El rector de la Catedral de Cochabamba se unió a los bloqueos. Dice que su arma es el Rosario y su escudo, la fe

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17 de enero de 2018, 6:00 AM
17 de enero de 2018, 6:00 AM

Temprano, Tata Marcelo, sacerdote cochabambino, rector de la Catedral de la Llajta, puso una mesita en la calle, un crucifijo y otras imágenes católicas y se unió al paro cívico en contra del Código Penal y la repostulación de Morales. Dice que quiere oler a oveja, como manda el papa Francisco.

No es común ver a un sacerdote en la calle en tiempos de movilización. ¿Qué lo impulsó a salir y unirse al paro? 
No soy el único. Llevo una sotana y se me ve más. En estas situaciones el sacerdote no es alguien que debe estar como algo sagrado en una urna dentro del templo. El sacardote es parte de la historia, de la vida y del caminar del pueblo de Dios y tanto trabaja en medio de la gente, que lo acompaña en estos momentos. Pero hay otros. Mucha gente que no se ha visto. El papa dice que hay que tener olor de ovejas, y ahí estamos. No en una misión personal sino en una misión que Dios nos ha dado. Tan solo estoy respondiendo al llamado de Dios. Nuestra arma era el santo rosario y nuestro escudo la fe y la esperanza.

Por qué cree que el paro ha sido contundente en Cochabamba.

Solo Dios sabe. Creo que la gente está cansada de tanta palabra, tanto discurso. No solo pienso en el Gobierno, sino en actitudes de muchos políticos. La gente necesita participar, no de manera obligada ni justificando consignas, participar como bolivianos para que nuestros jóvenes y niños tengan un mañana mejor.

¿Por qué cree que Cochabamba, que en su momento apoyó al presidente Morales, en este momentos esté mostrando descontento?
Está ese deseo que no sigan adelante por no respetar el voto de la población el 21-F. El pueblo cochabambino después de mucho tiempo se unió, a pesar de la manipulación informativa del Gobierno, las personas respondieron. En el barrio había una persona en silla de ruedas, personas mayores que han salido de sus casas. No trabajamos en la Alcaldía, no somos funcionarios públicos, somos personas.
¿Hasta dónde cree que llegarán estas movilizaciones?
Solo Dios sabe y creo que ni Dios. Esperemos tener un resultado positivo por el bien de todos. Esperemos que no vaya ahondándose y la respuesta no sea violenta.

¿No teme a las críticas del Gobierno por la relación con la Iglesia?
El Gobierno tiene sus propias opiniones sobre la Iglesia. Recordemos sus ataques contra nuestro cardenal Terrazas, cómo lo trataban. Recuerde el tema de la intervención de San Francisco en La Paz cuando había huelguistas y fueron a sacarlos. Recuerde las expresiones de diferentes ministros y del propio vicepresidente García Linera sobre la Iglesia. Recuerde las expresiones de los cocaleros que dicen más o menos que los curas somos drogadictos cuando se debatía el tema del narcotráfico. Recuerde que sacaron la Biblia y la cruz del Gobierno y metieron la k’oa, siendo que es un Estado laico que no debería tener ninguna acción religiosa, pero bueno. Vemos como las obras sociales de la Iglesia en salud se están cayendo por las acciones administrativas del Gobierno. Para ellos la Iglesia católica no debe existir. Eso muchos lo han intentado durante 2.000 años, pero la Iglesia no es de los hombres, es de Dios.