Expectativa. Temores por la situación económica política y social, generan incertidumbre. Se espera que el consumo de los hogares crezca sobre el 4%

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27 de febrero de 2018, 7:00 AM
27 de febrero de 2018, 7:00 AM

Prudencia, incertidumbre y un ligero optimismo  marcan, al inicio del año, la reacción del consumidor boliviano a la hora de hacer  sus compras. La situación económica, inseguridad laboral, delincuencia y la inestabilidad política y social, son algunos  temas que le preocupan y lo mantienen intranquilo.

A los temores que la gente va sintiendo de a poco en el ámbito económico y social, se suma la pérdida de confianza en sus autoridades.

No obstante, se espera que este año la economía y el consumo de los hogares crezcan igual que el año pasado, algo por encima del 4%, pero eso será posible en la medida que la confianza de los consumidores se mantenga positiva. A esa conclusión llega el estudio sobre el Índice de Confianza del Consumidor  2018 de Captura Consulting, que está basado en 900 encuestas  en hogares de cuatro ciudades del eje central del país:  Santa Cruz, La Paz,  El Alto y Cochabamba.

Entre 2013 y 2017, el crecimiento del PIB se fue desacelerando progresivamente y a la par la evolución del consumo siguió similar tendencia. Datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística (INE) dejan notar que el consumo de los hogares detuvo su caída, fue recuperándose desde el tercer trimestre de 2017 y según expertos proyecta un comportamiento positivo para  2018,  observa Róger López, director de Captura Consulting.

La encuesta señala que en los últimos seis meses los consumidores han sentido estabilidad y hasta una leve mejoría en su situación actual y  han proyectado con optimismo sus expectativas hacia los próximos 12 meses.

“Observamos  un lento ajuste de los consumidores a las expectativas y una economía que se desacelera de a poco, por ende no creemos que los temores sean más fuertes que el optimismo. El pronóstico es positivo, salvo que haya una crisis social y política de magnitud  que derrumbe los indicadores económicos reales y las percepciones de los consumidores”, puntualiza  López.

 

Actitud más racional

Si bien el pronóstico es positivo, los consumidores sienten que la situación ya no da para despilfarrar como lo hacían antes por lo que se prevé que adoptarán una actitud más racional y conservadora en torno a sus compras. De hecho más de dos tercios de los encuestados  piensan gastar menos y ahorrar más que el año pasado.

Salir menos a comer fuera  y buscarse más pasatiempos en casa es la estrategia de ahorro que piensa implementar la mayoría de los consumidores, seguida por un proceso de compra más planificado, menos impulsivo y con mayor tiempo para la búsqueda de productos y marcas de igual calidad a menor precio. Esto último incluye aprovechar más las promociones. 

“Es de esperarse que esa compra ‘más racional’ los llevará a aumentar su preferencia por el canal tradicional, ir a las promociones de supermercados, invertir más tiempo en buscar lo más económico (aumentando la frecuencia de compra) y comprando menos o más barato por ocasión (ticket promedio a la baja)”, evalúa López.

No se espera que este año, como los anteriores, el crecimiento de las marcas venga por incrementos en el precio. Se prevé más bien que la mayoría mantenga precios similares y siga con promociones.

 

Ajuste de gastos

El Centro Boliviano de Economía de la Cainco considera que este año el consumo tendrá un dinamismo similar al de 2017, aunque con cambios en su estructura puesto que “las familias han sentido el efecto de una menor entrada de recursos”. “Lo más probable es que opten por ajustar ciertos gastos y   compren en lugares y ocasiones con precios bajos", analiza.

Frente a esa situación, cree que cada empresa requiere tener estrategias que prioricen la liquidez, que apunten a reducir cualquier gasto innecesario y a tener un plan para sumar al personal a esa vía.

Por su parte, el experto en Estrategia y comunicación, Edmundo Zogbi, aclara que muchos  cambios en el consumo no pueden ser reflejados por las estadísticas.

“Por lo general, se mide la evolución del consumo a través de indicadores de ventas en supermercados o negocios formales. Pero no existen estadísticas oficiales sobre compras familiares en mercados, ferias y tiendas”, asevera. Agrega que el canal de venta ‘legal’ que no está regulado y aún está ausente de las estadísticas oficiales, es el del comercio electrónico que viene aumentando su participación en paralelo con el avance tecnológico.

 

Sobre el Índice de Confianza

El objetivo del Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) es anticipar el comportamiento de consumo de los ciudadanos por lo que su construcción se basa principalmente en preguntas sobre percepciones de los consumidores con relación a la situación actual y a su evolución en el futuro (12 meses).

El ICC que aplica Captura Consulting  tiene su antecedente metodológico principal en los elaborados por la Universidad de Michigan en Estados Unidos.

Sector retail

Crecimiento

Según la consultora internacional Euromonitor, el mercado boliviano cerró 2017 con un crecimiento del 4,3% en el sector retail y una facturación de $us 7.300 millones. Asimismo, se proyecta que el país logre para 2020 ventas anuales mayores a los $us 8.000 millones.

Inversiones

Hasta 2022 se prevé que se aperturen seis centros comerciales en el país, ya que el crecimiento de la industria retail y el comercio impulsa la llegada de nuevos inversionistas.

Transformación

En los últimos tres años, el comercio minorista en ese país ha tenido una gran transformación, ya que ha venido acumulando un crecimiento de más del 12% desde finales del 2015, informó Fashion Network. 

Marcas

Después de Colombia y Perú, Bolivia es el nuevo destino de la inversión extranjera, en franquicias y marcas de moda. Aterrizaron marcas como Forever21, Tommy Hilfiger, Calvin Klein y Tous.                 

Fuente: www.peru-retail.com