El parlamentario asegura que con la elección el Gobierno condena a la gente a otros seis años de indefensión

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25 de noviembre de 2017, 4:00 AM
25 de noviembre de 2017, 4:00 AM
El 3 de diciembre, ¿se registrará un plebiscito?

No lo pondría en términos de plebiscito, creo que lo que habrá  en las elecciones del próximo domingo es una expresión de rechazo al abuso político partidario del MAS, que somete a la justicia y definitivamente nos condena a todos los bolivianos a vivir otros seis años más en indefensión.


Pero, si se impone el nulo, ¿sería una victoria?

Más que una victoria, creo que lo que marcaría es una condena de la ciudadanía, de la opinión pública a la actitud y a la política autoritaria del MAS y, obviamente, estoy convencido de que eso le quitaría legitimidad a este sistema judicial y a todas las decisiones que ellos tomen, como seguramente va a pasar con los salientes en el caso del fallo sobre la reelección en el actual Tribunal Constitucional.


¿Sería una victoria, al menos moral, para ustedes?

Creo que esto va más allá de la oposición. Estoy convencido de que hay una mayoría ciudadana, como hubo el 21 de febrero, y la mayoría que tiene el MAS en la Asamblea Legislativa ya no corresponde a la realidad actual y eso es lo que quedará comprobado el 3 de diciembre.


En el proceso previo se discutió de todo, menos sobre la justicia, ¿en qué cree usted que queda eso?

Considero que en todo el proceso de discusión legislativa sí hubo un gran debate sobre la justicia. Lo que ha pasado en las siguientes semanas es que el Gobierno tuvo una actitud política, sistemática de generación de cortinas de humo para evitar que se discuta precisamente el estado de la justicia. Porque, si lo hacemos, el voto nulo será mayor porque nunca estuvo tan mal.


Pero, ¿qué hacer para mejorarla?

Lamentablemente en este momento no podemos hacer nada para mejorar la justicia, porque el Gobierno nos condena a repetir lo que ya vimos en los seis años anteriores, en los próximos seis años.


¿Qué implica eso?

Considero que eso implica vivir en una justicia dependiente, que está sometida al poder, conducida por personas que en su totalidad fueron seleccionadas solamente por un partido político. Obviamente, eso no nos garantiza bajo ningún punto de vista la independencia del Poder Judicial.