El expresidente desmiente de que no hubiera "querido" asistir como testigo en el juicio contra Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Sánchez Berzaín en EEUU. Respondió en sus redes sociales a sus detractores

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13 de marzo de 2018, 16:24 PM
13 de marzo de 2018, 16:24 PM

Carlos Mesa Gisbert respondió este martes a las denuncias y acusaciones de que supuestamente se haya negado a participar como testigo en el juicio civil que se desarrolla en EEUU por las muertes de 'octubre negro' en 2003, y por el cual están sentados en el banquillo de acusados el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada y el que fuera su ministro de Defensa, Carlos Sánchez Berzaín.

Cabe recordar que una vez Goni abandonó el país, fue Mesa -quien fungía como vicepresidente, el que asumió la presidencia y es por ello que el representante de las víctimas reclamaba su participación. "Ha dicho que no puede, claro, tendrá sus razones que dijo que no podrá ser testigo”.

Mesa sostiene que "con el objetivo de no incurrir en el riesgo de dar un mismo testimonio en dos procesos distintos sobre un mismo caso", envió el 20 de noviembre de 2017 una transcripción de la totalidad de su declaración como testigo que dio en el Juicio de Responsabilidades que se llevó a cabo en la Corte Suprema de Justicia de Bolivia. 

Esta es la respuesta que Mesa publicó en su cuenta de twitter y en su blog:

"En los turbulentos tiempos que corren falsear la verdad y apelar a la infamia parecen dejar mejores frutos que respetarla.


El señor Juan Patricio Quispe Mamani representante de las víctimas de octubre que han iniciado un proceso en los Estados Unidos contra el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada y su ministro de Defensa, afirmó según publicación del diario El Deber de 12 de marzo de 2018: “él (Carlos de Mesa) ha dicho que no puede, claro, tendrá sus razones que dijo que no podrá ser testigo”.

Si tal aseveración fuera cierta, yo no hubiera recibido al Dr. Thomas B. Becker que me visitó en mi oficina a nombre de las víctimas de octubre y me explicó que tanto la acusación como la defensa en el citado proceso, habían acordado hacerme llegar un cuestionario con preguntas única y exclusivamente referidas a mi declaración como testigo ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ) realizada el 24 de noviembre de 2009 y a mi libro Presidencia Sitiada cuya primera edición se publicó en 2008. Le respondí que aceptaba recibir ese cuestionario. Le pedí que se me hiciera llegar a través del procedimiento jurídico-diplomático pertinente en un caso como este.

El 13 de noviembre de 2017, mediante el Tribunal Supremo de Justicia, recibí el pedido oficial a través de un Exhorto Internacional firmado por el juez Barry S. Seltzer del “Tribunal de Distrito de los EE.UU. para el Distrito Sur de Florida, División de Fort Lauderdale”, para responder POR ESCRITO un cuestionario de 34 preguntas que EN TODOS LOS CASOS se referían a SI ME RATIFICABA en partes especificas de mi testimonio ante la CSJ y en fragmentos de mi libro Presidencia Sitiada.

En decisión conjunta con mi abogado el Dr. Carlos Alarcón Mondonio, y con el objetivo de no incurrir en el riesgo de dar un mismo testimonio en dos procesos distintos sobre un mismo caso, hecho que podría ser usado como argumento para objetar su validez en cualquiera de las dos instancias, decidí enviar el 20 de noviembre de 2017 una transcripción de LA TOTALIDAD DE MI DECLARACIÓN COMO TESTIGO (mediante soporte digital) en el Juicio de Responsabilidades que se llevó a cabo en la Corte Suprema de Justicia de Bolivia y un ejemplar del libro Presidencia Sitiada (que incluye un video de 110 minutos) para que sean utilizadas como mi testimonio en el juicio civil que se desarrolla en los Estados Unidos.

Dado que acepté participar dando mi testimonio en el citado proceso, dado que recibí personalmente al representante legal de las víctimas de octubre, dado que respondí el exhorto del Juez que lleva la causa en los Estados Unidos y dado que envié la totalidad de mis declaraciones y mi obra sobre el tema, que superan abundantemente lo específicamente solicitado por el Juez de la causa, no acepto la afirmación calumniosa del señor Quispe Mamani que ha sido usada de un modo vergonzoso para intentar dañar mi honor y mi compromiso indeclinable con los Derechos Humanos. Compromiso probado inequívocamente durante mi gestión de gobierno que hizo del respeto a la vida una causa de Estado.

Concluyo recordando a la opinión pública que mis palabras el 18 de octubre de 2003 en la entrañable ciudad de El Alto fueron: “Ni olvido, ni venganza: ¡Justicia!”, premisa y causa a la que he contribuido desde ese día hasta hoy".