Santa CruzSANTA CRUZ

Las lluvias disminuyen incendios en municipios de la Chiquitania

Los focos de calor serán monitoreados por la Gobernación para que no se reactiven. Varios voluntarios siguen trabajando. En Roboré advierten que la emergencia no termina con la reducción del fuego

El Deber logo
7 de octubre de 2019, 4:00 AM
7 de octubre de 2019, 4:00 AM


Finalmente, como muchos lo esperaban, fue la lluvia la principal aliada de los que trabajan por apagar los últimos incendios en la Chiquitania, región que se vio azotada durante más de dos meses por el fuego, que arrasó más de dos millones de hectáreas. Tras una estela de desolación, un puñado de voluntarios que perdió la vida en la lucha, la flora y fauna que sucumbió entre las llamas y una pérdida económica que supera los $us 600 millones, solo en daños forestales, el agua que cae de las nubes se encarga de mitigar el dolor y abre la esperanza de la restauración.



El fin de semana llegó con una especie de bendición para las poblaciones de Concepción, San Ignacio, Puerto Suárez, San Matías, San Rafael, San Miguel, Roboré y San Antonio de Lomerío, algunas de las que más sufrieron el impacto del fuego.



Cinthia Asin, secretaria de Medio Ambiente de la Gobernación, aseguró que llovió en casi toda la Chiquitania y que, según el registro del satélite, no hay incendios reactivados, sin embargo por un tema de prudencia el personal de la Gobernación se encuentra desplazado en los municipios, al igual que los voluntarios y el Ejército.



“Son 11 los incendios que aún están siendo monitoreados. En Concepción cinco; en San Ignacio, dos; en San Matías, uno y en San Rafael tres. La lluvia ha sido fundamental para controlar las llamas que estaban activas por la magnitud de los mismos, y por la longitud que se tenía en algunos lugares, el frente era bastante amplio como en San Ignacio, Concepción y San Antonio de Lomerío”, informó Asin.



Por su parte, el alcalde de Concepción, David Mollinedo, recibió con alegría la precipitación del fin de semana en la capital de la provincia Ñuflo de Chávez y afirmó que con esto “se terminarán de sofocar los incendios que se han mantenido en toda la zona”.



Asin dijo que la Gobernación ya puso en marcha el plan de restauración con diversas mesas de trabajo. Explicó que se ha cursado la invitación a diversas instituciones y personas particulares, que se han ofrecido para trabajar. Además, de acuerdo a la Ley 181 de Pausa Ecológica, se creó un Comité de Bosques que empezó a funcionar y trabajará en conjunto con los tres niveles de Gobierno.



“Nuestro satélite no registra focos de quema ni incendios reactivados, sin embargo, por un tema de prudencia, el personal de la Gobernación se encuentra en el lugar al igual que los voluntarios, que han estado trabajando”, añadió la funcionaria.



Los militares no se van



El Ejército, que se encuentra en las zonas afectadas por el fuego, tampoco se irá, por el momento, y continuará con sus tareas para sofocar incendios.



El comandante de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, aseguró que no han recibido ninguna orden del presidente Evo Morales para replegarse, razón por la cual se mantendrán en la Chiquitania.



Son 4.700 integrantes del Ejército los que se encuentran desplegados en el departamento. Llegaron para reforzar las tareas de apoyo, como parte del trabajo articulado entre las autoridades.



Roboré está alerta



En Roboré, ayer se cumplió el paro con bloqueos de 48 horas exigiendo al Gobierno la declaración inmediata de desastre nacional. Las instituciones de Roboré aprobaron un voto resolutivo en el que advierten que la emergencia no termina con la reducción del fuego, ya que la contaminación provocada por los incendios está causando enfermedades, la sequía está golpeando a varios municipios y se necesita afrontar un plan de acción para reforestar los bosques que se perdieron.