Confíe en su apuesta, compare las ventajas y desventajas de mantenerse firme

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18 de junio de 2019, 4:00 AM
18 de junio de 2019, 4:00 AM

La duodécima victoria de Rafael Nadal en el torneo Roland Garros no solo vuelve a demostrar su gran pasión por el tenis, también brinda lecciones de disciplina, honor y gran reconocimiento a un trabajo bien hecho.

Teniendo todo eso en cuenta, Forbes México identificó algunas lecciones que las personas que operan en la Bolsa pueden aprender del tenista español.

A tener en cuenta

La primera lección es mantener las rutinas y no despistarse. Los deportistas de éxito afirman que es bueno seguir una serie de rutinas en su vida diaria, que les ayudan a mantenerse concentrado y en forma, para afrontar los torneos de la mejor manera posible.

Es vital aplicar este mismo patrón al ‘trading’. Siga su rutina, no se despiste, manténgase informado cada día de los mercados y controle todos los factores que pueden influir negativamente en sus inversiones.

En segundo lugar, apueste por sí mismo, no se deje llevar por momentos de pánico. En un mismo partido, Nadal puede dar la vuelta al marcador en unos minutos. Lo que parecía algo perdido, se convierte en una victoria.

Los mercados financieros también pueden dar una de cal y una de arena en una misma sesión. Lo que parece que va a ser una jornada cómoda puede voltearse para arriba y, en pocos minutos, las bolsas pueden cerrar en mínimos.

Confíe en su apuesta, compare las ventajas y desventajas de mantenerse firme, no se deje llevar por el pánico de los mercados.

El espíritu de lucha, no irse abajo y aprender de los errores es otra de las lecciones a aprender. Es bueno saber perder, para aprender a levantarse.

Si una operación no salió como esperaba, estudie qué ha ocurrido, qué factores ha tenido en cuenta y cuáles no a la hora de tomar esa decisión, qué podría haber prevalecido. Todo ello, con el objetivo de intentar reaccionar de la forma correcta en una situación igual que se produzca en el futuro.

Finalmente, mantenga la ‘cabeza fría’. Como en cada profesión, y más si tiene una exposición directa a la opinión pública, un deportista puede dejar que la fama ‘se le suba a la cabeza’.

En la Bolsa, ocurre lo mismo. No se deje llevar por el éxito que pueda aportarle una determinada operación.