Impacto. El 12% de las bebidas alcohólicas que se consumieron en Bolivia en 2016 fueron ilícitas, de acuerdo con un estudio

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4 de septiembre de 2018, 4:00 AM
4 de septiembre de 2018, 4:00 AM

El mercado ilegal de alcohol en Bolivia genera $us 219,73 millones, de acuerdo con un estudio de Euromonitor que data de 2016, con relevamiento de información en 2013 y 2016. Tan solo el valor monetario del mercado ilegal de bebidas destiladas fue de $us 120,67 millones.

Esa actividad viene acompañada de un gran perjuicio, dado que la evasión tributaria ocasionó una pérdida económica (no pago del ICE, IVA, IT, IUE, GA e ICE) al Estado por valor de $us 102,2 millones.

El estudio, además, da cuenta de que el 12% de los 4,5 millones de hectolitros (hl) de alcohol que se consumieron en 2016 en Bolivia, provinieron de fuentes ilegales.

De los 546.353 hl de las bebidas alcohólicas ilegales consumidas en el territorio nacional en dicho periodo, el 60,37% tuvo su origen en el contrabando. Un 27,62% provinieron de fuentes artesanales ilícitas, un 10,43% de falsificaciones y el 0,87% fueron sustitutos (alcohol no apto para el consumo).

Cervecerías, las más afectadas

La industria cervecera formal en el país es una de las más afectadas por el ingreso ilegal de bebidas alcohólicas. En 2016, el mercado ilegal de cervezas generó $us 48,39 millones.

Además de las cifras, el sector está preocupado por la nueva política pública de control al contrabando. A decir de Ibo Blazicevic, gerente institucional de la Cervecería Boliviana Nacional (CBN), con el Viceministerio de Lucha contra el Contrabando, que depende del Ministerio de Defensa, se debilitaron las labores de interdicción en las fronteras, que antes las realizaba la Aduana Nacional y que hoy no tiene competencia para intervenir.

En su criterio, la lentitud en el traspaso de funciones hacia el viceministerio afecta a toda la producción nacional. Indicó que en el sector cervecero más del 25% del alcohol que se consume en Bolivia proviene del contrabando y la informalidad y, en menor escala, de fábricas clandestinas no reguladas.

La CBN produce en promedio alrededor de 3.400 hl de cerveza por año, que casi en su totalidad se comercializan en el país.

El ingreso y venta ilícita de alcohol no solo afecta a la gran industria, también pasa factura a las cervecerías medianas y pequeñas. “Las bebidas producidas en el país e importadas legalmente pagan elevadas tasas de impuestos a través del ICE, por lo que el contrabando, que está libre de esa carga, puede competir sin restricciones. El Gobierno debe proteger a los que tributamos”, manifestó el presidente ejecutivo de Cervecería Corsa, Gonzalo Álvarez.

Refirió que el efecto mayor es el achicamiento del mercado para los productos nacionales. Además, hace que la industria más grande sea más ‘agresiva’ con las pequeñas.

A decir de Juan Pablo Zilveti, gerente comercial de Cervecería Unión (Cerveza Potosina), el contrabando de alcohol impide el desarrollo comercial de las firmas locales, en respuesta a la demanda real de consumo del mercado.

Impacto en otras industrias

Otro ramo que recibe un impacto del mercado ilegal de alcohol es el sector vitivinícola del país. Según datos recogidos por Euromonitor, en 2016 ingresaron vía contrabando unos 33.429 hl de vino a Bolivia y se estima que se produjeron 139.071 hl de vino artesanal ilícito.

“Es un mal que nos viene afectando hace varios años, frenando el crecimiento de todo el sector vitivinícola, ya que nos hace menos competitivos en precios. Vemos que cada año la informalidad crece, poniendo en riesgo al sector productivo más completo del país”, dijo Franz Molina, gerente de producción de la bodega Kuhlmann.

La empresa produce 500.000 litros de singanis y 20.000 litros de vinos espumantes por año. Exporta a China, EEUU, Suiza y México.

Desde Bodegas Aranjuez, el gerente general, Mauricio Hoyos, indicó que la facilidad de ingreso y contrabando ‘hormiga’ de vinos en poblaciones fronterizas de Tarija con Argentina, es un flagelo que genera una competencia perversa en términos de precio. Dijo que pese a estar vigente una norma que prohíbe la internación y venta de vinos en cajas de cartón en el país, en Tarija se ofrece y vende este envase. Un litro de vino argentino en caja de cartón vale Bs 8, un nacional, en botella, Bs 19. Para el presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, Ronald Nostas, falta una verdadera política de Estado de combate al contrabando, alejada de improvisaciones y experimentos que tienen más efecto público que resultados efectivos. “Las FFAA hacen su mejor esfuerzo, pero no es su función ni su naturaleza desarrollar planes, acciones y operaciones contra un problema complejo que incluye factores económicos, sociales, jurídicos y políticos”, apuntó, al detallar que el sector planteó la creación de una entidad autónoma que no sea ni las FFAA ni la Policía, sino una institución especializada para actuar en prevención, interdicción y educación. Observó el alejamiento de la Aduana de la labor de interdicción.

Entre los operativos realizados por la Aduana este año, destaca uno que llevó a cabo en febrero en Tarija, en el que decomisaron unas 20 toneladas de bebidas alcohólicas de contrabando.