Finanzas. El desarrollo de proyectos de oficinas compartidas suma cada vez más pequeños ahorristas, que llegan tentados por la oferta de mayor rentabilidad y menor riesgo

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1 de mayo de 2018, 8:00 AM
1 de mayo de 2018, 8:00 AM

Entre los varios nombres que le atribuyen a Nueva York está la ‘selva de cemento’ y es que la postal que se repite al hacer una búsqueda en Google es la hermosa isla de Manhattan con tantos edificios que a la distancia pareciera que no cabe un alfiler. Los rascacielos se cuentan en más de 880 y Manhattan, el distrito más importante de Nueva York, tiene 27.330 habitantes por cada kilómetro cuadrado por lo que se está quedando sin dónde construir.

Así, en esa selva de cemento, la compañía Prodigy Network, una empresa que desarrolla y opera inmuebles en Manhattan a través de inversiones hechas con financiamiento colectivo,  ha construido un oasis. Edificios de coworking donde la naturaleza se aprecia, se vive y se palpa a cada paso. Se trata de The Assamblage Nomad. Lo ha logrado con un sistema de crowfunding (financiamiento colectivo), por lo que en la iniciativa han invertido más de 1.000 capitalistas de más de 40 países. Es un modelo que incluso llamó la atención de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard que lo ha convertido en un caso de estudio. El sistema de Prodigy Network ha sido tan exitoso que va por su sexto edificio. 

El coworking surgió con la crisis financiera internacional de 2008, cuando millones de personas en EEUU quedaron desempleadas y los trabajos free lance volvieron a tomar impulso. Los emprendedores independientes empezaron a florecer y entonces nació la idea de compartir lugares de trabajo para así también intercambiar ideas y potenciar proyectos. En este modelo, cada persona paga una membresía mensual para acceder a su espacio de trabajo, que puede ser un asiento en mesas compartidas o una sala cerrada.

En EEUU hoy en día, la demanda de oficinas colaborativas crece un 84% anual, mientras que la oferta apenas aumenta un 60%. Esta brecha entre los crecimientos del mercado genera una oportunidad de negocios en la industria inmobiliaria, explica Juan Carlos Ramírez, vicepresidente de Estrategias de Mercadeo de Prodigy Network.

El sector tiene un potencial enorme y es muy rentable el flujo de caja que generan los espacios de oficina. Mientras un lugar para cuatro trabajadores puede costar $us 12.000 de alquiler al mes, el coworking está en $us 6.800.  

La compañía invitó a periodistas de Bolivia, Argentina, Colombia y Perú a conocer los proyectos que desarrolla en Nueva York. La novedad es que ya hay bolivianos invirtiendo en el centro financiero del mundo.    

¿De qué se trata?
Para el desarrollador inmobiliario y CEO de Prodigy Network Rodrigo Niño fue un cambio de paradigma. Luego de la crisis inmobiliaria quedó en evidencia que los únicos bienes que preservaron su valor estaban en las 10 principales áreas metropolitanas de EEUU (la caída fue del 3%). Sin embargo, invertir en la zona era un privilegio que solo se podían dar los multimillonarios. 

“¿Por qué el inversor más pequeño está excluido de participar en los activos específicos elegidos por los ricos para proteger su capital en las ciudades centrales como Nueva York?", cuestionó. La opción de financiar proyectos de bienes raíces con crowdfunding fue posible gracias a la Ley JOBS, aprobada en 2013 durante la administración de Barack Obama. Hoy, solo un 5% del mercado inmobiliario se lleva adelante con financiamiento colectivo.

El primer paso fue identificar el edificio. Prodigy Network recaudó los fondos necesarios. Un administrador de fondos profesional fue contratado para garantizar el cumplimiento del código impositivo de EEUU y de las leyes contra el blanqueo de dinero. Niño impuso procedimientos rigurosos que incluyen arreglos de seguridad y mitigación de riesgos.

Las primeras inversiones eran con tiquetes de $us 50.000, luego $us 10.000 y el objetivo de Niño es bajar incluso a $us 100. Los retornos están calculados entre un 15 y 20% anual porque tienen edificios de coworking y hoteles. 

A través de su plataforma de inversión, Prodigy Network ha recaudado más de $us 600 millones, conectando miles de inversionistas de 37 países y 27 estados norteamericanos. Con este capital, junto con financiación tradicional de instituciones como Deutsche Bank, Bank of America y CIBC, consolida un portafolio de ocho proyectos (seis en Manhattan y dos en Bogotá), con un valor estimado de $us 875 millones.

