El senador y postulante a la Presidencia asegura que tiene un plan de Gobierno muy distinto al actual. Cree que el país no se desarrollará expandiendo las empresas estatales, sino a través del emprendimientos

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18 de agosto de 2019, 12:00 PM
18 de agosto de 2019, 12:00 PM

Llegó de último a inscribirse para las primarias y va tercero en las encuestas de intención de voto, lejos de los primeros lugares. Dice que no para de crecer, que cuando comenzó la campaña solo lo conocía uno de cada cinco bolivianos y dos de cada cien querían votar por él. Apuesta al nicho del -según sus cálculos- 40% de los bolivianos que no quieren votar ni por Evo Morales ni por Carlos Mesa. Reniega del mote de “funcional al MAS” y reivindica su derecho a criticar a Mesa. Es Óscar Ortiz, que en esta entrevista revela detalles de por qué fracasó la negociación por la unidad opositora.

¿Por qué quiere ser presidente?
Queremos una Bolivia moderna en este siglo XXI. Bolivia necesita un cambio, proyectarse en el siglo XXI. Tiene un gran atraso, seguimos siendo el país menos desarrollado de Sudamérica y eso se transforma en pobreza, precariedad y en unos empleos que son muy vulnerables. Hablamos de tres grandes campos. El primero es republicanismo democrático.

Nos llamamos Bolivia Dice No porque defendemos el 21-F y para nosotros eso es defender la democracia. El republicanismo debe ser un sistema en el que nadie pueda concentrar el poder, que realmente tengamos órganos del Estado que cumplan sus funciones, que la justicia sea independiente, que se respete a quienes sean electos en niveles subnacionales de una ideología diferente a la del presidente.

Hablamos de la federalización de la autonomía. El tercero es igualdad de oportunidad, que es dar acceso a la población a una salud real, a una calidad educativa que le permita proyectarse al futuro, a una vivienda con servicios básicos y seguridad, y un empleo formal.

 Eso es un proyecto colectivo. Dicen que usted se presentaba en la universidad como ‘futuro presidente’, ¿por qué quiere ser presidente?

No recuerdo eso, pero son vocaciones que le nacen a uno. Tengo el ansia desarrollista, quisiera contribuir que Bolivia sea un país igual que los otros. Siempre he tenido la oportunidad de viajar y siempre me frustra ver tanto adelanto sin ir muy lejos, solo con cruzar la frontera uno ve un desarrollo mayor. Quisiera ser un presidente que lleve a Bolivia a los niveles de desarrollos que corresponden, por lo menos a los niveles que tenemos en Sudamérica.

En casi 200 años de vida republicana solo ha habido tres presidentes cruceños, ¿cómo hace un cruceño para ser presidente de Bolivia?

Primero, siendo boliviano y somos bolivianos. Queremos que toda Bolivia avance y se desarrolle. Ahora tenemos otro momento histórico. Santa Cruz se ha convertido en el lugar donde vienen muchos compatriotas. Algo que me ha alegrado en esta campaña es que, si bien aún hay muchas barreras, siento que han caído muchas otras, porque en muchas partes donde voy me dicen también queremos ser desarrollados como Santa Cruz.

 Como proyecto nacido en Santa Cruz, ¿qué tiene Bolivia Dice No de distinto al resto?

Somos el único proyecto político con aspiración nacional construido en este momento de resistencia democrática. No nacemos para buscar el poder, no me gusta ese término, prefiero decir para llegar al Gobierno, porque así uno llega como servidor público. En Bolivia estamos acostumbrados al concepto del poder como autoridad para estar encima de los otros. Demócratas rescata lo bueno de la política cuando ese concepto estaba estigmatizado, rescata la idea de crear un partido, y segundo, renuncia a encerrarse en lo más cómodo, en el departamento donde siempre se podía haber ganado, por buscar un verdadero proyecto país, nacional.

¿A los bolivianos les cuesta aceptar a un cruceño como líder?

Si usted ve todos los estudios de opinión que están saliendo, soy el que menos resistencia tiene como candidato. Hay muchas cosas que están cambiando. Obviamente soy menos conocido que otros que ya fueron presidentes. Cuando comenzó esta campaña era conocido por menos del 20% de los bolivianos. Hoy soy conocido por más del 60%.

Demócratas había desechado la idea de ir con candidato propio. Buscó dos alianzas. ¿Qué fue lo que tumbó esas alianzas? ¿Qué fue lo que fregó la unidad que tanto se pide en las encuestas y en los grupos de opinión?

