La máxima ejecutiva de Minerba considera que el sello de innovación abierta es esencial para el desarrollo empresarial en un mercado donde la comunicación juega un papel cada vez más trascendental

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1 de enero de 2019, 4:00 AM
1 de enero de 2019, 4:00 AM

Patricia Santa Marina, CEO y fundadora de la agencia internacional de comunicación Minerba, empezó a abrir la senda en Bolivia para concretar proyectos desde su área de experiencia y romper la disparidad que observa en el mercado nacional. Ve que el espíritu de crecimiento de la capital cruceña necesita estar acompañado de nuevos actores que aporten jerarquía corporativa; la ciudad fue elegida como su nuevo epicentro de operación.

—¿Cómo ven el escenario de la comunicación desde Minerba y de qué manera están encarando las dinámicas del mercado regional?

Hay transformación en todos los sentidos y aspectos. La tecnología cambió las formas de consumo de información y los cambios influyen en la forma de buscarla y disponerla; el usuario ya no espera un horario para saber más. Además, y por dar un ejemplo, es difícil que alguien tenga una hora para escuchar a alguien, eso hace que se tienda a trabajar en la inclusión para que la comunicación sea comprensible para todos. No obstante, esta revolución no significa dejar de lado los aspectos tradicionales.

—¿Qué consecuencias tiene esto en el ámbito empresarial?

Hay demanda de trabajo interno y externo a través de un salto cualitativo. Las empresas ya toman conciencia de la importancia de comunicar y ser claros, de transformar su cultura en mensaje, así como sus ideas y productos por medio de una fácil comprensión. Eso no significa decirlo de manera demasiado simple, sino de ser capaz de encontrar el hueso del mensaje, sin quitarle el tiempo al otro. Un usuario se fideliza cuando siente que se valora y se respeta su tiempo.

—¿Minerba apunta a esta línea con su entrada a Bolivia?

El objetivo es ofrecer experiencia y diferenciarnos en el producto y resultado de nuestro trabajo, por eso nos vamos a enfocar en crecer en calidad y no en volumen. Conocemos de cerca a los medios y el proceso de toma de decisiones de las empresas, por lo que entendemos las necesidades de ambos. Además, nos especializamos en manejo de crisis, posicionamiento y transformación digital. Cada cosa que uno hace debe ganar la confianza del cliente y un trabajo mediocre no genera esto.

—¿Cuál es su lectura respecto al mercado boliviano?

Hemos podido notar aspectos muy dispares. Impresionan las ganas de crecer y hacer las cosas mejor, hay un nivel de profesionalización alto por parte de las empresas, pero necesitan compañeros de ruta que tengan la misma experiencia. Un CEO debe recibir consejos y estar acompañado por alguien de su misma jerarquía. La comunicación debe acompañar el espíritu de crecimiento que se muestra en Santa Cruz y en Bolivia.

—¿Qué sectores están en la mira?

Trabajamos para distintos sectores: medios de comunicación, banca tradicional y fintech, empresas de consumo masivo y multinacionales europeas, así como servicios y educación. Comunicación corporativa no solo son asuntos institucionales. Impulsamos la innovación abierta y es importante trabajar con quien pueda contar eso y al mismo tiempo tener herramientas listas. Ahora las empresas buscan soluciones, no solo un consultor que te diga el camino. El concepto de dar una solución es esencial. La idea es cerrar el proyecto de manera que haya un resultado efectivo.