Exportaciones. Para empresarios y agroindustriales, la subida del precio del petróleo puede favorecerlos, pero acompañada de políticas internas como el uso de biotecnología

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20 de marzo de 2018, 5:00 AM
20 de marzo de 2018, 5:00 AM

Difícil de predecir. Sin embargo, productores de la CAO y Anapo ven 2018 como un año que trae condiciones favorables para la economía del país, por el repunte del precio del barril de petróleo, que ejerce un efecto positivo sobre el gas, y el leve incremento en el valor de algunos commodities, como es el caso de la soya, luego de varios años de ‘castigo’ por la sobreoferta de granos en el mercado mundial. 

A su vez, identificaron condiciones internas que se deberán aprovechar. Tal es el caso del acuerdo con el Gobierno realizado en diciembre de 2017, para la liberación irrestricta de la exportación de cuatro productos (carne, soya, azúcar y sorgo), y la presentación de propuestas para el uso de biotecnología en algodón, soya, caña de azúcar y maíz que se presentarán en el transcurso de marzo.

Precisamente, estos productos fueron los más perjudicados en exportación, según reflejan las cifras de 2017 y enero de 2018, publicadas por el IBCE. Para el secretario de Desarrollo Productivo de la Gobernación de Santa Cruz, Luis Alberto Alpire, y el presidente de la Cadex, Oswaldo Barriga, el repunte de precios es una situación ‘coyuntural’ que no servirá de nada, mientras persisten los flagelos del contrabando, el avasallamiento, el rezago tecnológico y la depreciación de la moneda en países vecinos.  

Las exportaciones en cifras
En 2017, las exportaciones sumaron $us 7.986 millones, con una expansión del 10,6% con relación a 2016, siendo la venta de productos tradicionales (hidrocarburos y minerales) más del 80% del total. Las importaciones sumaron $us 9.288 millones, registrando un déficit histórico en la balanza comercial de $us 1.302 millones, según datos del IBCE.   

En enero de 2018 el crecimiento de las exportaciones se mantuvo con un incremento del 22% en valor y un 10% en volumen, sostenidas por el gas y minerales. A su vez, los ‘no tradicionales’ experimentaron una caída del 27% del volumen y un 23% del valor. Casi todos los productos cayeron, excepto la castaña (39%), quinua (49%), madera (50%), café (41%) y el azúcar (que volvió a exportarse) en lo referido a su valor.
Las ventas de gas y derivados alcanzaron los $us 228.054 y los minerales sumaron $us 349.992, un incremento de su valor del 40% y 30%, respectivamente. 

Subirán los commodities

El gerente de la CAO, Edilberto Osinaga, afirmó que la subida en el precio de los hidrocarburos tiene influencia en el precio de las materias primas (commodities), debido a que los países exportadores incrementan la demanda de alimentos en la medida en que se incrementa su rentabilidad. 

Respecto a la baja en la exportación de soya y otros granos durante la campaña verano 2017 - 2018, el gerente de la CAO lo atribuyó al impacto negativo de la sequía que redujo el rendimiento.

El presidente de Anapo, Marcelo Pantoja, señaló que se esperan mejores condiciones climáticas en la campaña de invierno 2018, a la vez que recordó que sostendrán una reunión con representantes del Gobierno para plantear el uso de semillas resistentes al estrés hídrico (deterioro del agua en calidad o cantidad).

Para el secretario de Desarrollo Productivo de la Gobernación de Santa Cruz, las cumbres “no resolverán los problemas estructurales” como el contrabando. Mencionó que en el mercado hay arroz brasileño, más barato que el nacional y lo mismo pasa con la harina argentina. 

Aseveró que la depreciación de la moneda en países vecinos es otro factor que le resta competitividad a lo nacional. “Argentina depreció su moneda un 300% y Brasil, un 80%”, dijo.

El presidente de la Cadex relativizó que el incremento del precio del barril del petróleo suba el de los productos agrícolas, a la vez que cuestionó que se mantenga un modelo económico rentista.

“La economía no puede depender del comportamiento de un commodity, lo que debe cambiar es la política interna”, dijo. 

Potencial exportador

El presidente de la Cámara de Exportadores de Bolivia, Wilfredo Rojo, informó que el país aprovecha apenas un 33% de su capacidad productiva y que el restante 67% se desaprovecha por falta de convenios internacionales, restricciones e incentivos.

Un ejemplo de esto fue la caña de azúcar, que en 2017 registró un excedente de 1,8 millones de quintales, los cuales recién lograron venderse en enero de 2018.
Al cierre de esta edición el barril de petróleo se encontraba por encima de los $us 62 y la tonelada de soya bordeaba los $us 380.   

 

Presentarán cinco variedades de semillas de maíz, algodón y soya

Representantes de Anapo y de la CAO confirmaron la reunión con el Gobierno durante el mes de marzo, sin precisar fecha, para la presentación de variedades de semillas modificadas genéticamente para la producción de soya, maíz y algodón. 

El presidente de Anapo, Marcelo Pantoja, precisó que se preparan cinco carpetas para la presentación de dos variedades de semilla de maíz, dos de soya y una de algodón. En el caso puntual de la soya, plantearán la introducción de una semilla resistente a la sequía, mejorada genéticamente con sustancias extraídas del girasol, y otra resistente a diversos tipos de plagas. 

“Se presentarán carpetas con nuevas variedades de semillas para su evaluación y, en caso de recibir una respuesta favorable, su aplicación en base a las condiciones de la aprobación”, afirmó Pantoja.  

El presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Freddy Suárez, recordó que la reunión se realiza en el marco de los acuerdos concretados en diciembre de 2017.

“Comprometimos presentar una propuesta en 100 días. En este tiempo realizamos un trabajo extenso y tenemos propuestas concretas para que se viabilice”, aseguró. 

Al respecto, el gerente general del IBCE, Gary Rodríguez, recordó que los productos tradicionales tienen un mercado asegurado por contratos, mientras que los no tradicionales (maderas, joyas, textiles) y en específico los agrícolas (soya, maíz, azúcar y trigo) son los que más ayuda necesitan, porque deben lograr acuerdos, buscar incentivos y apelar a la biotecnología para aprovechar la escala internacional de precios.

“Los alimentos requieren el uso de la biotecnología para mejorar el rendimiento y los costos de producción. No estaría mal pensar una producción selectiva, como se discutió alguna vez en Riberalta”, dijo. 

Según Rodríguez, la aprobación de biotecnología permitirá mejorar la producción y competitividad, y en términos económicos representará un ingreso adicional de al menos $us 300 millones por año.