Su etapa en el Gobierno se caracterizó por el incremento de la corrupción y el narcotráfico. En su Gobierno fue asesinado el líder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz

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29 de abril de 2018, 10:54 AM
29 de abril de 2018, 10:54 AM

Nació en La Paz en el  8 de agosto de 1929. Luis García Meza Tejada fue un militar y político boliviano que llegó al poder mediante un golpe de Estado a la entonces presidenta Lydia Gueiler,  en 1980, para impedir a su vez que Hernán Siles Zuazo, triunfador en las elecciones, asumiera el mandato del país.

Realizó sus estudios secundarios en el colegio 'La Salle' y en 1947 ingresó en la Academia Militar, en el arma de Caballería. Se convirtió en militar de carrera, y ocupó diversos destinos, en 1976 asumió el destino de comandante del Colegio Militar del Ejército, y en 1979, tras el golpe del coronel Natusch, ocupó el cargo de comandante general.

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Durante su tiempo en el poder la violencia llegó a niveles extremos. Fue juzgado por la muerte del padre Luis Espinal Camps, Marcelo Quiroga Santa Cruz y Carlos Flores Bedregal, líderes que se oponían a su Gobierno; también ordenó la denominada 'Masacre de la Calle Harrington', en enero de 1981, cuando paramilitares torturaron y mataron a ocho dirigentes del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR).

Fue obligado a dimitir por corrupción y presunta complicidad con el narcotráfico. Entregó la presidencia de la república a una junta de generales, que nombró a Celso Torrelio presidente de la nación.

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En 1986 fue acusado por los delitos de asesinato, persecuciones, narcotráfico, violación de la Constitución política del Estado (CPE) y de los derechos humanos, así como otros delitos cometidos durante su mandato. Escapó del país en 1989 y fue encontrado en Brasil 1994. 

Permaneció recluido en un cuartel de la Policía Militar y el 19 de octubre de 1994 el Tribunal Supremo Federal de Brasil concedió su extradición a Bolivia, arribando la madrugada del 15 de marzo de 1995.

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El 21 de abril de 1993 fue sentenciado as 30 años de cárcel sin derecho a indulto, siendo remitido a la cárcel de máxima seguridad de Chonchocoro, aunque por su avanzada edad y los más de 20 males que padecía, pasó casi un tercio de su condena en una sala del hospital de Cossmil.

En enero de 2017, el Tribunal de Roma sentenció a García Meza y a otros siete exmilitares de Latinoamérica a cadena perpetua por crímenes cometidos contra ítalo-latinoamericanos en el denominado Plan Cóndor, una operación represiva impulsada por los regímenes de América Latina entre las décadas de 1970 y 1980.