ni participaron del proyecto, por tal motivo no lo conocen ni opinarán al respecto.

Fuentes del sector ganadero cruceño, atribuyen la inviabilidad del proyecto a las trabas legales incluidas en los esquemas de funcionamiento, entre otros, excesivo rigor en el procedimiento de compra y de comercialización de bovinos terminados.

Para el veterinario zootecnista y asesor en ganadería de corte, Carlos Yambatuy, el confinamiento es una válvula de escape al sistema productivo ganadero de recría y terminación para alivianar la carga animal en los potreros, en los sistemas a pasto, en épocas que no llueve y no hay producción en potreros, así no se incurre en degradación de pasturas. En la producción agrícola ayuda a transformar en carne los granos que estén a muy bajo precio.