Entrevista. La ejecutiva considera que Bolivia debe mirar más allá de su cultura de extracción para dar paso al sector tecnológico

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4 de junio de 2019, 4:00 AM
4 de junio de 2019, 4:00 AM

Una líder femenina es ahora portadora de la brújula de Juventud Empresa (JE), entidad que aglutina al empresariado juvenil. Junto a un equipo de 28 jóvenes emprendedores (principalmente millennials), la nueva presidenta guiará el timón hacia el impulso de startups nacionales, con orientación a la visibilización en el mapa corporativo del país.

¿Cuál es el balance que hace de la actualidad de JE y qué lineamientos proyecta para su gestión?

En sus 28 años de vida, las bases de JE están alineadas en el apoyo de jóvenes emprendedores y empresarios (sub-40). Desde hace varias gestiones hay una evolución donde el directorio abrió paso a emprendedores con una visión distinta (jóvenes con startups tecnológicas y no tecnológicas) y con el mismo sentir: cambiar el ecosistema empresarial.

¿En qué se basa este cambio?
En tecnología y todo lo que engloba la innovación y la aparición de startups. El grupo de 28 miembros del nuevo directorio (gente joven entre 25 y 30 años) impulsará estas áreas. Vemos que el posicionamiento de jóvenes, que hablamos el mismo lenguaje, será muy importante. Desde luego que también será fundamental la afinidad con ejecutivos de gran trayectoria. Se viene una época de grandes oportunidades.

 ¿Qué barreras deben vencer las startups para consolidarse en la matriz empresarial del país? ¿Cuál será el impulso de JE en este sentido?

Está claro que el país es nuevo en el sentido de leyes y estructuración empresarial para este tipo de negocios. Una startup no puede alinearse a un sistema o una ley de modelos tradicionales que no contempla aspectos como la digitalización. Hay una diferencia y tenemos el reto de plantear e impulsar el avance de una normativa clara.

Bolivia debe despertar. Pensar solo en hidrocarburos o gas (o en una cultura de extracción y producción) es obsoleto con pleno auge de las startups. La parte financiera tecnológica, biotecnología, e-commerce y todo lo que transforma la economía es fundamental y hay jóvenes que desarrollan esa transformación.

¿La llegada de los millennials a puestos de liderazgo está modificando el paradigma del CEO de la actualidad?

Completamente. Pero esto va más allá de una sola generación. Estamos con un enfoque distinto a la realidad. La búsqueda por la tecnología y la innovación son una muestra de ello. A partir de esto, el nuevo líder debe desarrollar enfoques evolucionados en materia de finanzas, logística y otras áreas que pueden cambiar a la economía nacional. En el 2000 (según datos de Funda-Pró) en Bolivia solo había 23 universidades, en la actualidad son 68, de donde egresan más de 170.000 nuevos profesionales.

Entonces, hay que modernizar el sistema educativo e incorporar nuevas carreras y modelos de negocio para tener un ritmo adecuado y explotar nuevos sectores para que los estudiantes se inserten o emprendan. Ahí los nuevos liderazgos son clave.

En la coyuntura económica que atraviesa Bolivia, ¿a qué dificultades se enfrentan los jóvenes que buscan emprender?

Hay dificultades para visibilizar a las empresas emergentes y esto se complica más sin el respaldo de la parte jurídica y financiera. Sin embargo, en una época con Internet accesible para todos y la familiaridad que hay con los entornos digitales se abre un panorama distinto. Si una persona joven busca innovar en algún sector y crear una empresa lo puede hacer, pero nunca solo. Ese joven tendrá que apoyarse en otros y para eso se requieren nuevas estructuras. Estamos en una tierra de oportunidades.