Calificó a la población de tener “mentalidad altoperuana”, puso en duda la ética de sus colegas abogados, tildó a los periodistas de tergiversadores y aseguró que se lleva adelante una “revolución judicial”

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4 de enero de 2019, 4:00 AM
4 de enero de 2019, 4:00 AM

“Lo que voy a decir probablemente no guste”, dijo José Antonio Revilla, presidente del Tribunal Supremo de Justicia y tuvo razón: su ataque contra la prensa y sus palabras cercanas al lenguaje que usan los militantes de izquierda desataron críticas de políticos y comunicadores, aunque lograron que el presidente Evo Morales diga que se esperanza de un cambio en la justicia con los números de su primer año de gestión.

Ayer, en el acto de inauguración del año judicial, Revilla no se ahorró adjetivos contra el trabajo de los medios de comunicación. Los tildó de “tergiversadores y manipuladores” y anunció que creó la Agencia Judicial de Noticias. “La prensa maneja el derecho a la información y ese derecho del litigante es algo bastante serio para dejarlo en manos de los tergiversadores de la información”, dijo, pero no se detuvo allí. Añadió que la información es un derecho humano que debe estar en manos del destinatario y no puede ser monopolio de determinada prensa tergiversadora, “por no decir activista en contra de determinados proyectos o avances”.

Parte

Luego de aclarar que solo estaba haciendo uso de su libertad de expresión y que sus opiniones no implicaban a la sala plena de la institución, lanzó otro dardo: “La única consultoría subvencionada por Estados Unidos es la libertad de prensa porque esa libertad de prensa supone una actitud difamatoria, tergiversadora y manipuladora de la información”, dijo, sin dirigirse a nadie en particular ni salvar a nadie del gremio.

Luego de anunciar la Agencia Judicial de Noticias aseguró que la información saldrá de ella de modo objetivo. Luego de todo el vendaval de adjetivos, trató de matizar lo dicho asegurando que “así como hay buenos jueces”, también hay “buenos periodistas”.

Revilla, en el cargo hace un año tras haber sido elegido en una votación cargada de polémica y sospechas de direccionamiento de la preselección, logró que con su ‘catarsis’ contra los medios los números de la justicia quedaran en segundo plano. Mostró datos de que cada día los jueces del Supremo dictan dos sentencias, que la Sala Civil ha resuelto un 30% más de causas que la gestión inmediatamente anterior o que se han creado más de 500 ítems en el año judicial. Eso llevó a Revilla a escuchar lo más parecido a un elogio de su informe, que llegó de la boca del presidente Morales. Dijo que los resultados anunciados por Revilla le inspiran “mucha confianza” para cambiar la justicia. “Las proyecciones que se plantean son interesantes y esperamos todos los deseos y sueños que tenemos se cumplan para bien de nuestra querida población boliviana”.

Contraparte

Esto generó la reacción de la Asociación Nacional de la Prensa, organización que agrupa a los directores de medios, que en un comunicado rechazó lo dicho por Revilla. Le recordó que en sus 49 años de vida es respetuosa de la institucionalidad y exige que ese principio sea la base de una convivencia democrática, por encima de toda circunstancia política.

“Los medios asociados consideran urgente que la justicia recupere la credibilidad entre la ciudadanía que, por el contrario, otorga mayor confianza al trabajo informativo independiente”, dice el comunicado. Recordó además que en las páginas de los diarios se evidencia la injusticia contra ciudadanos inocentes, la ausencia de transparencia y la retardación de justicia y considera que estos son temas que merecen la atención. El comunicado añade otro dato: la justicia penal y la justicia civil bolivianas ocupan los puestos 112 y 111, sobre 133 países, en las encuestas realizadas por el World Justice Project (WJP) para la gestión 2017-2018”.

Reacciones

Los periodistas y su ejercicio no fueron los únicos blancos de crítica de Revilla. Primero defendió su legitimidad como autoridad elegida por voto, luego añadió que se está iniciando un “proceso de revolución en la justicia”, acusó a la población de tener una “mentalidad altoperuana” por la alta litigancia y a sus colegas abogados les dijo faltos de ética porque piensan que todo se debe solucionar en un proceso judicial. Casi al final, aseguró que no existe retardación de justicia y que “lo que hay es un prejuicio burgués”.

Todo lo dicho provocó reacciones de los políticos. Víctor Hugo Cárdenas, candidato a la Presidencia por UCS, dijo que Revilla demuestra que no sabe qué es noticia, pues no sabe la diferencia entre agencia de noticias, boletín de prensa, información y propaganda. “¡Y habló de una concepción socialista de justicia!”, añadió.

El expresidente Tuto Quiroga se unió a las críticas y acusó al presidente Evo Morales de aplicar la “receta castro-madurista”.

“Su justicia ‘independiente’ le rinde pleitesía y ataca a la prensa, mientras su Gobierno busca amordazar al periodista Raúl Peñaranda”, escribió en su cuenta de Twitter. Otro que usó la red social del pajarito para referirse al tema fue el candidato presidencial por Bolivia Dice No, Óscar Ortiz. Consideró que las palabras de Revilla son “otra muestra de la falta de independencia de la justicia en Bolivia y le dijo que en lugar de pedirle migajas al presidente para que les construya oficinas, debería demandar un presupuesto para administrarlo con independencia. Es que además de todo lo dicho, Revilla pidió que el Órgano Judicial se beneficie del Evo Cumple.

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