La CAO evalúa el impacto de la tormenta en el agro. No obstante la leve paralización, Anapo confía en que se podrá llegar a cultivar 1.030.o00 ha de soya

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8 de enero de 2018, 6:42 AM
8 de enero de 2018, 6:42 AM

La siembra extensiva de soya, maíz y sorgo se venía desarrollando normalmente en la zona norte del departamento. Pero ese ritmo se vio abruptamente interrumpido el pasado martes debido a una extraordinaria precipitación pluvial que inundó centenares de hectáreas en las comunidades de Canandoa, Hardeman, Litoral, San Pedro, Colonia Piraí, Carmen y Peta Grande, y en los sindicatos agrícolas 9 de Abril, Estrella del Norte y 12 de Octubre, en la provincia Obispo Santistevan. 

El presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Marcelo Pantoja, informó de que la lluvia golpeó con mayor fuerza a los productores del norte cruceño, al punto de frenar la siembra de soya de la campaña agrícola de verano y paralizar la cosecha de las últimas 10.000 hectáreas del ‘grano de oro’ en esa región que se espera reiniciar esta semana. 

“La siembra en el este del departamento se benefició con la lluvia. En el caso del norte, estamos en plena evaluación del impacto de las inundaciones. Creemos que esto se va a superar pronto, porque el agua escurre rápido, salvo donde se encharca, pero en todo caso el daño es menor que en una sequía. Confiamos en que vamos a cumplir con el plan de llegar a sembrar 1.030.000 hectáreas (ha) de soya”, indicó Pantoja.

Las cifras que maneja Anapo destacan que aún faltan sembrar 100.000 ha de soya. “A pesar de todo, vamos a cumplir la meta de superar los cultivos del verano anterior”, añadió el titular de Anapo.

El gerente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Edilberto Osinaga, indicó que desde el miércoles se vienen levantando datos sobre los efectos que causó la torrencial lluvia del martes en el sector agrícola.
“El mayor problema es la paralización, aunque leve, de la siembra, sobre todo de soya, porque en ello se cifra la esperanza de los productores para superar las dificultades que, por asuntos de deudas, vienen confrontando desde hace dos años debido a los perjuicios ocasionados por los bruscos cambios del clima”, agregó.

Ruptura de dique

Además de la tormenta que se calmó al atardecer del martes, decenas de pequeños agricultores del municipio de San Pedro resultaron afectados por la ruptura de un dique que protege a esta región de los rebalses de las aguas del río Piraí.

Esa obra fue construida hace dos años en labor compartida entre la Alcaldía de San Pedro y los productores para evitar rebalses del río en época de lluvia. Empero, fue enorme la fuerza de la crecida del Piraí que, al romper el dique, el agua cubrió extensos cultivos de arroz de las comunidades Litoral y Hardeman.

“Hasta mañana tendremos un informe completo del impacto de las lluvias en el agro”, dijo Osinaga.
 

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