Evolución. La participación de los hoteles cinco estrellas en la demanda del sector se ha incrementado del 49% en 2017 al 54% el año pasado. En lo que va de 2019, ha crecido aún más hasta situarse en el 61%

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9 de julio de 2019, 16:40 PM
9 de julio de 2019, 16:40 PM

¿Se imagina poder disfrutar de todas las comodidades de un hotel cinco estrellas pagando la tarifa de un alojamiento de menor rango? Pues en la ciudad de los anillos puede hacerlo, y es que, de acuerdo con la Cámara Hotelera de Santa Cruz, los hoteles ‘cruceños’ cinco estrellas cobran a los clientes alrededor de un 40% menos que los establecimientos de esa clase en países vecinos.

Esa situación ha impactado en la participación de los hoteles cinco estrellas en la demanda del sector, la cual se ha incrementado del 49% en 2017 al 54% el año pasado, según la organización hotelera cruceña. Y en lo que va de 2019, ese porcentaje ha crecido aún más hasta situarse en el 61%.

Desde la Cámara Hotelera de Santa Cruz explicaron que desde 2016 han llegado a la capital oriental cadenas internacionales como el Hampton, Radisson, Marriott y están en curso proyectos como el Swissotel, Novotel, Sheraton, entre otros, que han ocasionado que en el sector hotelero (segmento cinco estrellas) exista una marcada sobreoferta que redunda en una intensa competencia; especialmente de precios que, sin duda, benefician al cliente, pero pone en una situación crítica a otros emprendimientos que deberán hacer muchos esfuerzos para consolidarse.

“Habrá por delante muchos años difíciles en el sector hasta que la demanda alcance por lo menos un 70% de ocupación promedio y las tarifas se estabilicen en un nivel razonable para que las inversiones sean rentables”, señalan desde la institución.

Carola Aguilera, gerenta de ventas y marketing del hotel Los Tajibos,indicó que en los últimos años algunos competidores han utilizado como estrategia comercial la disminución de sus tarifas, llegando a estar por debajo de estándares internacionales. Esto para enfrentar la creciente oferta hotelera; sin embargo, afecta a otros ‘players’ del sector.

La sobreoferta de hoteles cinco estrellas no solamente ‘obliga’ a los nuevos establecimientos de ese tipo a redoblar sus esfuerzos para posicionarse en el mercado, sino que impacta de forma negativa en las operaciones de los alojamientos de menor rango, sobre todo, en los de tres y cuatro estrellas.

A decir de Hermán López, expresidente de la Cámara Hotelera, para los hospedajes de tres y cuatro estrellas es muy difícil competir en servicios (cobrando la misma tarifa) con un pentaestrellado que tiene dos restaurantes, bar, piscina, sauna, e incluye desayuno buffet en su oferta.

Esa imposibilidad ha ocasionado la salida del mercado de algunos establecimientos de menor rango. Dos de los más notorios son los de los hoteles La Quinta y Asturias. En ambos casos, sus representantes evitaron referirse al tema, pero fuentes del sector indicaron que cerraron por el motivo antes expuesto.

Entretanto, otros establecimientos tuvieron que bajar sus tarifas o reducir personal para poder seguir operando, dijeron otros ejecutivos hoteleros.

La nueva realidad

La demanda en el segmento de hoteles cinco estrellas, ha registrado un comportamiento mayormente positivo en los últimos cuatro años. En 2015, 2017 y 2018 creció un 4%, un 9% y un 2%, respectivamente; mientras que en 2016 disminuyó un 7%. En lo que respecta a lo que va de 2019, viene creciendo a un ritmo del 13%.

Para la gerente general de la cadena hotelera Senses, Roxana López, existe una nueva realidad regional que no ha sido determinada por las nuevas tarifas, sino por la desaceleración económica nacional e internacional y el cese de operaciones de firmas de distintos sectores que fueron afectadas por varios factores, entre ellos la burocracia y altas cargas impositivas. “Este comportamiento evidentemente afecta al sector. Lamentablemente nuestro país y región está muy lejos de ser destino turístico, depende del corporativo nacional e internacional en un 70%”, manifestó la ejecutiva.

No todos coinciden con la rebaja de tarifas para competir. El gerente general del hotel Radisson Golf & Spa, José María Reyes, dejó entrever que hay varios hoteles que toman la política comercial de bajar los precios, pero esa marca no la contempla, ya que consideran que es necesario hacer valer lo que se está ofreciendo.

