Desde Harvard aseguran que el talento con esta característica también puede lograr muy buenos resultados en un equipo

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26 de febrero de 2019, 12:00 PM
26 de febrero de 2019, 12:00 PM

La Real Academia Española acuña el término de rebelde a las personas que se sublevan, levantan u oponen resistencia haciendo que falte a la obediencia debida. Para Jeff Bezos, CEO de Amazon, estas personas poseen rasgos de ser un poco irritantes y este es un parámetro para buscar los candidatos correctos en la estructura del gigante de internet.

Es más, Bezos, no ignora el carácter rebelde de un candidato, sino que lo aprecia. Los denomina inconformistas y si bien “no son fáciles de liderar, son esenciales para retar ideas tradicionales, crear debate para que de la disconformidad salga una innovación brillante”, señala la perspectiva del magnate. Eso sí, no es aconsejable tener una plantilla compuesta por este tipo de empleados. “No recomendaría tener a un 90% de inconformistas“, explicó Bezos durante una conferencia.

En esta línea, desde la Escuela de Negocios de Harvard, la profesora Francesca Gino reseña una investigación, compilada en el libro Rebel talent, que estas personas rechazan la idea de que hay límites en lo que pueden lograr y actúan de maneras peculiares para alcanzar sus objetivos: se rompen, se transforman y crean.

Gino sostiene que las empresas que fomentan el talento rebelde logran también buenos resultados, ya que comparten cinco características: la novedad, la curiosidad, la perspectiva, la diversidad y la autenticidad.

Sin embargo, los líderes de colaboradores que muestren esta tendencia deben seguir algunos principios, según explican desde Harvard, como fomentar la disidencia constructiva y las conversaciones abiertas. El ejecutivo que desee los beneficios del talento ‘rebelde’ debe liderar una organización que busca ganar, ofreciendo las mejores soluciones de su sector a los problemas de los clientes.

Volver a los fundamentos o impulsar al colaborador para que sepa más que nadie es otra clave; pedir que investiguen problemas no resueltos más molestos, qué tecnologías emergen para resolverlos y cómo los emprendedores afrontan estos desafíos. Lo mismo con crear espacios donde se fomente la colaboración.

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