Tendencia. El Índice de Confianza del Consumidor registró una baja de 9 puntos en el segundo trimestre de 2018, con relación a similar periodo de 2017, y registra por primera vez una tasa negativa en cinco años

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14 de agosto de 2018, 13:40 PM
14 de agosto de 2018, 13:40 PM

En los negocios de la urbe cruceña abundan los carteles con promociones y descuentos que apuntan a atraer más clientes, en particular de sectores como electrodomésticos, gastronomía, ropa y bebidas. El despliegue de estrategias comerciales, se explica en parte por la baja de la confianza del consumidor en el comportamiento de la economía boliviana, según desveló un estudio de Captura Consulting.

El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) registró una caída de 9 puntos, al caer de 108 puntos en el segundo trimestre de 2017 a 99 puntos en el segundo trimestre de 2018. Este indicador es elaborado por la consultora, en base a una muestra poblacional de 900 personas y promedia los índices de percepción de la situación económica actual y de futuras expectativas del país y del hogar, en la que el puntaje final debe resultar por encima de los 100 puntos.

Para el socio y director de Captura Consulting, Róger López, los consumidores sienten de manera gradual una desaceleración de la economía, que hasta fines de 2017 era una cuestión conocida, pero aún lejana; sin embargo, desde el primer semestre de este año la ven como un problema relevante. “En consecuencia, por primera vez en los últimos cinco años el Índice de Confianza del Consumidor se torna negativo y amenaza con contraer el consumo de los hogares”, indicó.

La pérdida de la confianza afecta la intención de compra en negocios de electrodomésticos, televisores, computadoras y otros artefactos electrónicos, los que se ven más afectados debido a que registran una intención de compra que cae del 25% en el tercer trimestre de 2016 a 19% en el segundo trimestre de 2018.

Las cifras no son negativas para todos los sectores. Se perfila que el sector supermercados mantenga un ligero crecimiento, aunque impulsadas por la venta del subsidio materno, y también los mercados zonales. “Seguirán aumentando las conexiones a televisión por cable e internet en un 15% anual. Mirar televisión, conectarse a internet y caminar o trotar ganan preferencia entre 42 y 47%”, establece el estudio.

Toman sus previsiones

“Sin duda el consumidor en momentos de desaceleración se vuelve más cauteloso y escoge hacer una buena compra”, señaló el CEO de Dismac, Luis Fernando Saavedra, quien observa que las empresas deben aplicar estrategias de ‘blindaje’ para crecer a costa de los competidores.

La jefa de marketing de Sure, Silenia Yraipi, manifestó que después de los días del Mundial de Rusia se sintió un ligero bajón, pero la firma tecnológica incubaba una nueva subdivisión: CrediSure, especializada en otorgar productos a crédito.

Esta ejecutiva asegura que si bien el usuario cuenta con el efectivo para adquirir productos este prefiere tener liquidez y opta por productos al crédito; siendo los televisores los más demandados y que muestran que el entretenimiento en casa gana terreno.

El gerente de retail de Multicenter, Stefan Postey, expuso que las promociones y campañas de marketing permitieron mantener cifras positivas en la empresa durante el primer semestre de 2018 (15% de crecimiento más que en 2017) y que este trimestre se enfocarán en el sector corporativo. La firma espera ser más agresiva con sus estrategias del último trimestre debido al dinamismo que se muestra a fin de año.

De acuerdo con la gerente de marca y comunicación Institucional de Tigo, María Laura Mendoza, el sector de telecomunicaciones es dinámico, por eso la empresa desarrolla servicios complementarios para satisfacer las crecientes demandas de los bolivianos, tales como Tigo Sports (canal multipantalla) y Tigo Money.

El sector de alimentos y bebidas ya está sintiendo la contracción y la cautela del consumidor. El vicepresidente de la Cámara Nacional de Industrias, Ibo Blazicevic, reconoció que las familias empiezan a priorizar su consumo y eso se siente, pero “a final de año se espera que se dinamice la economía y volvamos a buenos niveles de consumo”, expresó.

Una fuente de la industria cárnica dijo que el público está optando por productos sustitutos a los tradicionales y, a diferencia de los supermercados, el tema del subsidio les afecta ya que los beneficiados con esta ayuda reciben alimentos para una familia y eso influye en las ventas.

Por su parte, las empresas que operan bajo el sistema de franquicias apuntan a un segmento más insensible al precio, según el informe del titular de Franquicias América, Roberto Pérez. Desde la entidad, indicaron que el público que consume los productos de firmas internacionales es de clase media alta y alta y estos son insensibles al precio.

En cambio, el consumidor esporádico; es decir, el que se da un gusto de vez en cuando, ya hace comparaciones de precio, sustituye una marca por otras o prefiere quedarse en casa, desde el punto de vista del ejecutivo.