Sería bueno aclararlo. El pueblo boliviano mira hoy con preocupación y yo comparto esa frustración. Nosotros éramos los únicos que teníamos un partido estructurado, con 350.000 militantes, estructura territorial en 200 municipios, con una gobernación y varios municipios.

Nosotros nunca pusimos un candidato por delante, en busca de la unidad; por el contrario, planteamos a todos los que aspiraban ser candidatos una concertación democrática, tomando el ejemplo lo que había ocurrido en Chile, en la transición posPinochet. Básicamente falló la unidad por actitudes personales de soberbia, de personalismos y de mesianismos.

En septiembre de 2018, el señor Illya Fortún, asesor muy cercano al señor Mesa, me pide una reunión para mostrarme unas encuestas que ellos habían hecho y la conclusión suya fue pedirnos que nos apartemos, porque, al ser partidos y cruceños, perjudicaríamos a Mesa en los votos.

Es imposible la unidad así. Lo mismo fue ratificado en otras reuniones. En la última reunión que tuvimos, Ricardo Paz nos planteó un esquema en el que Mesa pretendía definir todo solo. No solo lo de la campaña, sino los cinco años siguientes. Por eso es que Ernesto Suárez, nuestro vicepresidente, en algún momento dijo que no veníamos para pasar de un caudillo autoritario a un caudillo ilustrado. Después hubo la búsqueda con Samuel Doria Medina, que había promovido la idea de las primarias.

Fuimos avanzando y recogiendo la percepción pública y la gente nos decía que quería renovación en la representación. Ahí fue cuando Rubén Costas dijo que me postularían y el señor Doria Medina no estuvo dispuesto a ir a las primarias y no marchó. Bajo esas circunstancias fui el último candidato en inscribirse.

Sobre la campana...

Pero decidimos asumirlo porque entendemos que el país no puede estar condenado a esas mismas políticas y políticos del pasado. Pensamos que valía la pena tener una representación auténtica de quienes hemos defendido la democracia, de quienes hemos impulsado la victoria del No, de los que hemos denunciado la corrupción, de la lucha por las autonomías y, obviamente, nadie puede venir a decirnos “apártense”.

Luego viene la presentación del binomio y la tardía renuncia de Edwin Rodríguez y la denuncia que fue comprado. Hasta ahora no ha podido probar esa acusación.

Cuando hay casos de corrupción casi nunca hay pruebas, lo que hay son indicios. No sabemos cómo fue esa negociación, pero sabemos quién salió a festejar inmediatamente.

A la media hora de que el señor Rodríguez hace su conferencia de prensa anunciando su renuncia, de la cual nunca nos había mencionado nada, salen un comunicado de Comunidad Ciudadana dándole la bienvenida y un tuit de Mesa en el mismo tenor. Ahora en los últimos días comienzan a aparecer las pruebas.

Cuando escuchamos los audios en los que el señor Lara (Saúl, exministro de Gobierno de Mesa) con dirigentes potosinos, incluso con el actual presidente del Comité de Potosí, que fue el que trató de darle un camuflaje a la traición de Rodríguez, demuestran que esto se venía trabajando desde antes, que el señor Pumari viene trabajando para esta alianza política. Y un audio ya es prueba.

Eso ya muestra que aquí hubo una maniobra inmoral, propia de los políticos del pasado y muestra también lo que está pasando. Recuerdo que cuando comenzó esta campaña, el que más me ponía era 2%, Carlos Mesa aparecía en 39% y Evo Morales en 30%. Resulta que ahí me descalificaban porque me iba a quedar muy abajo. Ahora que crecemos, nos atacan y nos agreden.

¿Está creciendo a costa de Mesa?

Es difícil saberlo. Creo que nosotros crecemos por esos bolivianos que lo conocen muy bien a Evo y a Mesa y que no se convencen con ellos. Evo Morales lleva 14 años como presidente y es conocido por todos los bolivianos, Carlos Mesa es conocido por el 95% de la población y, sin embargo, hay un grupo muy grande que nunca ha querido estar con ellos.

Hay cuatro años de encuestas y el 40% de la población boliviana nunca ha querido estar con ellos, a pesar de que los conocen perfectamente. Claro, el que no me conoce nunca va a decir que va a votar por mí.

 Mesa y Rodríguez dicen que usted ataca más a Comunidad Ciudadana que al MAS. Lo ven como funcional a Evo Morales para evitar una segunda vuelta.

