La impresión de billetes, durante el año pasado, llegó a Bs 66.977 millones, cifra que incluso supera, en un 25%, los niveles registrados durante la emergencia sanitaria de 2020

19 de mayo de 2024, 4:00 AM
19 de mayo de 2024, 4:00 AM

La emisión monetaria se incrementa en el país. Datos del Banco Central de Bolivia (BCB) demuestran que la impresión de billetes, durante el 2023, llegó a Bs 66.977 millones, cifra que incluso supera, en un 25%, los niveles registrados durante la emergencia sanitaria de 2020.

La emisión monetaria es la impresión de dinero, ya sea en billete o monedas, que circula en la economía y son usados por los actores: familias, empresas y entidades públicas. Este proceso se realiza, según expertos consultados, por varias razones como financiar el gasto público, estimular la economía o controlar la oferta monetaria.

La emisión puede tener efectos positivos o negativos, dependiendo de cómo se haga y de cómo reaccione el mercado.

Por ejemplo, si el Banco Central emite moneda para financiar el déficit público, puede aumentar la deuda pública y generar desconfianza en los inversores. Esto puede provocar una fuga de capitales y una depreciación de la moneda.

Pero también el ente emisor emite moneda para estimular la demanda agregada con el fin de impulsar el crecimiento económico y el empleo.

Emisión en Bolivia

Durante la pandemia, en 2020, en medio de los grandes confinamientos a escala global, muchos países optaron por emitir dinero para apoyar económicamente a sus ciudadanos. Incluso en EEUU, se enviaron cheques a sus ciudadanos.

Bolivia también realizó este tipo de medidas con la emisión de bonos, para aliviar el bolsillo de las personas que tuvieron que frenar sus actividades.

En esa gestión la base monetaria llegó a Bs 53.616 millones, como resultado de la emisión de Bs 4.440 millones. Esto significó un 9,03%, más en relación a 2019, cuando el dinero circulante llegaba a Bs 49.176 millones.

En 2020 el BCB — según la memoria institucional de la institución— se constituyó en la principal fuente de financiamiento de las dificultades de caja del Tesoro General de la Nación (TGN) lo que se refleja en una mayor emisión monetaria.

“Mediante instrumentos convencionales y no convencionales implementados antes de los conflictos de 2019, permitieron sostener la liquidez del sistema financiero en niveles adecuados, mantener la cadena de pagos y apoyar la dinamización del crédito al sector privado”, sostiene el informe del ente emisor publicado en su página web.

Después del cambio de Gobierno la impresión de billetes fue moderada durante el 2021. En esa gestión la base monetaria que circulaba en el país incrementó solo un 4,6% (Bs 2.502 millones) totalizando Bs 56.118 millones, según los registros del ente emisor.

Luego en 2022 la impresión de billetes solo creció un 106 % (Bs 595 millones). La gestión terminó con 56.713 millones circulando en la economía boliviana.
Incremento por conflictos.

Si bien en sus primeras gestiones la administración del Gobierno del Luis Arce, mantuvo una emisión baja, durante 2023, la impresión de dinero se disparó en un 18%, lo que representa, en términos monetarios un incremento de Bs 10.264 millones, con relación a 2022.

Ese año, la base monetaria que circulaba en Bolivia llegó a los Bs 66.977 millones, fruto de esta impresión. La cifra supera a los registros de la pandemia hasta un 25%.

EL DEBER consultó al Banco Central. Desde esta institución explicaron de forma escrita que “el saldo de la emisión monetaria se incrementó coyunturalmente, entre marzo y mayo de 2023, debido a un importante retiro de depósitos del sistema financiero asociado a los conflictos políticos en Santa Cruz, especulación cambiaria y las operaciones del ex Banco Fassil”.

“A partir de junio, la emisión monetaria retomó su comportamiento estacional”, explicaron desde el ente emisor.

En esa línea explicaron que “el aumento de la emisión monetaria en 2023 tiene un respaldo orgánico y pasado el periodo de incertidumbre y proceso de solución del Banco Fassil, la emisión monetaria retomó su comportamiento habitual”.

“Estos aspectos incidieron en el habitual comportamiento de los agentes económicos generando un incremento inusual de la demanda de la población por efectivo, que se reflejó en el incremento del circulante (billetes y monedas) y por ende en la emisión monetaria”, indicaron desde el Banco Central.

“Frente a esta situación, el BCB actuó de manera oportuna, inyectando significativas cantidades de recursos al sistema financiero, lo que permitió sostener la liquidez, disminuir la incertidumbre generada y recuperar el comportamiento estacional del circulante en la segunda mitad del año”, sostiene el ente emisor.

De acuerdo a datos del BCB hasta marzo la emisión monetaria fue de Bs 65.890 millones.

Emisión inorgánica

El especialista en finanzas, Jaime Dunn, sostuvo que el Banco Central ha comenzado a imprimir más dinero para satisfacer las necesidades del Gobierno, como pagos de deuda e incrementos en los gastos. Esto está llevando a un aumento significativo en la emisión monetaria.

Desde hace más de una década el Estado registra déficit fiscal, en 2023 este indicador fue del 7,49%. Mientras que, el Presupuesto General del Estado (PGE) estableció una tasa del 7,8%.

“Este fenómeno monetario lleva a una mayor inflación. La inflación no sucede porque los precios suben per sé, sino porque la moneda pierde valor. Esto ocurre cuando el Banco Central imprime más dinero, lo que disminuye el valor de la moneda”, puntualizó Dunn.

En esa línea, sostiene que al igual que la emisión la deuda interna también ha aumentado. “Cuando el Banco Central no tiene suficiente dinero, imprime billetes, lo que aumenta la deuda interna”, detalló.

Para el especialista, la entidad estatal está realizando una emisión inorgánica porque no está respaldada por un incremento de la producción, en especial del gas natural una de las principales fuentes de financiamiento del Gobierno.

“Mientras un país produce más, se necesita acompañar con emisión monetaria. Pero si los bienes no se producen y la producción no sube, el incremento en masa monetaria genera inflación,” explicó.

Pero desde el Banco Central refutaron esta postura. “La emisión monetaria no financia el déficit fiscal”, indicaron.

Después insistieron en que “el aumento de la emisión monetaria en 2023 tiene un respaldo orgánico y pasado el periodo de incertidumbre y proceso de solución del Banco Fassil, la emisión monetaria retomó su comportamiento habitual”.