Para el presidente de la Cámara Gastronómica de Santa Cruz, Javier Aguilera, las empresas que trabajan con un marketing de experiencia no sienten el cambio. “La gente sale a comprar por impulso y el restaurante que brinde mejor experiencia es el que tiene más clientela, pero también hay nichos o espacios de lujo donde la gente va a ir cueste lo que cueste”, sostuvo y reconoció que hay mayor demanda en los días de promoción y 2x1.

En el sector automotriz la desaceleración se sintió en los últimos meses con la caída del 20% de las importaciones. De acuerdo con el gerente de la Cámara Automotor Boliviana, Luis Orlando Encinas, el posible pago de un segundo aguinaldo no es una garantía para dinamizar el sector. “Antes, la gente renovaba su vehículo cada uno o dos años, ahora se nota que lo hace cada cuatro o cinco años”, enfatizó.

Desde el Centro Boliviano de Economía de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), observaron que el consumo seguirá con un dinamismo bajo e incluso por debajo del 4%, puesto que las expectativas de desaceleración se están instaurando paulatinamente en la percepción de las personas.

Esto va en línea con la percepción de que el índice de percepciones futuras está cayendo gradualmente, frente a lo cual las familias comenzarían a reducir gastos, en especial de bienes durables.

Al ser consultados si el el pago del doble aguinaldo pueda dinamizar de alguna manera el consumo en los próximos meses, los ejecutivos respondieron que eventualmente podría mejorar marginalmente el consumo de un porcentaje reducido de la población, los cuales se destinarían a la compra de bienes durables.

Pero también es probable que parte de ese dinero se utilice como ahorro, en un entorno de menor dinamismo económico. Por tanto, el efecto en el gasto podría ser ambiguo: aumento de compra de bienes durables pero también mayor ahorro como una forma de precaución.

Perspectiva estatal

Para el Gobierno, el crecimiento económico a escala nacional es un hecho incontrastable y defiende las cifras que proyectan un PIB por encima del 4,5% para este año, que a su vez garantizan el pago del doble aguinaldo, tasa que en su momento fue cuestionada por los empresarios privados, que incluso proyectan cierres o despidos.

“Si tenemos un crecimiento similar o un poco menor incluso a lo que es el primer trimestre (4,44%), después de junio vamos a poder hablar de que va a haber un crecimiento superior al 4,5% que es el dato que se contempla para el pago del segundo aguinaldo”, declaró el ministro de Economía, Mario Guillén.

Estos anuncios contradictorios entre Gobierno y empresarios, hacen que los consumidores planifiquen reducir sus gastos. Por sectores el 74% en Santa Cruz, el 72% de los sectores de nivel de ingresos bajos en las ciudades encuestadas, el 71% de las personas está entre los 26 y 40 años, y el 70% en La Paz, se prepara para asumir estrategias de ahorro.

Aumenta la comunicación más racional y orientada al ahorro

Según el informe de Captura Consulting, las repercusiones que también pueden ser relevantes para un futuro inmediato son la comunicación orientada al ahorro, rendimiento, duración y asequibilidad, al igual que las promociones de precio y volumen, las cuales deben tener una ejecución distintas por plaza. Asimismo, se percibirá un aumento en la recepción de modelos básicos, marcas más baratas, promociones y crédito directo.

Según el publicista y director general creativo de la agencia Athos, Ferju Cuevas, las marcas deben adaptar sus estrategias de marketing a estos cambios y estas no solo deben enfocarse en promociones o descuentos, sino también en las nuevas experiencias de compra con tendencias digitales, además de adecuarse a la realidad del país. Sostuvo que las marcas deben adaptarse a los consumidores, no los consumidores a las marcas

“Hay que darle más opciones al consumidor”, afirmó el ejecutivo. En esta línea, el estratega en marketing Mariano Cabrera, agregó que el consumidor también tiende hacia la internacionalización y sus hábitos se ven influenciados por la tecnología. “Si bien se ve menos gente en los restaurantes se pueden cruzar datos con las empresas de delivery y sus números crecen a pasos agigantados”, manifestó.

Cabrera recordó que hay mayores opciones en el mercado y por consiguiente mayor competitividad. Además, observó que es posible que en tiempos de desaceleración económica la gente puede gastar más porque no confía en los bancos ni en los ahorros y eso puede ser aprovechado con una buena estrategia.

Un caso positivo de una buena comunicación es el de Unilever. El CEO de esta firma en Bolivia, Fernando Ciarroca, dijo que los números de la empresa muestran un crecimiento en las marcas premium de hasta el 15% en el primer semestre de 2018 con respecto al mismo periodo de 2017. El ejecutivo aseguró también que las marcas de consumo familiar también muestran un crecimiento de dos dígitos gracias a las promociones, que son muy apetecidas por el público.