Las 20 inversiones que dieron ‘pelea’ a la desaceleración

Contra todo pronóstico -floja gestión en la ejecución del presupuesto de inversión pública, caída en un 4% de la inversión extranjera y desplome de las exportaciones tradicionales y no tradicionales- 20 actores económicos, entre públicos y privados, incluidos en el siguiente recuento anual, desafiaron las predicciones de desaceleración y lograron concretar inversiones que, sumadas, superan los $us 1.500 millones. 

Después de idas y venidas, Bolivia incursionó en la era de la industrialización y venta de urea. Con el monstruo de acero y concreto el Gobierno proyecta suprimir, a cero, la importación del fertilizante y generar ingresos anuales por valor de $us 184 millones a las arcas del Estado por concepto de exportación. Incluyendo el mercado interno, el impacto del proyecto es de $us 233 millones. 

Este año, Cochabamba y Santa Cruz festejaron megaobras de inversión pública con componente social y productivo. La Llajta, después de 60 años, celebró la entrega de la central hidroeléctrica Misicuni y, Santa Cruz, el puente Banegas, el más largo de Bolivia. 

La capital económica del país -Santa Cruz- también festejó por la Planta Integral de Cemento de Itacamba en Yacuses, un megaproyecto cuyo desafío es la autosuficiencia en el abastecimiento de cemento y eliminar la importación de otros países.

Destacable fue también la apuesta del sector industrial, que concretó varios proyectos industriales, inmobiliarios y en el sector de comercio y de servicios. 

Para el economista y expresidente del Colegio de Economistas de Bolivia, Waldo López, el estreno de 20 proyectos de  inversión, tanto en el ámbito público como en el privado, es un signo de que la economía de Bolivia está emergiendo. 

Desde la perspectiva de López se debe articular una triangulación entre el Gobierno, el empresariado nacional y los inversionistas extranjeros para profundizar la inversión. En  su criterio, los sectores agrícola y de servicios sostienen el crecimiento económico del país.