Es falso y así hay que decirlo: somos una candidatura que nace desde el grito Bolivia Dice No y somos una campaña que ataca al Gobierno. ¿Quién va a negar todos los ataques que he hecho a este Gobierno con todos los casos de corrupción? ¿O alguien cree que si no se hubieran denunciado estos casos de corrupción se hubiera desgastado el Gobierno? No es por echarme méritos, porque es un trabajo colectivo, pero buena parte de toda la desesperanza, frustración y decepción de esa gente que alguna vez votó por Evo Morales es por toda la corrupción que hemos demostrado nosotros. Lo que no se puede pretender es que algunos a costas de llamarse hoy opositores quieran que no se los puede tocar. No es cuestión de cambiar a una corrupción por otra.

¿Usted cree que Mesa es corrupto?

Sobre el tema de funcionales, ¿quién pues es más funcional? ¿No es acaso el que impidió la unidad de la oposición?, ¿no es el que desarticuló a la oposición? Yo sostengo y lo digo públicamente, el señor Mesa fue inflado por el MAS. ¿Acaso no le dieron la vocería de la causa marítima y lo hicieron popular? Acaso el MAS, mientras le metía juicio, por un lado, ¿por otro le pasaban las pruebas para defenderse por abajo y luego lo indultaron? Hay un juego ahí.

Ahora, claro, como ya cumplió su propósito, que era evitar la estructuración de la oposición, lo dejan caer. Sobre el tema de la corrupción, cuando alguien no puede explicar su pasado, sobre todo en temas económicos, como está pasando con el señor Mesa, obviamente no puede pretender ser una opción de futuro.

Si uno tiene un pasado inexplicable, obviamente no puede tener un presente que ofrezca una alternativa al pueblo boliviano. Claro, si hiciéramos la historia de la corrupción en estos 13 años habría miles de millones, pero un millón también es corrupción. Vender una candidatura, malgastar gastos reservados, no es propio de alguien que tenga la ejemplaridad que merece el pueblo boliviano.

Usted dijo en Cochabamba que comenzaba la campaña, ¿eligió a Shriley Franco por la seguridad de tener a alguien de la casa?

No. Shirley es una aliada nuestra con la que hemos venido trabajando esos años y hemos podido apreciar su valentía, su entereza en la defensa del 21-F, en la defensa de la democracia. Teníamos muchas opciones, todas muy buenas y es difícil reunir en dos personas la representación de pluralidad y la diversidad de Bolivia. Antes apostamos a la integración nacional, con alguien que venía del movimiento indígena originario.

Shriley era un asunto que teníamos pendiente, nos decíamos por qué no se le dio la oportunidad a una mujer y joven, que son la mayoría de Bolivia. La apuesta por Shirley era algo que queríamos para el país, darle protagonismo a los jóvenes y a las mujeres, que en el país todavía es una cuenta pendiente.

¿Qué es la autonomía federalizada?

Es aplicar los principios del federalismo al desarrollo autonómico. Hemos avanzado en la autonomía política, elegimos gobernador, tenemos Asamblea Departamental, pero nos falta autonomía económica.

Por eso planteamos la regla 50-50; 50% que administre el nivel central y 50% que administren las autonomías (municipios, gobernaciones, regiones y universidades). Eso daría cumplimiento al artículo 305 de CPE que dice que toda transferencia de competencia debe venir con la asignación presupuestaria.

 ¿Esa redistribución significa que se tiene que achicar el Estado?
Es otra de sus propuestas económicas.

Son dos cosas distintas, la gobernación y los municipios son parte del Estado. Lo que no podemos tener es un Estado como el de hoy, que después de la autonomía centraliza la educación y hoy se ocupa hasta de distribuir las libretas.

Fíjese lo que ha pasado con la Salud, somos el único departamento en el que la gobernación mantiene la administración de los hospitales de tercer nivel. Ese es el camino que tenemos que seguir.

 Lo que le interesaría saber a la gente es cómo la autonomía federal les cambiaría la vida.

Los hospitales de Santa Cruz son los que han recibido mayor inversión en el país.

Fíjese lo que está pasando con el tema del cáncer, el único acelerador lineal que funciona en Bolivia es el de la Gobernación de Santa Cruz. Cómo es posible que un Gobierno que administra $us 30.000 millones todos los años no haya podido comprar aceleradores lineales que valen alrededor de 4 millones.

En el Dakar gastábamos para hacer dos departamentos. Eso muestra la distorsión de las prioridades. Es un Gobierno que nunca entendió que su misión era ayudar a los ciudadanos que salgan adelante.

Están terminando algunos hospitales y no tienen equipamiento, no tienen médicos ni enfermeras ni tienen presupuesto para operar. Lo que tenemos que hacer es saltar de la obra pública al servicio público.