Obviamente con una rentabilidad de doble dígito surgen la dudas. Ramírez afirma que el inversionista puede asegurarse de que el proceso de inversión es transparente y seguro porque se realiza a través de NES Financial, un administrador de fondos de terceros, el cual tiene tres labores importantes: verificar que el capital es utilizado de manera apropiada por el desarrollador, proveer valoraciones anuales de la inversión de cada cliente a través de entidades independientes como Cushman & Wakefield y verificar que el dinero invertido en los proyectos cumpla con los requisitos internacionales establecidos por las prácticas de KyC (Know your customer) y AML (Anti-Money Laundering). El gerente de
Operaciones de Prodigy Network, Lissandro Videla, afirma que el dinero lo administra un control fiduciario y cuando tienen el 50% del valor entonces acuden a la banca por financiamiento. 

Los interesados pueden acceder a la página web de Prodigy Network y hacer su inversión desde cualquier parte del mundo. En EEUU se verifican los antecedentes penales del capitalista para evitar el blanqueo de dinero proveniente del narcotráfico, según explicó el gerente de Tecnología, Gustavo Tolone, un argentino que estuvo 13 años en el Citi Bank. 

Tiene un equipo de diez desarrolladores -la mayoría basados en Buenos Aires- que se ocupa de diseñar la plataforma digital que permite unir a los inversores con la oferta de inmuebles que provee la empresa en Manhattan. “Se quiere bajar el mínimo de inversión a $us 1.000, lo que va a permitir pagar con PayPal una parte del ladrillo en Nueva York”, dice.

Si es aprobado, el inversionista puede hacer seguimiento de su capital, el retorno y las oportunidades en la página web. Para los inversionistas más desconfiados que precisan una oficina, en Bolivia la firma Aquaterra también es el enlace con Prodigy Network.
 
Expansión en América Latina

El negocio no se queda en EEUU. El siguiente paso es financiar edificios con el sistema crowdfunding en las principales capitales de América Latina. Para ello, el gerente de Operaciones de Prodigy Network, Lissandro Videla, hace una gira en la región identificando las oportunidades.
Mientras Rodrigo Niño, CEO de la compañía, confía en que Bogotá, México, Buenos Aires y Lima están preparadas para desarrollar edificios de coworking financiado por pequeños inversionistas. Y Bolivia está en los planes gracias al crecimiento de la clase media.

REPRESENTANTE EN BOLIVIA

Aquaterra maneja portafolio de inversiones en Miami, Nueva York y otras opciones

La compañía Aquaterra inició operaciones en Miami (EEUU) con un portafolio de productos (bienes inmuebles) y servicios financieros. Tiene presencia en Perú, Ecuador, Chile y Bolivia.

Olivia Parada representa Aquaterra en el país. La ejecutiva explica que desde hace varios años se ha dinamizado la inversión de los latinos en EEUU.”Mi servicio es acercar los clientes a los proyectos inmobiliarios y financieros en Miami y Nueva York”, explicó.

Muchos edificios se levantan con estas inversiones, departamentos, centros comerciales u hoteles. 

En contacto desde Miami, el CEO de Aquaterra, Christian Fernández, dijo que desde septiembre de 2017 empezaron a ver muchos clientes de Bolivia, especialmente de Santa Cruz, con la intención de invertir. “Somos una propuesta diferente, no solo ofrecemos bienes raíces, sino también financieros (equity). La idea es que con nuestra plataforma puedan tener acceso a varios productos, uno de ellos es Prodigy Network”, agregó. 

Un tour por el edificio
Comidas y espacio

La oferta de alimentos y bebidas en The Assemblage está inspirada en ayurveda, servida como experiencia gastronómica comunitaria. Además, tiene salas de meditación, jardín de techo, bar basado en plantas, terraza al aire libre, salas de conferencias y mesas comunales. 

Cultura
Los entornos físicos y las experiencias culturales estimulan un equilibrio saludable y la alineación de la mente, el cuerpo y el espíritu.  Los servicios integrales, que incluyen reiki, respiración y terapia de sonido, ayudan a los miembros. Entornos naturales e integraciones de plantas reflexivas para promover la tendencia humana innata a buscar conexiones con la naturaleza y otros sistemas vivos. 

Oficinas de Coworking
Grandes compañías como Verizon, IBM y Microsoft se están asociando con espacios de coworking para apoyar la innovación y el intercambio de ideas. Emergent Research estima que las membresías de coworking crecerán anualmente en un 40%. The Assemblage abrió en noviembre de 2017 y ya cuenta con 900 miembros que también se interrelacionan en una red social interna generando una comunidad.