La Conferencia Episcopal Boliviana emitió su mensaje de corte electoral. Para el oficialismo fue una reflexión con amplitud democrática. La oposición ve una alerta importante, pero extraña que no hable sobre el 21-F

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8 de mayo de 2019, 6:00 AM
8 de mayo de 2019, 6:00 AM

La Conferencia Episcopal Boliviana, a través de la Asamblea de Obispos, emitió ayer un comunicado en el que pide una campaña limpia, la discusión de los programas y advierte de que la manipulación del voto no puede ser tomada como un instrumento de poder. A cinco meses de las elecciones generales, el clero toma posición frente a los comicios y es recibida por el oficialismo como “una posición democrática, alejada de la confrontación” y, por la oposición, como una advertencia de los riesgos, pero extrañando un pronunciamiento sobre el voto del 21-F.

De los seis puntos que tiene el mensaje de los obispos “al pueblo de Dios”, dos están referidos a temas políticos. En el más importante de ellos, entran de lleno al tema electoral. “Frente a la cercanía de las elecciones es necesario que los ciudadanos conozcan los proyectos políticos que proponen los candidatos, con la esperanza que sean programas acertados y viables”, dice en la primera parte. Piden a continuación una campaña electoral respetuosa, pacífica y en igualdad de condiciones.

En la parte central del pronunciamiento se hace eco de los temores de la oposición de la falta de transparencia de la administración de las elecciones generales. “No se puede aceptar el control o la manipulación de los votos como instrumento de poder; sólo una auténtica libertad, exenta de presión, puede garantizar el ejercicio efectivo de los derechos humanos. Y una verdadera democracia da legitimidad al Gobierno que surge de un proceso electoral transparente y del respeto inviolable de la decisión del pueblo soberano”, dice el comunicado.

El segundo punto político del pronunciamiento de los obispos tiene que ver con la corrupción y el narcotráfico. En el primer mal ven que resta posibilidades para ayudar y servir a los necesitados. En el segundo, ve que tanto el tráfico de drogas como el consumo penetran cada vez más en la sociedad y sus instituciones, afectando a los más jóvenes, destruyendo valores, familias, vidas, provocando violencia y frustración.

Para Adriana Salvatierra, presidenta del Senado, el informe de la CEB asume una posición democrática y celebra que pida a los partidos y a los candidatos que presenten sus propuestas a la sociedad. Sobre el pedido de no manipulación del voto, Salvatierra consideró que en un partido hay militantes que van a votar por una causa o una ideología, no por ser manipulados. “No es control, es ideología, es afinidad de ideas, de proyecciones, de sueños de país”, aseguró la oficialista.

Para Víctor Hugo Cárdenas, candidato de Unidad Cívica Solidaridad, su candidatura es un ejemplo de lo que pide la Iglesia: Lleva a un joven como acompañante de fórmula, no agrede a otros candidatos y presenta propuestas sin apropiarse de la identidad de otros partidos o de organizaciones políticas.

Para Vladimir Peña, vocero de Bolivia Dice No, el pronunciamiento llega después de las “declaraciones desafortunadas del Cardenal” -que pidió respaldar a Evo- y demuestran quién tiene la voz de la Iglesia. Ve en los temas de narcotráfico y corrupción una clara crítica al Gobierno, no solo por la coyuntura, sino por “el deterioro sistemático de las instituciones encargadas del orden y seguridad”. Finalmente, considera “pieza clave” la preocupación religiosa por unas elecciones limpias. “Sin embargo, al parecer olvidaron el 21F, que ya no lo mencionan”, se quejó.