En cuatro años, el cineasta recibió del Ministerio de Culturas varios miles de bolivianos por los derechos de difusión de seis películas en televisión. La entidad se niega a mostrar documentos y a responder preguntas

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13 de diciembre de 2018, 6:29 AM
13 de diciembre de 2018, 6:29 AM

Entre 2014 y 2018, el Estado boliviano pagó más de 1 millón de bolivianos para que seis películas de Jorge Sanjinés sean difundidas en televisión. Así lo revelan documentos oficiales sobre los cuales el Ministerio de Culturas  no  quiso hablar.

El último contrato se firmó a fines de noviembre de este año, según un documento que llegó a este medio y cuyo monto fue confirmado por el Ministerio de Culturas. Se pagó 800.000 bolivianos para difundir seis películas de Jorge Sanjinés, durante cinco años, en TV Culturas: Ukamau, Yawar Mallku, El coraje del pueblo, El enemigo principal, Las banderas del amanecer y el cortometraje Revolución.

De esos seis filmes, cuatro ya habían sido adquiridos por 350.000 bolivianos en 2014. Si se hace una comparación entre ambos pagos, el valor de cada uno en 2014 era equivalente a 87.500 y en 2018 subió a 133.333 bolivianos.

Cinco películas y un cortometraje serán trasmitidos en televisión

El exministro Pablo Groux, que firmó el contrato de 2014, explicó que por lo general se seleccionaba las películas a difundir “en función de la calidad, el contenido y la trayectoria de sus autores” y que era el productor del filme quien fijaba un precio. Posteriormente, técnicos del Ministerio hacían una evaluación del mismo y, si correspondía, se procedía con el contrato.

Pedro Lijerón, encargado de distribución de la Fundación Ukamau de Jorge Sanjinés, justificó los precios por “la trascendencia de los filmes en nuestra cultura y los galardones obtenidos”. Lijerón señaló que “si bien el monto puede generar susceptibilidad, el valor de este contrato en un mercado internacional en general representa el de una sola película”.

Jorge Sanjinés dirigió al menos 14 producciones audiovisuales y ha sido galardonado en Italia, España y Cannes (Francia)

No es igual con otros

En todos los países, el Estado paga por los derechos de difusión de un cineasta pero “en Bolivia no existe eso”, denuncia el cineasta Marcos Loayza, quien dice que cada 6 de agosto las embajadas bolivianas piden pasar algunas de sus películas pero no tienen presupuesto para pagar. “Más de cincuenta veces he debido dar los derechos por apoyar al país, pero nunca me han pagado”, afirma en entrevista con EL DEBER.

“En todos los países el Estado subvenciona a los artistas, pero en Bolivia pasa al revés: los artistas subvencionan al Estado”, afirma Loayza y aclara que una vez recibió 70.000 bolivianos para producir Las bellas durmientes, pero que el contrato incluía ceder posteriormente los derechos para la difusión en televisión.

El productor Gerardo Guerra coincide con Loayza y dice que las representaciones diplomáticas pasan ciclos de cine boliviano pero no pagan por la difusión y que antes ni siquiera le consultaban a los cineastas si podían exhibir sus filmes. “Lo veían como hacer un favor”, asegura Guerra. Señala, sin embargo, que la nueva ley del cine contempla esta figura y que cuando se escriba el reglamento se definirán los detalles.

Otro cineasta boliviano que pidió no citar su nombre, dijo que los montos que el Estado le pagó a Sajinés “claramente no corresponden con la realidad del cine en Bolivia”. En otros casos, se encontró documentos de cesión de derechos de documentales y películas por precios que rondan los 30.000 bolivianos.

Es director de Insurgentes, un filme sobre las luchas indígenas en Bolivia que abarca hasta la llegada de Evo Morales al poder

Lo que (no) dice el Ministerio

Los documentos de la contratación de 2014 están incompletos en la página del Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes) y los de 2018 no aparecen, pese a que la ley establece que deben ser publicados en esa plataforma.

EL DEBER insistió durante dos semanas para conocer los detalles de ambas contrataciones y preguntar al responsable del Ministerio de Culturas cuánta audiencia tienen los filmes, con qué criterio se los elige, cómo se fijan los montos. A modo de respuesta, lo único que mandaron fue las sinopsis de las películas.

Añadieron que “se realizó una evaluación antropológica, histórica, técnica y de impacto  sobre qué películas bolivianas deberían ser difundidas para levantar el espíritu patriótico, orgullo e identidad de los bolivianos y justicia social”. En el escueto comunicado con las sinopsis, la institución dijo que las seis películas serán difundidas también a nivel internacional. Sin embargo, los documentos y el entorno de Jorge Sanjinés lo desmienten: las películas solo se pasarán en territorio nacional.