Intención. Ambos países suscribieron tres acuerdos. Bolivia pretende instalar redes domiciliarias de gas, comercializar GLP en Perú e interconectar dos gasoductos

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30 de julio de 2019, 4:00 AM
30 de julio de 2019, 4:00 AM

La Sociedad Peruana de Gas Licuado (SPGL) calificó como riesgosos para Perú los tres acuerdos suscritos con Bolivia para instalar redes domiciliarias de gas natural, comercializar balones domésticos de gas licuado (GLP)e interconectar el gasoducto boliviano con el peruano dentro del territorio del vecino país, reportó el diario peruano Gestión.

La implementación de los tratados, según Fernando Cabada, presidente del gremio, demandaría replantear los programas de masificación y desarrollo del gas natural en Perú, especialmente en el sur de ese país, así como modificar la legislación del gas licuado de petróleo y replantear la ruta, diámetro y administración del Gasoducto Sur Peruano.

Cabada agregó que hasta ahora no se conocen los términos de cada uno de los convenios, por lo que no se puede determinar con exactitud cuál sería su impacto en Perú y en sus programas y proyectos relacionados con el gas natural y el gas licuado.

Además, el dirigente señaló que otro de los aspectos que debe resolverse es el precio del gas natural y gas licuado que comercializaría Bolivia, ya que el país; por ejemplo, vende gas natural a Argentina y Brasil a un precio que ha fluctuado a lo largo del tiempo de entre los $us 3,70 y $us 10 el millón de BTU, mientras que en Perú se comercializa a precio regulado de entre $us 2,20 y $us 3,30.

Factibilidad

A decir de Mauricio Medinaceli, consultor energético, los acuerdos con Perú hay que analizarlos en dos aspectos: la venta de GLP y la posible venta de gas natural.

Con respecto al primero, el experto considera que es un proyecto de corto plazo y que puede ser realizado con la producción boliviana sin mayor contratiempo, ya que parece ser que Bolivia tiene ‘interesantes’ excedentes de GLP.

Y con relación al segundo punto, Medinaceli estima que es una declaración de intenciones a la luz del proceso electoral que vivirá Bolivia este año. “Dudo mucho que este proyecto se concrete en el corto plazo; quizás en el mediano o largo”, expresó.

En tanto que Álvaro Ríos, exministro de Hidrocarburos, cree que la postura de la SPGL surge a raíz de que los empresarios peruanos no quieren tener relación con el modelo boliviano.

Para el especialista, los mercados de Brasil y Argentina siguen siendo mejores para el gas boliviano, ya que existen gasoductos construidos. “Ambos quieren que el gas boliviano compita en sus mercados. Construir un gasoducto a Perú, que costaría varios millones de dólares, y luego una planta de licuefacción, es algo no estudiado a detalle”, dijo.

Según Ríos, en el único caso en el que Perú (el puerto de Ilo) puede ser una buena alternativa para exportar el gas nacional, es que los presidentes de Brasil y Argentina cierren sus mercados al energético del país.