Ejecutivo El director de las marcas Hermès y Saint-Louis para América Latina visitó Santa Cruz. Habló del mercado del lujo y destacó la representación de Casa Boos

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14 de mayo de 2019, 4:00 AM
14 de mayo de 2019, 4:00 AM

La centenaria firma francesa Hermès, es mundialmente conocida por su exclusividad y lujosas piezas icónicas, sus coloridas mascadas de seda y sus objetos de equitación arraigados a su herencia hípica; pero pocos conocen su maestría para crear finas vajillas de porcelana pintada a mano.

Estas vajillas únicas, son creadas artesanalmente, desde el horneado hasta el pintado, en el taller de Hermès en la comuna de Nontron, Francia. Todas y cada una de las delicadas piezas de la categoría Art de la Table son un espectáculo visual. En Santa Cruz, la Casa Boos permite sumergirse en el mundo de la porcelana Hermès y que también sumará la cristalería a su portafolio. El mes pasado, llegó Thierry Henry, ejecutivo de Art de la Table Hermès.

¿Su primera visita al país? Sí, no puedo entender el mercado boliviano desde la oficina de París o Miami. Hay que vivir la experiencia para entender mejor los desafíos de la marca y de los socios en Santa Cruz que son la Casa Boos.   Hábleme del Art de la Table (Arte de la Mesa)...

Es tan grande la empresa Hermès que trabajamos por divisiones. Soy el representante del Grupo Hermès para la división del hogar; es decir, el arte de la mesa. Eso incluye ‘La Table Hermès’ que es la porcelana y dos marcas que pertenecen al grupo que son San Luis, cristalería de alto nivel y que tiene la fábrica más antigua de Europa (1586); y la tercera es Pui for cat que es platería muy fina con historia desde el Siglo XIX.

Hermès es un referente en moda, ¿pero ahora apuesta más a esta división de productos?

Tratamos de expandir la marca. Todas las divisiones del grupo, la división del cuero, moda, pañuelos, los perfumes, el arte de la mesa, vamos expandiendo. Sin embargo, de una manera que es paso a paso, cuidando la marca que nació en 1837 fundada en Francia y que creció mucho en los últimos 30 años.

¿Ven América Latina como un mercado interesante? ¿Está dando resultados?

Sí, estamos impulsando la marca en América Latina en general, México, Panamá y en América del Sur con Brasil, Chile con tiendas propias y en Bolivia con el arte de la mesa del hogar. También en Perú y Ecuador desarrollamos la marca poco a poco. 

¿Qué referencia tiene de Bolivia? ¿observan potencialidades para las marcas de lujo?

América latina es un continente inmenso que se vuelve poco a poco al mundo exterior. Son mercados difíciles, pero vemos que Bolivia y en especial Santa Cruz se está abriendo al buen gusto, al arte de buen vivir, disfrutar de la vida, entretenerse en familia. Vemos que la gente se está educando y aprecia los objetos refinados. Para una marca como el Grupo Hermès es importante encontrar un socio como Casa Boos con tanta pasión y esfuerzo para traer marcas de lujo. Eso no sucede todos los días. La familia Hermès presta mucha atención a quien nos representa porque es como un bebé y hay que cuidarlo.

¿Cuáles son las cualidades de Hermès que lo diferencian de su competencia?

Uno de los valores de Hermès es su historia. Tratamos de tener un balance entre la herencia y la modernidad. La herencia es aburrida, por lo que ponemos la historia en el día de hoy, la modernidad. Otro valor es la excelencia en los materiales que son nobles como la porcelana que es extrablanca, que proviene de una región en Francia donde se encuentra este tipo de arena que le da este color blanco. La excelencia de los materiales, del ‘saber hacerlo’, todo es artesanal, hecho a mano. Más que artesanos son artistas y eso es todo un proceso. Es educación, clase, todo lleva su tiempo para aprender y son expertos en el acabado de la porcelana y el diseño de los platos. Eso es parte de la excelencia de la marca, excelencia en el control de la calidad y el packaging.

¿Cómo lograr el equilibrio entre herencia y modernidad?

Siento que nuestro público, que tiene un poder adquisitivo elevado, hoy en día no quiere comprar una marca de Europa solo porque es una marca de lujo. Hermès no tiene un departamento de marketing porque el marketing es la marca, tiene un ADN muy fuerte y una historia, entonces no necesita ponerse un logo inmenso. Los objetos hablan por sí mismo y sin embargo, siempre necesitamos competir, entonces hay que refrescarse y abrirse al mundo.