“Es imposible adecuarse a ‘vender barato’ porque conlleva el peligro de bajar el nivel de calidad. No se puede mantener una habitación por $us 90 y dar un servicio de $us 250. Eso no lo puede hacer nadie, por más que lo digan”, sostuvo Reyes.

Pero así como algunos hoteles no prevén ‘rebajar’ sus precios, otros aceptan su ‘responsabilidad’ en la reconfiguración del segmento. Este es el caso del hotel Marriott Santa Cruz de la Sierra. Su general manager, Gustavo Lovera, considera que para dinamizar al sector hay que intentar expandir el tamaño del mercado de Santa Cruz como destino.

“Hoy, ‘la torta’ tiene un tamaño determinado, y si no logramos crecer como destino (turístico, de congresos y convenciones, corporativo o similar), cada vez será más complicado para algunos actores competir”, dijo Lovera.

Un ente que viene ejecutando acciones para fortalecer al sector hotelero es la Dirección de Turismo y Cultura del Gobierno Departamental de Santa Cruz.

Paola Parada, secretaria de Desarrollo Humano de la Gobernación cruceña, explicó que las políticas de esa repartición están relacionadas con la coordinación de eventos de turismo, para reforzar la conexión interinstitucional y al sector hotelero.

Los planes pasan por la implementación de un sistema que recopile los datos de turistas que llegan a los diferentes destinos turísticos de Santa Cruz.

Perspectivas y acciones

La gerente de Senses dijo que en la coyuntura actual hay una oportunidad para reinventarse, por lo que apuntan a ‘capturar’ clientes nacionales para contrarrestar la reducción exponencial del público corporativo extranjero. En el mediano plazo, la marca prevé ampliar sus operaciones a La Paz.

En tanto, el Marriott esperamos un segundo semestre fuerte en ocupación y eventos, debido a las actividades tradicionales que se realizan en Santa Cruz.

Por su parte, Aguilera considera que dinamizando el turismo en general se traerá beneficios para todos. “Es algo que entendimos hace tiempo y lo hemos venido desarrollando a través de acciones para posicionar a Santa Cruz como un destino obligatorio para quienes llegan a Bolivia”, señaló.

Para la Cámara Hotelera la tarea fundamental de todos los actores es desarrollar políticas y estratégicas para convertir a Santa Cruz en un buró de convenciones.

Hoteleros y el SIN acuerdan flexibilización de requisitos
La semana pasada el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) y la Cámara Boliviana de Hotelería firmaron un acuerdo que permite flexibilizar los requisitos que se exigía al sector para reportar sus informes con respecto a sus huéspedes. Entre los puntos del convenio se incluirá una Resolución Normativa de Directorio (RND) que el SIN publicará próximamente.

Cabe recordar que, el lunes de la semana pasada empresarios hoteleros de La Paz se declararon en emergencia por la falta de consenso con el SIN, que a través de una resolución dispuso el envío de 30 ítems de información sobre sus huéspedes, sin haber coordinado previamente esa medida con el sector.

En aquella oportunidad, Helen Canqui, gerenta de la Cámara Hotelera de La Paz, manifestó que los hoteleros consideran que la información demandada por el SIN es ‘inútil’ y no guarda ninguna relación con el tema impositivo; asimismo, denunció que el envío de la información haría que los operadores hoteleros deban incurrir en gastos adicionales, en tiempo y personal.

La resolución emitida el 29 de enero dispone que todas las compañías que presten servicios de hotelería u hospedaje deben enviar la información de manera bimensual desde el 1 de mayo, a través de un aplicativo que fue incorporado en el SIAT Aplicativo Contribuyentes.

Entre los 30 puntos con información que requiere el SIN, se encuentra la nacionalidad de los huéspedes, el tiempo que éstos pasarán en el alojamiento, el tipo de habitación reservada y el método de esa operación, los tipos y números de documento usados en el registro, la categoría o tipo del alojamiento, el método de pago y si la reservación fue realizada a través de una plataforma electrónica.

Ante esa situación, los representantes del sector temen que la aplicación de la norma sea usada por el SIN para inducirlos al error y cobrar multas de manera arbitraria.

Los hoteleros alegan que existen ocasiones en las que se emite una sola factura para un grupo de huéspedes, o casos en los que se requiere de un servicio adicional al contratado y se factura en una segunda ocasión, o cuando realizan promociones y hay servicios de cortesía, o cuando efectúan cobros adelantados; por lo que todos estos casos deben ser considerados por el SIN.