Los invitados del III Encuentro Internacional de Narrativa proclaman que toda traducción es una forma de producción propia. Reivindican la diversidad lingüística y las nuevas formas de representación del lenguaje

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1 de junio de 2019, 4:00 AM
1 de junio de 2019, 4:00 AM

Katherine M. Hedeen, traductora, ensayista y profesora universitaria estadounidense, que se especializa en poesía hispanoamericana, ha investigado sobre varios autores contemporáneos de la región. Hedeen, que fue una de las invitadas de la VI Semana de la Poesía, cree que la traducción es un oficio que debe estar considerado como una forma de arte, como ejemplo de producción propia. “Cuando me presento como traductora de poesía, generalmente me preguntan si soy poeta también.

Mi respuesta siempre ha sido clara: sí, porque, para mí, mis traducciones son mis poemas. Es decir, son dos actos de creación. Parten de distintos fines, pero el traductor es artista y artesano como el poeta”, afirma. Uno de los temas centrales del III Encuentro Internacional de Narrativa es la traducción. La actividad, coordinada por las autoras nacionales Magela Baudoin, Liliana Colanzi y Giovanna Rivero, concluye hoy en el marco de la XX Feria Internacional del Libro de Santa Cruz de la Sierra.

La traducción como una forma de derribar fronteras se tituló la mesa en la que participa ron ayer los escritores nacionales Elías Caurey, Elvira Espejo, Juan MacLean y la mexicana Cristina Rivera Garza. El debate, que incluye la discusión sobre la traducción literaria de y a lenguas indígenas, con autores que escriben en lenguas originarias (Caurey y Espejo), fue valorado por los protagonistas y organizadores del encuentro como una oportunidad de analizar la pluralidad de voces en la literatura.

“Estos primeros veinte años del siglo XXI se han venido caracterizando por procesos migratorios masivos. Si tuvié- ramos que dibujar un nuevo mapamundi guiándonos solamente por las manchas poblacionales y sus éxodos, obtendríamos un dibujo totalmente nuevo del planeta. Eso, además de la tremenda crisis climática y del terrorismo económico, nos obliga a preguntarnos de qué modos la literatura está registrando semejantes transformaciones.

¿Con qué voces, tonos, lenguajes y poéticas la literatura nos permite hablar de nuestros miedos, sueños y preocupaciones en un siglo con un horizonte tan incierto? Hoy, más que nunca, es necesaria la polifonía”, expresa Giovanna Rivero.

Hablar en lenguas titula el tercer encuentro en la feria cruceña, un nombre que para el escritor y sociólogo guaraní Elías Caurey posee una connotación especial desde la perspectiva indígena. “Hablar en lengua implica hablar la lengua, pero además entender la cultura y vivirla como tal”, indica. La importancia de la traducción, en el caso de Caurey, radica en que es un recurso que le permite expresar en código diferente una realidad dicho en otro código. “Es como transitar en dos mundos, siendo el traductor una especie de bisagra”, indica el autor de Yayandu Ñeere, poemas en guaraní y castellano. Además de fronteras, Giovanna opina que, a través de la traducción, se pueden derribar la soledad, individual y colectiva.

La mexicana Cristina Rivera recalca la importancia de cada pequeña decisión en el proceso de traducción. Recoge el lenguaje de otros y lo hace suyo

“La traducción es la posibilidad de ser otro, de prestarse un lenguaje y ensayar nuevas formas de representación de las cosas sabidas. Traducimos no sólo un sistema lingüístico a otro, sino que, como sucede con la escritura misma, traducimos la enormidad caótica del mundo a la estructura afectiva de un personaje y a través de ese personaje, experimentamos el sufrimiento, el gozo y la trascendencia humanas. Nos traducimos en un personaje”, comenta la escritora montereña.

La mexicana Cristina Rivera Garza vive con la idea de que escribir siempre es una forma de traducción. “Les creo a los que dicen que traducir es primero, luego viene el original. Estar siempre al tanto de otra lengua es una parte fundamental de construir mundos compartidos con otros”, asegura.

Al cochabambino Juan Cristóbal McLean le interesa la traducción literaria, o más concretamente la traducción de poesía, pues ha traducido algunos poemas y autores del inglés y el francés.

Ello no le impide analizar e alcance de la traducción desde otros géneros y afirmar que mediante las traducciones se podrían derribar, idealmente, el propio sentido de identidad y todos los chauvinismos. Y pone un ejemplo puntual. “Si hubiera una traducción fluida con indígenas de las tierras bajas, por ejemplo, y escucháramos todo lo que tienen que decir y la importancia de lo que digan, seguro que todos seríamos más conscientes de esa verdadera infamia que se quiere cometer al expulsarlos y arruinarlos para hacer unas represas totalmente dudosas.

Es una pena que, traducción mediante, no haya un flujo comunicacional con ellos y que permita considerarlos como verdaderos interlocutores”, dice McLean. Caurey añade que los idiomas son códigos que reflejan la síntesis de una sociedad sobre su forma de ser y se convierten en muros que producen fronteras cuando hay idiomas hegemónicos que menosprecian a los demás, reduciendo así las alternativas de compresión y, por ende, de solución de los problemas, provocando el empobrecimiento del mundo.

“La diversidad lingüística es una parte integral de la diversidad cultural que implica información y conocimiento de las realidades, conocerla da la posibilidad de expresar y reconciliar ideas, principios y valores, sistemas de conocimiento en lo social, económico, religioso y otras dimensiones; siendo así, un antídoto para el diálogo, la reconciliación, la tolerancia y la paz”, opina el escritor guaraní.