La fundadora y cantante de la banda pop-punk japonesa Naoko Yamano habla de la historia de la banda, de su éxito y de cómo llegaron a donde están ahora

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10 de febrero de 2018, 4:00 AM
10 de febrero de 2018, 4:00 AM

En 1981 Naoko Yamano estaba fascinada por el punk de grupos como los Ramones y los Buzzcocks, y también estaba un poco hastiada de su ciudad, Osaka. “Estaba aburrida de la vida cotidiana. Quería  hacer algo interesante. Así que armé una banda”, dice Yamano por mail. A finales de los 70 habían muchas bandas únicas dentro de la escena musical underground de  Japón y ella quería ser parte de eso. De esta manera fue que nació Shonen Knife, con Yamano como cantante y guitarrista, su hermana Atsuko como baterista y una amiga de ambas, Michie Nakatani, como bajista. 


Shonen Knife sigue firme, grabando discos y girando, aunque solo con Naoko Yamano como la única fundadora en la formación que ha estado siempre en actividad con la banda. 


El pop-punk que toca desde sus inicios, con letras divertidas dedicadas a chicos, a chicas, a animales o a la comida, fue reconocida por personalidades importantes de la música, ya sea este el padrino del indie Calvin Johnson, que editó a la banda en Estados Unidos con su sello K Records; o por el propio Kurt Cobain, que invitó a las Shonen Knife en 1992 a hacer el tour japonés con Nirvana, cuando el grunge lo era todo en el mundo.  


“Lanzamos algunos discos con un pequeño sello llamado Zero Records, acá en Kyoto, en la primera mitad de los 80. Cuando Calvin vino a Japón compró nuestro disco Burning Farm y después me contactó  por correo”, cuenta.


La amistad entre ambos continuó con el tiempo, y cuando Johnson estuvo en 2004 en Japón hizo los coros para uno de los temas del álbum Candy Rock. De hecho, el que fuera líder y vocalista de la banda Beat Happening se encargó de hacerle llegar Burning Farm a Cobain -cuando Nirvana apenas era un proyecto- y este  quedó enamorado de la banda.

“Cuando nos hicieron la oferta de girar con ellos yo no había escuchado Nirvana. Cuando vi una foto suya me asusté porque se veían salvajes. Pero cuando los conocí entendí que eran buenos, caballeros”, recuerda la líder de Shonen Knife. “Un día Kurt quiso aprender nuestra canción Twist Barbie en uno de los conciertos de caridad y le enseñé los acordes. Era muy listo y los aprendió rápido”. 


De alguna manera, reconoce Yamano, Cobain fue un gran impulsor de la carrera de Shonen Knife, dentro y fuera de su país. “Él dijo que la banda era verdadera y única, es por eso que nos consideran de culto”, dice Yamano. 


Aunque ya en 1989, gracias a otros músicos y bandas como Sonic Youth, las Shonen fueron homenajeadas en un disco, que llevó por título Every band has a Shonen Knife who loves them (Cada banda tiene un Shonen Knife que los ama) en la que 32 grupos tocaban diferentes canciones de las japonesas, entre ellos los mismos Sonic Youth, Red Kross o las L7. “Me sorprendió que cada banda tocara nuestras canciones tan bien. Pensándolo bien ahora, fue algo increíble todo eso”, manifiesta la guitarrista japonesa.


Gente como el director Richard Linklater era uno de los que en los 90 vestía orgullosamente una polera del trío japonés.


Aunque lo que ella más disfruta de estar en una banda como Shonen Knife es hacer feliz a los fans. “La gente que me rodea ayuda mucho a la banda, y tenemos muchos seguidores que nos apoyan. Si nuestros fans son felices con nuestra música, necesito continuar con la banda”. Precisamente, el primer disco de Shonen Knife, grabado en 1982, se titula Everybody Happy (Todo el mundo feliz, o Minna Tanoshiku en el idioma original) y hablan ahí de la cáscara de la banana, o de una papaya caníbal.  


“Lo básico de mi manera de escribir se mantiene hoy igual que al inicio, pero he mejorado”, dice Yamano. “Escribo palabras clave de mis canciones en mi computadora. Luego las expando. Después hago la  música y voy arreglando ambas”, señala. “Estoy avergonzada de escribir canciones de amor y quiero ser única y prominente. No quiero ser como los otros. Solo quiero escribir canciones sobre las cosas que me gustan, que son la comida y los animales, pero también tengo muchas de otros temas”, agrega la música y compositora. 


En diciembre pasado grabaron un disco al vivo (preparan uno de estudio) y en abril de este año estarán de gira por el Reino Unido durante cinco semanas. La banda tiene más de 20 discos de estudio y se completa actualmente con Atsuko Yamano y Risa Kawano, que intercambian su lugar en giras y discos con Ritsuko Takeda y Naru Ishikuza. 


Shonen Knife nació influenciada por los Ramones, cuyos cuatro miembros originales ya están muertos. “Eso es muy triste para mí. Abrimos para ellos en Osaka en su gira de despedida, en 1995. Después del concierto nos fuimos a cenar juntos. Es uno de mis buenos recuerdos”. 


De la movida musical sudamericana y de sus músicos Yamano dice que sabe muy poco. “Alguna vez estuve en un concierto de Sepultura, acá en Osaka. Estuvo muy bueno”, dice Yamano, y luego menciona que de lo que sí sabe es del tenis de esta región: “muchos tenistas sudamericanos están entre mis favoritos”, comenta, y empieza a enumerar: Juan Mónaco, Gustavo Kuerten, Juan Martín del Potro y David Pablo Nalbandian.


Y aunque no escucha mucho punk en estos días (prefiere funk, o hard rock, o incluso disco) reconoce que el género está bien vivo en todo el mundo.