¿Por qué a Evo Morales y a los otros presidentes no le gusta el servicio público? Porque es un proceso que puede llevar 10 o 15 años, y no hay dónde ponerle una placa y decir aquí mejoré la salud, acá la educación. Pero es por el servicio público por donde pasa la igualdad de oportunidades, la posibilidad de tener una clase media y de tener una cohesión social que se desarrolle hacia la prosperidad.

Su proyecto económico se basa en la revolución exportadora y la reducción del Estado, ¿cómo es eso?¿Qué significa el crecimiento que hemos tenido? ¿Es una estadística o es desarrollo?

Sostengo que hemos tenido crecimiento sin desarrollo. El Estado se ha endeudado, ha generado un gran déficit, lo ha destinado a empresas estatales que no están dando utilidades.

¿Se tienen que cerrar esas empresas?

Habrá que ver qué hacer con ellas, creo que hay que fusionar mucho. Por ejemplo, YPFB tiene nueve filiales que funcionan cada una como sociedades anónimas, cada una con su directorio que no responde a nadie, con su gerente que ganan como si fueran gerentes de empresas privadas, se pagan sueldos sin respetar los límites del sector público, compran sin licitación. Yo fusionaría todo en una sola YPFB y nos ahorraríamos un montón de recursos.

Ahora tenemos una Yacimientos que lo único que hace es construir su edificio en todas partes y no ha descubierto una molécula de gas. Cuando hablamos de la visión económica es que nosotros apostamos al emprendimiento.

No es a través de la expansión del Estado que vamos a desarrollar el país, es dándole condiciones desde el Estado para que todo el pueblo boliviano, que tiene la vocación natural a emprender, pueda hacerlo. Hoy tenemos un modelo que prohíbe las exportaciones. Es absurdo.

Debemos ser el único país que las prohíbe. Siempre dicen que lo hacen para asegurar el abastecimiento alimentario. Brasil es uno de los grandes exportadores del mundo y nunca ha tenido desabastecimiento interno. Somos el único país que no tiene apoyo a las Pymes.

Los financiamientos prácticamente han desaparecido y Bolivia era campeona en estos microfinanciamientos, que han desaparecido por las normas de este Gobierno.

La gente ahora cae en estos financiamientos informales, de gente que viene de otros países que prestan a unas tasas altísimas y con amenaza de violencia. Tenemos que buscar darle capacidad exportadora a todo el país, al norte amazónico, al Chaco. Fíjese Paraguay, $us 10.000 millones exporta y solo tiene Chaco. Nosotros tenemos mucha más tierra, y sumando minerales, hidrocarburos y agricultura quizá lleguemos a 8.000 millones este año. Creo que el rol de Gobierno es otro y nuestro programa es totalmente distinto al de este Gobierno.

¿Qué hacer con los recursos naturales?

Sembrarlo. No digo que renuncie a aprovechar los recursos naturales, pero no podemos pensar que solo nos vamos a desarrollar a través de los recursos naturales cuando el mundo avanza hacia la economía del conocimiento. Hoy las principales empresas del mundo son las que administran conocimientos, bienes intangibles.

He quedado gratamente sorprendido en Cochabamba donde hay 5.000 ingenieros de sistemas exportando software desde Cochabamba. Ahí no hay un recurso natural sino talento humano. Tenemos que usar nuestros recursos naturales para desarrollar esos talentos; si no, pasa lo que hoy sucede en Yacuiba y Villa Montes, donde la gente se queja de crisis, porque pasaron las épocas de bonanza.

El proyecto de Bolivia Dice No ¿va más allá del 20 de octubre aún si no logra ser Gobierno?

Nosotros tenemos un proyecto de alternativa para el país, nosotros queremos llegar al Gobierno nacional, queremos que sea el 20 de octubre, queremos que muchos de nuestros militantes lleguen a gobiernos municipales y gobernaciones, porque obviamente necesitamos desarrollar este país y para eso hay que tener gestiones de mediano y largo plazo en el ámbito democrático.

Hemos demostrado que no somos un proyecto unipersonal, todos alrededor de una persona para que llegue a la presidencia. Somos un proyecto colectivo, integrador que mira la integración de Bolivia en el mediano y largo plazo.

Usted busca la Presidencia, pero no de conseguirla, ¿se ve como candidato a gobernador?

Primero busco la Presidencia y esa es la prioridad. Hemos dicho todos que aquí nadie se pone a pensar en municipales ni gobernaciones. Nos estamos jugando la democracia, estamos entrando a un régimen autoritario que nos quiere llevar por el camino de Venezuela. Después vendrán las otras oportunidades.